México D.F. Lunes 11 de octubre de 2004
"Si los poderes político y económico
no cambian, se preparan las insurrecciones de mañana"
El populismo puede ser el camino hacia la democracia
radical: Houtart
Asegura el sociólogo belga que el temor que se
tiene a este término es "pura ideología"
KARINA AVILES
El
populismo entendido como la radicalización de las políticas
en favor del pueblo puede ser un puente para hallar el camino hacia una
democracia radical y el hecho de utilizar ese término como un concepto
que debe despertar temor "es pura ideología", afirmó el sociólogo
belga François Houtart, uno de los grandes impulsores del Foro Social
Mundial.
El también director del Centro Tricontinental advirtió
que "si llegamos a situaciones donde el poder político y económico
no acepten cambiar, estaremos preparando las insurrecciones de mañana.
Eso es absolutamente seguro".
Houtart realizó una visita a México para
participar en un ciclo de conferencias en la Universidad Nacional Autónoma
de México, estancia en la que hizo un espacio para platicar con
La Jornada. En principio, señala que el neoliberalismo ha
causado varios efectos que van contra la participación democrática,
aún en la democracia representativa.
Ejemplo de ello es la instrumentalización de lo
político por los poderes económicos que provoca que las decisiones
de los estados-nación sean menos eficaces. Otra de las consecuencias
es la individualiza-ción de la cultura mediante la que una parte
importante de la población adopta una postura en donde lo único
importante es la vida personal. Lo anterior, indica, crea un ambiente negativo
en la participación política que se refleja en el voto.
Expresa que los caminos para "radicalizar la democracia",
como lo establece el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, son los
de incentivar una democracia participativa -en la que la población
tenga un poder de intervención real- y no sólo representativa.
Sin embargo, reconoce, es difícil decir qué tan rápido
será este proceso como para evitar una irrupción violenta,
porque el uso de la violencia depende de una acumulación de factores,
entre ellos los ataques a los sectores vitales y la falta de democracia.
-¿Pero hay tiempo para reinventar la democracia
ante un contexto en el que gran porcentaje de la población vive
en el límite?
-Su pregunta es vital. Tomo el ejemplo de Sri Lanka, donde
ya hubo dos revueltas de jóvenes rurales. Una, en 1972, que yo viví,
y en donde la represión alcanzó los 10 mil muertos; y la
otra, en 86-87, después de la aplicación del programa de
ajuste estructural del Fondo Monetario Internacional, en la que la represión
cobró 60 mil muertos.
"Estas son expresiones de imposibilidad de seguir viviendo,
el problema es que, a veces, como en este caso, eran movimientos que tenían
objetivos totalmente utópicos o que no tenían objetivos.
Eran más revueltas que revoluciones y eso es dramático porque
generalmente terminan con una represión sangrienta que no ayuda
a hacer progresar la causa. Pero si llegamos a situaciones donde el poder
político y económico no acepte cambiar, estamos preparando
las insurrecciones de mañana."
-Hay gobernantes que les dicen a sus pueblos que no existe
otra vía más que el neoliberalismo, aunque muchos ni siquiera
se atreven a usar esa palabra, ¿qué opina?
-Es típico de gente del poder que de hecho está
ligada a la acumulación del capital. Pero si (el neoliberalismo)
es una construcción humana y no un hecho de la naturaleza o la voluntad
divina, claro que se puede cambiar.
-¿El populismo en América Latina, no el
de Menem o Fujimori, podría ser un puente para hallar el camino
a esta democracia radical?
-Bueno, todo depende de la definición. Si el populismo
significa radicalizar las políticas en favor del pueblo, sí,
evidentemente. Es verdad que cambiar el capitalismo significa cambiar un
modo de producción y eso no se hace en un día. El capitalismo
ha tomado cuatro siglos para construir las bases de su propia organización
y no vamos a construir otro modelo de producción en una generación.
"Esto significa que debemos tomar medidas precisas e inmediatas
para preparar o construir poco a poco una nueva situación y responder
a la de los que no pueden esperar hasta mañana."
-Entonces, ¿puede ser un puente, siempre que se
entienda bien el concepto?
-Exacto, no me gusta utilizar mucho la palabra porque
el término es tan despreciado, pero es la experiencia bolivariana
en Venezuela, que no es una revolución socialista de tipo comunista,
pero es una revolución que realmente cambia la suerte del pueblo
y puede preparar cambios fundamentales en el futuro.
-Le pregunto esto porque en los últimos tiempos
hemos escuchado a gobernantes y representantes del capital que dicen que
otra de las amenazas es el populismo.
-El hecho de utilizar la palabra populismo como una cosa
que se debe temer es pura ideología y es el peligro de utilizar
palabras ambivalentes.
"El socialismo tiene también varios sentidos, ¿quién
es el socialista, Tony Blair, Schroeder o Pol Pot? Todos se dicen socialistas
y, ¿qué es socialismo? Primero debemos definirlo en función
de cómo se construye un sistema que permite a toda la gente tener
acceso a los recursos y la posibilidad cultural de acceder a la salud,
a la educación, etcétera. Eso es el socialismo. Pero yo prefiero
hablar en función de los objetivos que de los adjetivos."
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