México D.F. Jueves 4 de noviembre de 2004
El mimo francés rompe el silencio y comienza
gira mexicana por varias ciudades
La cultura, no la política, única esperanza
para la paz: Marceau
Cuando miramos el mundo actual no estamos orgullosos
de lo que vemos, deplora
''La humanidad se transforma, los creadores mueren,
pero el arte seguirá''
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
El francés Marcel Marceau, el mejor mimo del mundo,
rompió el silencio y dijo con palabra elocuente que la única
esperanza de paz para el mundo está en la cultura, no en la política:
''La cultura no tiene intereses, la política sí".
Por eso invitó a luchar por la paz mediante el
teatro, la literatura, el arte: ''Tenemos que luchar por la vida".
El artista está de nuevo en México para
realizar, a partir de hoy, una serie de presentaciones en distintas ciudades.
Con ese motivo ofreció ayer una conferencia de
prensa en la que fue inevitable aludir al tema que está en boca
de todos: las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
-Reconocemos en su arte un compromiso con la paz. Al respecto,
¿qué opinión tiene sobre la inminente relección
de Bush?
-No puedo hablar de eso porque soy francés, si
fuera estadunidense lo haría.
''Ahora voy a ir a trabajar a Estados Unidos y no puedo
empezar a atacarlos. Pero personalmente confieso que soy demócrata
y si he dicho demócrata creo que se entiende.''
Deuda artística con Chaplin
A partir de ahí, Marcel Marceau hizo una aleccionadora
exposición sobre su convicción humanista, de la cual la cultura
constituye un elemento indisociable.
Se
remontó a la época de la Segunda Guerra Mundial, cuando era
socialista, perseguido por la Gestapo, y se enroló en la resistencia
francesa contra la invasión nazi.
Al terminar la conflagración dejó las armas
y empezó su carrera artística, en 1946:
''Cuando miramos el mundo actual no estamos orgullosos
de lo que vemos. Cuando hice la guerra tenía 21 años y pensé
que era la última guerra, pero la guerra persiste siempre".
De aquella experiencia nació una de sus más
aclamadas pantomimas: Bip recuerda.
Cuando Marceau comenzó su carrera, se tenía
memoria del que sería su antecesor, el Pierrot, personaje surgido
de la comedia del arte italiana, del cual en el siglo XVI los franceses
derivan su propia tradición del mimo.
Sin embargo, a mediados del siglo XX prácticamente
había desaparecido lo que Marceau llama ''la gramática del
mimo". Explicó: ''Así como hay una gramática para
la danza, una gramática para la ópera, una gramática
para la palabra, hay una gramática para el arte del silencio: para
la cabeza, para el pecho, para las manos, para la cintura..."
Enseñanza fundamental que aprendió de su
maestro Etienne Decroux, considerado padre de la mímica moderna:
''Es importante pasar por la escuela para poder pensar en este arte. El
que no ha tenido un maestro, nunca será un maestro, dice mi maestro".
Y así como el Pierrot se inspiró en las
esculturas de Miguel Angel para elaborar su gramática corporal,
Marceau lo hizo en Rodin: ''Inspirado en estos escultores que mediante
la inmovilidad muestran el sentimiento del hombre vi que el arte aparecía".
Trajo a colación al escritor André Malraux,
ya fallecido, quien fue ministro francés de Cultura, ''que amaba
mucho a México y su cultura". El le enseñó que en
los museos es donde la cultura nunca muere y que el arte tiene que ser
eterno: ''La humanidad se transforma, los creadores mueren, pero el arte
seguirá".
También reconoció su deuda artística
con Chaplin: ''Yo tenía 12 años cuando lo imitaba. Cogía
el sombrero de mi padre, le robaba sus pantalones, me pintaba un bigote
y me ponía a imitar a Charlot. Ese personaje nunca me abandonó.
Uno de los encuentros más extraordinarios que tuve fue con el propio
Chaplin, en París, en 1967, en esa epoca él tenía
78 años, iba con su mujer y cuatro de sus hijos. Fue un encuentro
de ésos que no se olvidan".
Por la divulgación del arte
-Es indudable que actualmente hay un público para
Marcel Marceau, pero ¿lo hay para el arte del silencio en general,
en esta época de efectos especiales y toda esa parafernalia?
-Estoy feliz de tener un gran público, pero es
verdad que hay una gran problema teatral para la juventud. Hoy los actores
jóvenes trabajan en pequeños teatros de 150 asientos... No
tengo una hipótesis.
''Yo digo, bueno, el cine vuelve siempre, pero el teatro
si no lo filmamos, si no lo atrapamos, deja de existir. Por eso para mí
es importante que el arte continúe y se divulgue.
''Estoy de acuerdo con ustedes, cuando abrimos un periódico
vemos que la historia se repite y por eso hay que luchar por la paz, mediante
el teatro, mediante el arte, la literatura. Tenemos que luchar por la vida."
Marcel Marceau comienza hoy en Morelia su gira por México.
Posteriormente se presentará en las ciudades de Guadalajara, Querétaro,
Celaya, San Luis Potosí, Aguascalientes, Monterrey, León,
Pachuca, Puebla, Jalapa y Veracruz.
En la ciudad de México lo hará el lunes
15 de noviembre, en el Auditorio Nacional.
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