México D.F. Jueves 4 de noviembre de 2004
Ocho meses para una historia de videoescándalos
Del poderío político a las puertas de
la cárcel
JUAN BALBOA
La
proyección en televisión de una videocinta en la que aparece
René Bejarano llenando un portafolios con dólares, en las
oficinas del empresario Carlos Ahumada Kurtz, destruyó la carrera
política de uno de los dirigentes urbanos más polémicos,
quien ocho meses después de ser linchado mediáticamente
se convirtió en el segundo legislador mexicano -el primero fue el
senador Jorge Díaz Serrano- en ser desaforado por el Congreso de
la Unión en poco más de dos décadas.
Tres videos donde figura en las oficinas de Ahumada; cerca
de 250 días de una permanente campaña en medios impresos,
radio y televisión; ocho meses de escándalo político
que cimbró las estructuras del Partido de la Revolución Democrática
(PRD), y cerca de 350 cuartillas en las que se asienta la acusación,
fueron suficientes para que el fundador de la Corriente de Izquierda Democrática
(CID) del sol azteca, que impulsó los triunfos de Cuauhtémoc
Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador al Gobierno
del Distrito Federal (GDF), sea procesado por operaciones con recursos
de procedencia ilícita, delitos electorales y promoción de
conductas ilícitas.
Veintiún años después del desafuero
de Díaz Serrano, ex director de Pemex y ex embajador de México
en la desaparecida Unión Soviética, el Congreso nuevamente
se constituyó en jurado de procedencia para retirar el fuero a Bejarano.
A diferencia de Díaz Serrano, que tuvo la oportunidad
de defenderse desde la máxima tribuna de la Cámara de Diputados,
a Bejarano sólo se le permitirá hablar 15 minutos desde un
rincón del recinto legislativo.
Videos y mentiras
La historia de los videoescándalos se empezó
a escribir el primero de marzo de 2004, cuando El Noticiero que
conduce Joaquín López Dóriga exhibió una videocinta
en la que se ve al entonces secretario de Finanzas del GDF, Gustavo Ponce,
realizando apuestas en un casino de Las Vegas, en Estados Unidos. Era el
inicio de una campaña que hasta la fecha no se detiene contra el
gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Luego, la mañana del 3 de marzo, el entonces presidente
de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), René Bejarano,
fue entrevistado en el noticiario En Contraste, que conducían
Adela Micha y Leonardo Kourchenko, de Televisa. Al finalizar el programa,
ahí, una persona lo invitó a una entrevista en el programa
El Mañanero, cuyo titular era Brozo. Aceptó
sin saber que el panista Federico Döring había llevado una
de las videocintas de Carlos Ahumada, en la que Bejarano llena un portafolios
con dólares.
El encuentro había ocurrido el 29 de julio de 2003,
y coincidía con el día en que se cumplieron 20 años
del desafuero de Díaz Serrano. Después del programa, Bejarano
solicitó de inmediato licencia al puesto de coordinador de la fracción
perredista y a la presidencia de la Comisión de Gobierno de la ALDF,
y dejó su curul para que las autoridades judiciales lo investigaran.
En una parte del material exhibido en El Mañanero,
Bejarano expresó lo que se considera su propia sentencia: "Si algún
día tengo que pagar un costo por jugármela contigo (Ahumada),
lo pagaré".
Ese mismo día se confirmó que en febrero
Ahumada había presentado, ante la Procuraduría General de
la República (PGR), una denuncia de hechos por amenazas y extorsión.
Esta querella fue interpuesta luego que, el 28 de enero del presente año,
el GDF detectó el cobro indebido de más de 31 millones de
pesos por seis empresas ligadas al grupo Quart, consorcio de Ahumada.
El propio López Obrador aseguró que la difusión
de la videocinta sobre Bejarano era una respuesta a las acciones judiciales
que su gobierno emprendió contra directivos de las empresas de Quart.
Así, el 16 de marzo la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) solicitó a la Cámara
de Diputados iniciar un juicio de procedencia (desafuero) contra el asambleísta,
para proceder por la vía penal. A partir de ese momento Bejarano
desapareció de la vida política y de los medios y se concentró
en su defensa jurídica.
Expresó su extrañamiento por la solicitud
de desafuero de las autoridades capitalinas. "Me quieren convertir en un
chivo expiatorio, en rehén político", dijo, y fue cuando
acuñó la famosa expresión: "No soy el único,
actué por solicitud expresa de algunos personajes políticos".
Hoy se sabe que al menos uno de ellos, según él, es Rosario
Robles Berlanga, ex presidenta nacional del PRD.
Mientras espera la determinación del Poder Legislativo,
la PGJDF no puede consignar el expediente ante los juzgados penales ni
solicitar orden de aprehensión contra Bejarano.
Los reveses judiciales
Este largo camino por la justicia que enfrenta el ex dirigente
perredista no ha tenido el éxito que esperaba. Los jueces federales
le han negado varios amparos. El primero, para poder viajar al extranjero;
otro, para impedir la intervención y congelamiento de sus cuentas
bancarias, y el último fue cuando la Suprema Corte de Justicia de
la Nación decidió no atraer un juicio para darle la protección
judicial contra el proceso de desafuero que se inició en su contra
en San Lázaro. Al conocerse las demandas, la PGJDF reforzó
la vigilancia policiaca sobre Bejarano.
El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal
no aceptó a la PGJDF las tres solicitudes que realizó para
que se girara orden de arraigo domiciliario contra el hasta ayer diputado
local con licencia y evitar así su fuga.
Para el 29 de septiembre, nueve días antes de la
fecha programada para que la Cámara de Diputados se instalara como
jurado de procedencia, las bancadas decidieron que la sesión se
pospusiera hasta hoy 4 de noviembre.
Por unanimidad, el 23 de octubre los integrantes de la
sección instructora de la Cámara de Diputados determinaron
la procedencia del desafuero de Bejarano, al sustentarse tres de las cuatro
imputaciones que le hace la PGJDF.
Al diputado con licencia se le acusa de operaciones con
recursos de procedencia ilícita, delitos electorales y promoción
de conductas ilegales. La acusación por cohecho no se consumó
y, por tanto, fue desechada, según consta en el dictamen de más
de 300 fojas, el cual fue entregado un día después a la mesa
directiva de la Cámara de Diputados.
Al conocer la determinación de la sección
instructora, la diputada Dolores Padierna, esposa de Bejarano, explotó
contra la ex jefa del GDF: "Nosotros no somos los corruptos. Rosario Robles
debe ser la pieza principal de investigación. Otros son los corruptos".
Dos días después, el legislador con licencia rompió
el expediente en que consta su proceso de desafuero, después de
arrebatar el documento a María Guadalupe Ordóñez y
Chávez, notaria pública número 81.
La última batalla jurídica para no ser desaforado
la perdió Bejarano el 27 de octubre de 2004. Ese día, como
se apuntó arriba, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación decidió no atraer un juicio que el político
promovió contra el proceso de desafuero.
Pero Bejarano no cede y seis días antes de su desafuero
amenazó con entregar pruebas de que el caso de los videoescándalos
es producto de una conspiración en la que Robles se alió
con Carlos Salinas "para afectarlo y dañar al gobierno democrático
del Distrito Federal".
La videocinta exhibida en fechas recientes por la propia
PGJDF y las denuncias de Bejarano contra Robles no cambiaron la decisión
de las autoridades capitalinas de aprehenderlo una vez que pierda el fuero,
supuesto que hoy debe consumarse.
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