Ganó 113-93 al Miami Heat; Nowitzki hizo 41 puntos

Mavericks terminó con los invictos en la NBA

Timberwolves se impuso 96-91 a Rockets de Houston

AGENCIAS

Miami, 11 de noviembre. Basado en un inspirado Dirk Nowitzki, Mavericks terminó con los invictos en la NBA. El alemán anotó 41 puntos en la victoria de Dallas sobre Miami, 113-93, con lo que el Heat perdió su racha invicta de 14 partidos ganados consecutivamente, que representa un récord para la franquicia.

Mavericks no quiso contratar a Shaquille O'Neal y optó por basar su ataque en torno a Nowitzki, quien con sus 41 puntos de esta noche se quedó a sólo dos de su mejor marca.

El germano hizo buenos 12 de sus 24 intentos, logró cuatro tiros de tres puntos y nueve rebotes. Además, Marquis Daniels colaboró con otras 22 unidades, con lo que Dallas dejó su registro en 5-1.

Por su parte, O'Neal poco pudo hacer en la caída de su escuadra, que sufrió su primera derrota en cinco partidos esta campaña. Sumó 22 puntos, con lo que suma un total de 22 mil dos en su carrera, además de que consiguió 10 rebotes.

Dwyane Wade colaboró con 20 unidades, ocho rebotes y cinco asistencias, pero salió lesionado del tobillo izquierdo cuando faltaban siete minutos por jugarse.

En Houston, Kevin Garnett llevó al triunfo a Timberwolves 96-91 sobre Rockets. Garnett, quien encestó un tiro cuando sólo restaban ocho segundos en el reloj, realizó un partido de dos dígitos en tres departamentos, además de que logró 17 rebotes y nueve asistencias.

Eddie Griffin colaboró con un tiro fundamental de tres puntos, ya sobre el final del partido, precisamente en el equipo con el que empezó su trayectoria.

Houston no contó con su mejor anotador, Tracy McGrady, quien sufrió molestias en la cadera y en la ingle y se perdió su primer partido de la temporada.

Durante el calentamiento el astro sólo se limitó a lanzar unos cuantos disparos, pero de inmediato regresó a la banca.

El base jugó casi tres cuartos completos el pasado martes, cuando logró 12 puntos ante Memphis. Sin embargo, ese día sus malestares se acrecentaron, sobre todo cuando sufrió una fuerta falta de Shane Battier en los primeros minutos del segundo periodo.

"Yo no me quería perder ningún partido, pero la lesión me quitó toda la explosividad", expresó McGrady.