México D.F. Sábado 16 de octubre de 2004
Miles de soldados desplegados; intensos ataques
nocturnos por aire y tierra
Ofensiva de EU sobre Fallujah en represalia a atentados
suicidas
El gobierno iraquí exige a la población
entregar a Zarqawi; "imposible" hacerlo: líderes civiles
La ciudad está lista para armarse y defenderse,
advierte vocero del consejo religioso local
KIM SENGUPTA THE INDEPENDENT
Bagdad, 15 de octubre. Miles de soldados estadunidenses
se han desplegado en la ciudad rebelde de Fallujah, tras una noche de incansables
ataques aéreos y terrestres, en respuesta a los atentados suicidas
cometidos el jueves en la Zona Verde de Bagdad, bajo control de las fuerzas
de ocupación.
La ofensiva, respaldada por fuerzas iraquíes, equipadas
con tanques y artillería, ocurre después de que el gobierno
interino amenazó con reaccionar, a menos que Fallujah entregue al
militante jordano Abu Musab al Zarqawi, quien reivindicó las explosiones
en la Zona Verde.
Los ataques comenzaron horas después de que se
lanzó un ultimátum la noche del jueves. El viernes las fuerzas
estadunidenses arrestaron a Khaled al Jumaili, el principal negociador
de la ciudad en las recientes pláticas con el gobierno, al igual
que al jefe de la policía y a dos de sus colaboradores de más
alto rango.
Al
Jumaili fue detenido al salir de la mezquita este viernes, y los otros
cuando intentaban huir con sus familias a la vecina localidad de Habaniyah.
Líderes civiles de Fallujah señalaron en
que la exigencia del primer ministro interino, Iyad Allawi, de entregar
a Zarqawi es "una condición imposible de cumplir". Señalan
que los estadunidenses, con todo su poder armamentístico y tras
haber ofrecido una recompensa de 25 millones de dólares, no han
logrado atraparlo.
Abu Assad, vocero del Consejo Religioso de Fallujah, indicó:
"dado que ya agotamos toda posibilidad de soluciones pacíficas,
la ciudad está lista para armarse y defenderse".
El despliegue del viernes es el más grande en esta
ciudad desde la ofensiva estadunidense de abril pasado, que resultó
en la muerte de estadunidenses, incluidos cuatro contratistas que fueron
linchados.
Las fuerzas estadunidenses se retiraron tras varias semanas
de combate, pero la furia provocada por la ofensiva, que mató a
unos 600 iraquíes, fue el catalizador de la violenta insurgencia
que se ha incrementado desde entonces.
El ataque de el viernes coincidió con el primer
día del mes sagrado musulmán del Ramadán. En ese contexto,
clérigos convocaron a la desobediencia civil en todo Irak si los
estadunidenses continúan su avance y amenazaron con declarar la
guerra santa contra las fuerzas de la "coalición". Un comunicado
leído afuera de las mezquitas sunitas de todo Irak afirma: "Al Zarqawi
se ha convertido en el pretexto para aplastar hogares y asesinar a inocentes.
Es una mentira, igual que la de las armas de destrucción masiva".
Autoridades estadunidenses e iraquíes sostienen
que las operaciones militares durante el Ramadán son justificadas
porque se cree que los insurgentes piensan usarlo para planear sus ataques,
como se supone ocurrió el año pasado.
En tanto, el coche bomba que estalló el jueves
cerca de una estación policial en Bagdad iba cargado con 300 kilos
de explosivos y mató a 10 personas.
A su vez, el ejército estadunidense advirtió
que las operaciones en Fallujah continuarán. "Las unidades están
avanzando. Su misión es destruir la capacidad del enemigo de perpetrar
ataques terroristas en esta área, específicamente en la ciudad
de Fallujah. Se hará todo lo necesario para conseguirlo", dijo Lyle
Gilbert, una portavoz quien, sin embargo, negó "estar al tanto"
de que hubiera planes para recapturar la ciudad. "Se continúa con
la operación, se está disparando contra objetivos de oportunidad",
agregó.
Según el ejército, han sido impactados "dos
centros de planeación de Al Zarqawi", depósitos de armas,
escondites y puestos de control insurgentes.
Anteriormente se informó de combates en el norte
de Fallujah, cuando fuerzas estadunidenses avanzaban hacia el oeste, que
mediante altavoces exigían a los insurgentes entregar sus armas
mientras alertaban: "Estamos ingresando en Fallujah".
Esta mañana, médicos afirmaron que al menos
ocho personas murieron y otras 12 resultaron heridas en los ataques estadunidenses.
Pero más tarde, las fuerzas de ocupación rodearon la ciudad
con bloques de concreto, por lo que no han trascendido nuevos saldos de
víctimas.
Según algunos habitantes de Fallujah, que han logrado
burlar puestos de control, tanques y vehículos blindados en torno
a la localidad, los insurgentes esperan más ataques nocturnos.
Mazin Younis, activista de los derechos humanos nacido
en Irak y que creció en Manchester, estaba en Fallujah cuando supo
de los bombazos en la Zona Verde y de las víctimas estadunidenses.
Señaló: "La noticia se extendió muy rápidamente
y todos esperaban que los estadunidenses atacaran. Fallujah ya está
medio abandonada. Todos lo que podían huir ya lo hicieron. Ningún
conocido mío sabe algo de Zarqawi. Creen que es el coco inventado
por Estados Unidos".
Tanto Allawi como George W. Bush han prometido que las
ciudades fuera del control del gobierno serán recapturadas antes
de las elecciones de enero próximo. Sin embargo, la ofensiva de
abril pasado y sus consecuencias fueron objeto de amplias críticas.
El comandante de marines en Irak cuyas tropas llevaron a cabo el
asalto afirmó que él no estuvo de acuerdo con la orden de
atacar.
Además, la ofensiva destruyó una fructífera
cooperación para la reconstrucción con los habitantes de
Fallujah. El teniente general James Conway expresó: "Sentimos que
teníamos un método que queríamos aplicar en Fallujah,
y teníamos que dejar que la situación se estabilizara antes
de llegar a atacar por venganza. Me pregunto lo que hubiera pasado de haber
podido seguir con nuestro plan".
Un contratista británico herido en los estallidos
del jueves en la Zona Verde, Michale Fitzpatrick, narró. "estaba
en el restaurante Green Zone Café. Luego ocurrió esta explosión
increíble, que me lanzó por los aires. Creí que había
muerto, pero cuando me puse de pie vi que estaba en llamas. Junto a mí
había una mujer que también se estaba quemando. Le dije que
Jesús la amaba y que vendrían a ayudarnos".
Fitzpatrick, quien ha estado 10 años en la Legión
Extranjera francesa, dijo: "Estuve dentro de una bola de fuego y sobreviví.
Sólo quiero volver a casa e ir a pescar".
©The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
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