Sorpresa de priístas por la posición de Eduardo Espinoza, miembro de Los Chuchos

Diputado del PRD, en favor del dictamen

Dos mesas y un atril debajo de la tribuna, el escenario para parte acusadora y acusado

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

En la víspera del juicio de desafuero contra René Bejarano Martínez, el vicecoordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Eduardo Espinoza -de la corriente Los Chuchos-, se registró ante la Junta de Coordinación Política para hablar ante el pleno, erigido en jurado de procedencia, en favor del dictamen de la sección instructora, decisión que en el PRI se interpretó como un paso más hacia la confrontación interna de la bancada perredista en San Lázaro.

El anuncio de Espinoza provocó inclusive la sorpresa del vicecoordinador de los priístas, Wintilo Vega Murillo, quien le comentó: ''Si así están las cosas, el PRI pensará en no participar. Que el debate sea entre los perredistas. Tú deberías registrarte en contra''. La respuesta del legislador del sol azteca fue insistir en defender el dictamen.

Ayer, mientras un grupo de carpinteros y trabajadores de mantenimiento levantaron una tarima debajo de la tribuna, donde colocaron dos mesas y un atril que utilizarán el fiscal capitalino Juan Guillermo Ramos Espinoza y Bejarano con sus abogados, la Junta de Coordinación Política afinó los detalles de la sesión ordinaria de hoy, convocada exclusivamente para conocer y votar el dictamen de la instructora.

En ese espacio de gobierno de la Cámara, el Partido del Trabajo anticipó su voto en abstención -apresurado por la declaración errónea de la perredista Lizbeth Rosas, en el sentido de que los petistas votarían en contra-, y denunció que los pasos seguidos para el desafuero de Bejarano no son más que ''un ensayo para pavimentar el desafuero'' del jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador.

Un amigo, ausente

Ahí también se confirmó que para defender a Bejarano se anotaron las diputadas Lizbeth Rosas, Susana Manzanares y Rosa María Avilés, las tres relacionadas con el bejaranismo, y se conoció que el diputado priísta Roberto Campa Cifrián, amigo personal del asambleísta con licencia, anticipó que no asistirá a la sesión. Como no ha comunicado por escrito su inasistencia, la junta acordó que sólo se le descontará el día.

La sesión, estableció la junta, se iniciará a las 10 horas con la definición del quórum legislativo; luego, el presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones Rivera, presentará a consideración de la asamblea si proceden o no las solicitudes del PRD para recusar la participación en el debate de los diputados Federico Döring y Jorge Triana, ambos del PAN, porque han presentado sendas denuncias en contra de Bejarano.

Al recurso que en contra de los panistas presentaron Eduardo Espinosa y José Agustín Ortiz Pinchetti, sólo Triana respondió que este último no acreditó la personalidad jurídica para recusarlo, y Döring ni siquiera respondió.

El pleno deberá conocer ambos expedientes, porque son incidentes de previo y especial pronunciamiento, esto es, que deben desahogarse y resolverse antes de entrar al fondo de la sesión, como lo establece el artículo 35 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. Si el pleno decide discutir el punto, Döring y Triana tendrían derecho de hablar en tribuna para defender su participación en el juicio de desafuero.

Enseguida, como lo establece el artículo 20 de la misma ley, la mesa presentará una síntesis de las constancias procedimentales, o sea, del dictamen, pero el resumen que entregó ayer la mesa a la junta consta de 70 cuartillas, por lo cual la lectura del documento abarcaría casi tres horas más.

Concluido ese paso, tanto el fiscal como Bejarano tendrán 15 minutos para hablar, así como 15 más para réplica; luego saldrán del salón de plenos e iniciará el debate. La legislación establece que podrán hablar ''hasta seis'' diputados en favor y seis en contra durante cinco minutos cada uno, y al concluir la primera ronda el presidente deberá preguntar si el asunto está suficientemente discutido.

En caso de que la asamblea considere que sí, se dará paso a la votación y, concluida ésta, se notificará a la procuraduría capitalina, a la Asamblea Legislativa y al propio Bejarano Martínez.