Carta al empresario

"Carlos, me rindo a cambio de tu libertad"

GUSTAVO CASTILLO Y JESUS ARANDA

Cuando el empresario Carlos Ahumada Kurtz fue deportado a México por el gobierno de Cuba, el 28 de abril pasado, traía consigo varios documentos, según consta en la averiguación previa AP PGR/SIEDO/UEJOFM/018/2004. Entre ellos figura una carta que dejó en la isla Rosario Robles Berlanga, ex dirigente nacional del PRD.

Los agentes del Ministerio Público que tomaron la declaración del empresario e hicieron la relatoría de los objetos que le fueron recogidos, Pedro Córdoba y Eduardo Martínez, describen así la misiva, cuya copia entregó ayer René Bejarano a la procuraduría capitalina:

"Una carta constante de cuatro fojas útiles con letra manuscrita con tinta de color azul, al parecer plumón, dirigida a 'Carlos' y que al parecer se refiere a una despedida entre dos personas..."

Estos son sólo algunos de los fragmentos tal como fueron transcritos en el expediente:

"No sé cuando nos (vamos a volver, tachado) volveremos a ver. Hoy te dejo aquí lejos de todo y de todas, no porque así lo hayas decidido, sino porque las circunstancias despiadadas te obligaron a ello (...).

"Para pedirte que no te venzas, que no (tachadura ilegible) dejemos que nos venzan, que por muy duro que parezca no estamos derrotados (...).

"(...) Lo sé, por eso no puedo perdonarme mi egoismo, mis deseos de salvarme sin saber que te estaba condenando a ti (...) Por eso, si es necesario, y a lo mejor llegó el momento de hacerlo, soy capaz de hincarme, de arrodillarme, de firmar mi carta de rendición para que a ti no te toquen. Tal vez llegó el momento de tocar una puerta y entregarme a cambio de tu libertad. O tal vez ya es demasiado tarde."