México D.F. Viernes 22 de octubre de 2004
Desmiente Berlusconi plan de venta de sus televisoras
Luz verde de RTVE para crear un código en España contra la telebasura
DPA Y AFP
Madrid, 21 de octubre. La cadena pública Radio Televisión Española (RTVE) aprobó hoy un borrador para un código contra la llamada telebasura -encaminado a proteger so-bre todo el horario infantil- y la modificación o supresión de algunos programas, mediante el cual será creada la figura del defensor del radioyente y el telespectador.
El código incluye 30 normas que se centran en medidas de refuerzo para el control paterno, horarios de especial protección y contenidos prohibidos durante los mismos, criterios para la calificación de programas o tratamiento de los contenidos en horarios protegidos, explicó la directora general de RTVE, Carmen Caffarel.
La funcionaria no descartó la posibilidad de que algunos programas podrían ser suprimidos definitivamente, pues habrá que "mirar el articulado respecto de cada espacio y en la medida en que vayan en contra del mismo, lógicamente se quitará el programa o se modificarán sus contenidos".
Entre las pautas del código de RTVE para la protección de menores y eliminación de la telebasura destacan rubros como clasificación por edades, horario protegido, dignidad de las personas, violencia, sexo, ocultismo, drogas, programación, lenguaje, identificación de los menores y publicidad.
La vicepresidenta primera de gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, convocó para el martes próximo a los principales responsables de los canales de televisión para analizar la programación que se ofrece en el horario infantil, de las 6 a las 22 horas.
En Italia, el jefe de gobierno y magnate de los medios de comunicación, Silvio Berlusconi, tuvo que desmentir los insistentes rumores de su supuesto plan de vender una parte de la emisión de ondas audiovisuales, pues no en vano controla directa o indirectamente 90 por ciento del medio.
Según fuentes de prensa independiente, el dueño y señor de Fininvest, holding que controla Mediaset, además de la editorial Mondadori, la agencia de publicidad Publitalia y la productora y distribuidora de cine Medusa, entre otras, resolvería así eventuales problemas de orden político y familiar.
No es la primera vez que se habla de la posibilidad de que el primer ministro venda sus televisoras y se quede con otras ramas igualmente influyentes del grupo, como por ejemplo los diarios, que le permitirían tener mayor influencia política incluso cuando deje la jefatura del gobierno.
La idea, sostienen las malas lenguas, "no sólo le despejaría el campo" para llegar a la añorada Presidencia de la República y resolverle un eventual problema familiar, sino que también constituye un buen negocio ya que se deshace de canales que producen programas basura, que empiezan a saturar al público italiano.
Hace años Berlusconi estaba por vender sus canales al magnate australiano de prensa Rupert Murdoch, pero sus hijos mayores lo convencieron de que no lo hiciera.
Mediaset registra desde mediados de septiembre, con la introducción de la nueva programación, una notable caída de la au-diencia. Esta semana fue seguida sólo por 19.78 por ciento de los espectadores, contra un promedio habitual de 40 por ciento.
La batalla por la audiencia, que Mediaset solía ganar gracias a programas como Gran Hermano, la está perdiendo gracias a programas similares que produce la RAI, televisión pública que desde el próximo año será parcialmente privatizada.
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