México D.F. Sábado 16 de octubre de 2004
Propone el jefe de Gobierno del Distrito Federal
distender el clima político
Veta Diego Fernández presencia de López
Obrador en el Senado
Se opone a la realización de un foro sobre democracia
en AL, porque considera que es para el lucimiento del "precandidato del
PRD"
ANDREA BECERRIL
Desde su posición como presidente del Senado, Diego
Fernández de Cevallos trata de impedir que se lleve a cabo en el
patio central de Xicoténcatl el coloquio Desarrollo de la democracia
en México y América Latina, organizado por el PRD, al
que están invitadas personalidades del continente, sólo porque
uno de los ponentes es el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador.
"Hasta donde mi fuerza política me lo permita,
me voy a oponer al mal uso de las instalaciones del Senado; éste
no puede ser un salón de usos múltiples" para actos que buscan
"el lucimiento del precandidato del PRD a la Presidencia", sostuvo Fernández
de Cevallos.
En entrevista aparte, el perredista Jesús Ortega
dijo que la solicitud para realizar ese foro en las instalaciones senatoriales
la turnó a la mesa directiva, porque Fernández de Cevallos
"no es el dueño del Senado" y preguntó si la animadversión
y el odio del panista contra López Obrador lo llevarán a
tratar también de impedir que el jefe de Gobierno comparezca ante
las comisiones que dictaminan la reforma al artículo 122 constitucional.
"Nada más falta que Diego considere también
que es un acto de proselitismo y se niegue a que se convoque a López
Obrador al Senado para discutir el impacto de la reforma constitucional",
recalcó Ortega, para quien es "una barbaridad y un despropósito"
que se niegue el patio del Senado para un coloquio sobre la democracia
en México y América Latina.
Tanto en entrevistas como en declaraciones posteriores
en noticiarios radiofónicos, Fernández de Cevallos se lanzó
de nuevo contra López Obrador quien, dijo, "se la pasa entre chistoretes,
mariconadas y agresiones".
Insistió en que ese coloquio que organiza la bancada
del PRD y al que están invitados el sandinista Víctor Tirado,
el embajador de México ante la OCDE, Carlos Elizondo Mayer-Serra,
así como miembros de la Internacional Socialista, entre muchos otros,
"es un foro central para el lucimiento de López Obrador". Colérico,
agregó, "el Senado no puede ser utilizado así, ¡ya
es bastante vergüenza lo que sucedió en la Cámara de
Diputados para que ahora me preste a este tipo de eventos, con el riesgo
que ya se ve en el puro enunciado y no estoy para ello!, por eso sencillamente
me opuse".
Exaltado, el senador y litigante insistió en su
argumentación: "no se puede justificar un evento más y otro
más de violencia, de vulgaridad, de atraco, de cinismo y que una
pandilla de violentos y un grupo de sinvergüenzas esté haciendo
de las suyas".
Dijo que ese tipo de actos sobre democracia en América
Latina son interesantes, pero "se prestan para todo". Destacó que
cuando analizó la petición de Ortega para utilizar el patio
central del Senado para ese coloquio, se encontró con que a él
como presidente de esa cámara le tocaba inaugurar el acto, junto
con el priísta Enrique Jackson, y de inmediato "se abría
una mesa, donde participaba como figura central el señor López
Obrador con algunos otros invitados, cuyos nombres ni siquiera recuerdo,
después otras mesas, como de relleno".
Para colmo, agregó, "en el último día
de ese coloquio el único participante es el senador Ortega. Me pareció
claro el sesgo de este asunto, de llevar al Senado al precandidato del
PRD a la Presidencia. Es como si alguien quiere hacer un coloquio sobre
la mariposa monarca y me dicen que van a ir Santiago Creel o Felipe Calderón
a dar una conferencia y hago un relleno con otras personalidades para justificarlo".
En entrevista aparte, Jesús Ortega señaló
que sólo alguien con una visión muy torcida o ánimo
revanchista puede ver afanes proselitistas en un foro en el que van a participar
legisladores, académicos, luchadores sociales y políticos
de Argentina, Nicaragua, Bolivia, Costa Rica y México para hablar
sobre la consolidación de la democracia a partir del informe reciente
de Naciones Unidas sobre ese tema.
"Pedimos el patio de Xicoténcatl para llevar a
cabo ahí la inauguración, le pedimos a Fernández de
Cevallos que participara, en su calidad de presidente, y también
invitamos a López Obrador a que sea ponente en la primera mesa del
coloquio. ¿Qué hay de malo en ello?", preguntó.
Ortega explicó que el próximo martes la
mesa directiva que preside Fernández de Cevallos deberá dar
una respuesta a su petición y de imponerse el criterio del panista
de todas formas se llevará a cabo el coloquio en las instalaciones
de la bancada perredista o en otro sitio.
Lo preocupante, señaló, es ese "afán
enfermizo" de Fernández de Cevallos de tratar de impedir que López
Obrador vaya al Senado. Agregó que sólo falta que el panista
se oponga también a que el jefe de Gobierno comparezca ante los
senadores de las comisiones que dictaminan la minuta sobre la reforma al
artículo 122 constitucional.
"¿Va a resistirse a que López Obrador exponga
sus puntos de vista sobre esa reforma que afecta directamente al Distrito
Federal?", preguntó Ortega, e hizo notar que afortunadamente esa
postura cerrada, de "animadversión" hacia López Obrador no
la comparten la mayoría de los senadores del PAN.
Responde al enojo de sus adversarios
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Ante el "endurecimiento" y la "histeria" de sus adversarios
políticos, enmarcados por los ataques contra su gobierno por la
reforma al artículo 122 constitucional, la toma de la Cámara
de Diputados y el espionaje político, Andrés Manuel López
Obrador propuso ayer distender el ambiente político.
"Hay mucha histeria entre nuestros adversarios, algunos
hasta se están engorilando, los noto muy duros en contra
de nosotros", señaló el mandatario capitalino, absteniéndose
de citar nombres.
Su propuesta, sin embargo, no fue pretexto para privarse
de seguir haciendo escarnio del asunto del espionaje al anunciar que en
adelante responderá a algunas preguntas mediante señas, sobre
todo aquellas que se refieran al presidente Vicente Fox, porque "hay mucha
golondrina en el alambre".
Y tras señalar esto ensayó algunas combinaciones:
primero, colocó la diestra en señal de alto, y corrigió
en seguida al recorrer con la mano derecha los bordes de una imaginaria
banda presidencial, bajando en bandolera del hombro izquierdo hacia su
costado derecho. Luego repitió la mano en alto, para concluir
haciendo con los dedos índice y medio la "V" de la victoria, con
la connotación -que no es nueva en él- de "amor y paz".
Quedaron pendientes, sin embargo, las señas que
usará para referirse a los secretarios de Gobernación, Santiago
Creel, y de Hacienda, Francisco Gil Díaz, aunque de este último,
"a su alteza serenísima", ofreció también "amor y
paz".
Y para no contestar las preguntas que pedían su
opinión sobre las declaraciones de ambos funcionarios, debido a
que Creel tachó de "mentirosos y cobardes" a quienes lo acusan de
estar detrás del espionaje político en contra de funcionarios
del gobierno de la ciudad y diputados del PRD, mientras que Gil Díaz
recomendó no hacer caso de lo que dicen los economistas, el jefe
de Gobierno capitalino las evadió argumentando que ya había
habido mucha "bulla" en el transcurso de la semana y además, "hoy
es viernes".
Lamentó, no obstante, que uno de los saldos de
esta semana sea el que estén sujetos a espionaje el secretario de
Gobierno, Alejandro Encinas Rodríguez, y el subsecretario Martí
Batres Guadarrama.
"Imagínense, cuando hablamos de acoso, cuando decimos
que hay un plan de ataque, que es uno tras otro, nos dicen: 'no, exageran',
pero no es así, pues lo que quedó en la semana es espionaje,
intervención telefónica. Ahí están los hechos",
apuntó.
Por su parte, el secretario de Gobierno capitalino, Alejandro
Encinas Rodríguez, pidió al titular de Gobernación,
Santiago Creel, que se serene y se dedique a cumplieron con su responsabilidad
como encargado de la política interior del país.
En cuanto a los señalamientos que hizo Creel el
pasado jueves, Encinas reclamó que el funcionario federal quede
más como "factor de confrontación", que como un garante de
la política interior mediante el entendimiento, el diálogo
y el acercamiento entre los partidos políticos y entre los poderes
de la Unión con los gobiernos locales.
"Hay una crisis institucional en el país y si esto
no se encauza debidamente puede tomar proporciones mayores. Creo que es
el momento en que no deben exaltarse los ánimos, la política
no es un asunto de 'machitos', de 'hombrecitos' o de 'cobardes', es un
asunto de capacidades y responsabilidades en las que todos tenemos que
entender cuál es nuestra función dentro de la administración
pública", advirtió Encinas.
No descartó que pronto se establezca una relación
institucional, luego de que Gobernación, mediante la delegación
metropolitana del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen),
comenzó a buscar entrevistas con los diferentes jefes delegacionales,
en relación con los informes que se les entregaron por la reforma
del artículo 122 constitucional.
"Creemos que lo que debe darse es una relación
institucional, establecer contacto con la Secretaría de Gobernación,
con las áreas responsables para seguir un mecanismos de coordinación
institucional, independientemente de nuestras diferencias, y de esa manera
tener nosotros también claridad de lo que está haciendo Gobernación
en la ciudad", apuntó.
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