México D.F. Viernes 12 de noviembre de 2004
Sostiene el primer ministro israelí que
mantendrá su plan unilateral del retiro de Gaza
Sharon espera "un giro histórico" en Medio Oriente
tras el deceso de Arafat
Ordenan las fuerzas de Tel Aviv retenes y cierres de
acceso a los territorios reocupados
AFP, DPA Y REUTERS
Jerusalen,
11 de noviembre. El gobierno de Israel, cuya primera reacción
ante la muerte de Yasser Arafat fue la de congratularse, dijo hoy que la
desaparición del líder palestino podría significar
un giro histórico.
"El reciente acontecimiento es probablemente un punto
de inflexión histórica en Medio Oriente", afirmó el
primer ministro israelí, Ariel Sharon, quien en el pasado llegó
a declarar públicamente que se arrepentía de no haber matado
a Arafat cuando tuvo la oportunidad al comandar las tropas que invadieron
Líbano en 1982. En los últimos tres años había
confinado al presidente palestino a vivir en su sede de Ramallah, Cisjordania,
cercado por las tropas israelíes.
Sharon agregó que espera que "la nueva dirección
palestina comprenda que los avances en las relaciones con Israel y las
soluciones de los problemas pasan antes que nada por una guerra contra
el terrorismo".
Más tarde, en un discurso, dijo que está
decidido a seguir adelante con su plan unilateral de retirada de parte
de los asentamientos judíos en Gaza, aunque ganando terreno en Cisjordania
a cambio. El primer ministro justificaba esta iniciativa segurando que
del lado palestino no existía un interlocutor válido para
llegar a un acuerdo pacífico.
La primera reacción oficial israelí ante
la muerte de Arafat provino esta madrugada del ministro de Justicia, Yosef
Lapid: "El sol brilla en Medio Oriente y en el mundo, ya que Arafat no
sólo era el jefe del terrorismo contra Israel, sino también
el padre genitor del terrorismo que afecta al mundo actualmente, incluido
Al Qaeda", sostuvo.
Al igual que el ministro, otros festejaron abiertamente
el deceso.
"Con la muerte de Yasser Arafat desaparece un asesino
de judíos responsable del luto en miles de hogares israelíes",
afirmó la principal organización de colonos israelíes.
"Siento que haya muerto porque ya no tendremos la oportunidad
de traerlo a la justicia y ejecutarlo. Era el más grande asesinto
de judíos despues de Hitler y Eichmann", aseveró Judith Sasber,
cuya hija murió en un atentado de Hamas.
El líder de la oposición laborista y ex
primer ministro, Shimon Peres, quien compartió el Premio Nobel de
la Paz con Arafat, y con Yitzak Rabin -el primer ministro israelí
asesinado por un radical judío en 1995-, adoptó una postura
menos radical.
"Si hubiera tomado el camino de la política desde
el inicio, sus logros se hubieran concretado con mayor velocidad, serían
más tangibles, y con menos vícitmas entre su pueblo y el
nuestro", expresó.
El pequeño movimiento del Bloque de la Paz, dirigido
por el ex diputado izquierdista Uri Avnery, fue casi el único grupo
de judíos israelíes que manifestó su "tristeza" por
la muerte de Arafat.
Las fuerzas armadas israelíes, en tanto, comenzaron
aplicar hoy un plan de seguridad que incluye la instalación de retenes
en los pricipales centros de población palestinos, y el cierre de
los accesos a los territorios palestinos reocupados.
Además, el ejército israelí mató
a un palestino de 22 años en el norte de Hebrón, en un enfrentamiento
entre militares y jóvenes que les lanzaban piedras. Antes de él,
otros dos palestinos murieron en una incursión israelí en
Gaza.
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