La acusa de fraude genérico contra ese partido y tráfico de influencias

Diputada federal solicita al PRD fincar denuncia penal contra Rosario Robles

Existen fundadas sospechas de enriquecimiento ilícito, sostiene Rosa María Avilés

RENATO DAVALOS

La diputada federal perredista Rosa María Avilés presentó ante la Comisión contra la Corrupción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) una solicitud para pedir que se ejerza acción penal contra la ex presidenta del sol azteca, Rosario Robles Berlanga, por los delitos de falsedad de declaraciones, fraude genérico, tráfico de influencias, operación con recursos de procedencia ilícita y encubrimiento por favorecimiento, entre otros.

En un expediente de más de cien páginas, la legisladora -integrante de la corriente bejaranista- detalla, con base en testimonios y declaraciones ministeriales, que Robles Berlanga endeudó al PRD sin consentimiento del Comité Ejecutivo ni del Consejo Nacional. Hay fundadas sospechas de "enriquecimiento ilícito", sostiene.

Entre los acreedores perredistas, agrega en el documento, está la empresa Publicorp, que recibió cuantiosos contratos cuando Robles fue jefa de Gobierno, sin licitación alguna. Hay testimonios documentados, indica, de un contrato con actividad comercial por 15 millones de pesos cuando en realidad se le pagaron 90 millones. El diferencial era para conformar "fondos" destinados a proyectos en favor de la propia Robles Berlanga.

También refiere los encuentros en casa del empresario Carlos Ahumada en los que participó el actual delegado en Iztacalco, Armando Quintero, con integrantes de la Contaduría Mayor de Hacienda para retrasar informes de las auditorías sobre la gestión gubernamental de Robles. Señala que ésta incurrió en tráfico de influencias, porque el encuentro para ese propósito se efectuó en casa de Ahumada.

En materia de uso de recursos de procedencia ilícita, Avilés señala que Robles aceptó haber recibido dinero de Carlos Ahumada para su campaña por la presidencia del PRD. Ya como dirigente, precisa, utilizó recursos del empresario para realizar tareas partidarias e inclusive para financiar campañas electorales.

Acerca de la falsedad de declaraciones, la legisladora perredista alude el caso de Alejandro Balderas, un personaje muerto en "extrañas circunstancias" a quien Robles negó conocer, aunque poco tiempo después la Procuraduría General de Justicia del Estado de México manifestó tener fotografías en las que Balderas recibía a Robles en Michoacán.

Respecto del fraude genérico, Avilés señala a la ex dirigente del PRD como gestora de la reunión entre Ahumada y el ex jefe delegacional en Gustavo A. Madero, Octavio Flores. Ahí, ambos le pidieron a éste la remoción de dos funcionarios que trabajaban en esa demarcación, responsables de un delito. Robles usó bienes propiedad de Ahumada a sabiendas de que, por ejemplo, una de sus aeronaves fue utilizada por el ex delegado panista Luis Eduardo Zuno, acusado de tráfico de armas.

Adicionalmente, sostiene Avilés, Rosario Robles viajó en ese avión a La Habana para reunirse con Ahumada cuando éste ya era prófugo de la justicia, y no presentó denuncia alguna ante la autoridad.