Los acusan de "descarado nepotismo" y de desviar las cuotas sindicales

Desafían trabajadores al SUTERM; destituyen a dirigentes oaxaqueños

Advierten que realizarán movilizaciones si Rodríguez Alcaine no respeta la decisión

Incondicionales del depuesto líder provocaron una riña para reventar la asamblea

FABIOLA MARTINEZ

Integrantes de la sección 82 del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), ubicada en Oaxaca, destituyeron a la dirigencia local de este gremio, acusada de no vigilar el cumplimiento del contrato colectivo y de haber incurrido en "descarado nepotismo" y enriquecimiento a partir del manejo turbio de las cuotas sindicales.

Es la primera vez que trabajadores afiliados al SUTERM logran un cambio de esa naturaleza. Hasta hoy, es común que los promotores de la disidencia sean relegados e inclusive despedidos de su empleo por exigir cuentas a sus líderes. En años recientes sólo ha habido casos aislados, como en el valle de México, en los que planillas opositoras ganan elecciones seccionales.

La asamblea general ordinaria en la que fueron destituidos José Luis Rey Leyva y su equipo -al frente de la sección 82 desde hace 11 años- se llevó a cabo el pasado lunes en la capital oaxaqueña. La mayoría de los 480 sindicalizados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en esa entidad aprobó el cambio de dirigencia. Del resultado de este conteo dio fe un notario público.

De inmediato, el Comité Ejecutivo Nacional del SUTERM, que encabeza desde 1975 el también líder de la Confederación de Trabajadores de México Leonardo Rodríguez Alcaine, envió a uno de los suyos para intentar sofocar el conflicto, mediante la realización de una reunión extraordinaria que finalmente derivó en una refriega entre los trabajadores.

De acuerdo con la versión de varios empleados, entrevistados vía telefónica por este diario, el grupo allegado al destituido dirigente planeó reventar la asamblea, toda vez que desde el inicio de la misma repartió botellas de mezcal.

Luego de varias horas en las que Víctor Fuentes del Villar (brazo derecho de Rodríguez Alcaine en la tarea de apaciguar a la disidencia) escuchó las denuncias contra Rey Leyva, empezaron los insultos y golpes entre los integrantes del SUTERM.

Lo más lamentable de todo, según testimonios de trabajadores, "fue que los ex dirigentes sindicales instigaron a sus incondicionales, quienes para entonces ya estaban en estado de ebriedad. Así se vio al hermano del destituido secretario de Trabajo, Freniot Arreortua. Primero empezaron con agresiones verbales y después pasaron a los golpes. Aprovecharon que la gente ya estaba cansada, aburrida, luego de más de seis horas de asamblea. Ese fue el momento preciso para aprovechar los efectos del mezcal".

Y como ocurre siempre que se pretende reventar las asambleas, ésta fue suspendida bajo el argumento de que no existían condiciones adecuadas para proseguir. Fuentes del Villar dejó en claro que su presencia era exclusivamente para recabar información que entregaría de inmediato a Rodríguez Alcaine sobre la situación que priva en la sección 82. Incluso afirmó a los trabajadores que se emitiría la convocatoria para una elección extraordinaria.

Los trabajadores no confiaron en el cumplimiento de las promesas. "Fuentes del Villar sólo nos vino a dar atole con el dedo, con el propósito de ganar tiempo y desinflar al movimiento", dijo uno de los promotores de la destitución de Rey Leyva, a quien acusan no sólo de "pasar de ser un muerto de hambre a personaje rico, propietario de automóviles de gran lujo", a partir del manejo de cuotas, sino de "usar descaradamente las plazas en favor de integrantes de las familias Arreortua y Rey, entre otras".

Lo anterior aun cuando Fuentes del Villar y el coordinador regional de la división sureste de este gremio, Ezequiel Menjueiro, escucharon y recibieron pruebas que sustentan la voluntad de la mayoría para proceder a la destitución, así como la exigencia para que el comité ejecutivo cumpla su promesa y resuelva sobre el particular "a más tardar el lunes 18", en estricto apego a lo que disponen los estatutos del SUTERM.

Los trabajadores consultados advirtieron que de no obtener respuesta inmediata de la dirigencia nacional no abandonarán las instalaciones de la sección 82, ubicadas en la calzada San Felipe del Agua, en la capital oaxaqueña, e iniciarán de inmediato movilizaciones en la calle.

Pidieron a Rodríguez Alcaine "respetar y hacer respetar la voluntad de la inmensa mayoría" de los cerca de 480 agremiados que atienden la distribución y comercialización de energía eléctrica en aquella entidad.

La suerte que han tenido la mayoría de los trabajadores disidentes en el SUTERM ha pasado de sanciones administrativas al despido, como es el caso de Jesús Navarrete, quien encabezó una planilla para contender por la dirigencia nacional de ese gremio. Tres años después fue despedido, y quienes son identificados como parte de la Coordinadora Democrática de Electricistas padecen situaciones similares.

Cabe recordar que, aun con el aparato de control que posee el SUTERM en casi todo el país, en 1999 miles de electricistas viajaron a la ciudad de México para participar en una marcha sin precedente, en contra de la privatización de la CFE.