ASTILLERO

Julio Hernández López

Tres arbolitos

Presidencia agotada
Priísmo controlado
Perredismo desesperado

LA BATALLA DE San Lázaro tiene cuando menos tres ingredientes explosivos: el agotamiento de lo que quedaba de capacidad de gobierno del foxismo, la sustitución sobre la marcha que de esa voluntad política extinguida está haciendo la corriente priísta identificada con Carlos Salinas, y la desesperación de un perredismo descompuesto y primitivo que apuesta su futuro electoral en exclusiva a la carta del jefe de Gobierno capitalino que, a su vez, ya sólo tiene frente a sí el camino de la confrontación.

FOX YA NO gobierna, pero tampoco tiene eminencias grises que desde las sombras, o abiertamente, disimulen la abdicación temprana. La señora Marta se consumió en la búsqueda de su propia candidatura (ahora confiesa que se "engalla" porque se tacha de protagonistas a las mujeres que como ella sólo tienen como plataforma de lanzamiento una circunstancia conyugal, el tálamo como origen, las sábanas como manto protector, la intimidad como pasaporte financiado a lo público) y el suplente designado para la búsqueda de la silla en 2006, Santiago Creel, apenas atina a gobernarse a sí mismo (ayer ese funcionario se congratulaba, en entrevista con Carlos Loret de Mola, en W Radio, de que los actores políticos vayan decantándose, definiendo sus diferencias; fascinado ese hombre de Bucareli por la división política que iría poniendo a cada quien en su lugar; tesis de candidato que no puede valer para un secretario de Gobernación). No hay nadie que salve la combinación de hastío, cansancio y amargura que domina el ánimo presidencial. El Grupo Guanajuato se ha quedado dueño de un aparato gubernamental desfondado, que si acaso sirve para hacer redituables favores a amigos y protegidos, entre ellos los hijos de la señora Marta, que en cuatro años han resultado muy exitosos empresarios, y los hermanos del buen Vicente, que también salieron buenos para los negocios al amparo del poder. Pero, en esos parajes desolados, la única obsesión persistente de Fox es el exterminio del peje incómodo, ya sea esa fijación por razones propias, por vengativas inducciones conyugales o, desde luego, por encomienda de centros de poder como Washington y las grandes corporaciones trasnacionales.

EL PRI MADRACISTA tiene hoy el control político del país. Los éxitos electorales de este año (echando mano de cartas desprestigiadas, reciclando con cinismo lo peor de su nómina oscura) presagian (sobre todo si se descarrila a AMLO) el retorno tricolor a Los Pinos, pero desde ahora la casa presidencial depende en los asuntos esenciales de lo que tenga a bien decidir el partido de las víboras prietas y las sanguijuelas (cuán irónico resultará que el foxismo negocie la devolución del poder al PRI en 2006 a cambio de impunidad para señores y señoras judicialmente procesables). Un punto donde se han estrechado las complicidades es el del combate contra López Obrador: ni en el mejor de sus sueños podrían los estrategas del foxismo (bueno, de alguna manera hay que llamarlos) diseñar y sostener una campaña contra Andrés Manuel como la que hasta ahora se ha desarrollado, con trampas jurídicas agrarias, videoescándalos, procesos de desafuero y, ahora, hachazos presupuestales en materia educativa. Tras esas maquinaciones han estado cerebros brillantes del priísmo que mejor controlan a Fox al ofrecerle tramas deslumbrantes que al implicarlo lo hacen luego víctima de chantajes y manipulaciones. La presencia estelar de Manlio Fabio Beltrones en estos momentos también aumenta la percepción de que han sido desempolvados los manuales de la desestabilización y la provocación (aprovechando, desde luego, con inteligencia, la imprudencia y la inconsistencia del adversario al que nunca se ha querido ver ni oir).

LOS PRESUNTOS HEROES asambleísticos que tomaron el martes San Lázaro son, en su gran mayoría, aplicados practicantes de las peores artes políticas de la izquierda (oportunismo, grupismo, pasión por el presupuesto y las prebendas, ideología elemental fácilmente caricaturizable), pero no sólo queda en ellos la carga negativa de lo que es el perredismo. De hecho, ese partido pasa por el peor de sus momentos, dominado por grupos de baja estofa, como el de los Chuchos, o por burócratas sin respeto a sí mismos, como Leonel Godoy, que sigue haciéndose pasar por presidente de ese partido a pesar de la derrota letal que sufrió en el caso Tlaxcala. Pero ese conjunto de aberraciones políticas tiene un rayito de esperanza para el futuro electoral inmediato: la candidatura presidencial del actual jefe de Gobierno. Así como René Bejarano, Gustavo Ponce, Carlos Imaz u otros emblemas de la descomposición ética del perredismo fueron piezas importantes del equipo de gobierno de la capital, así están en lista de espera personajes de similar catadura a quienes los videos no han alcanzado a develar. La esperanza ciudadana que haya despertado por sí mismo López Obrador ya ha sido puesta en las bandejas del oportunismo por activistas que lo mismo toman recintos legislativos federales que movilizan (como sucederá hoy en torno a San Lázaro) contingentes de corte corporativo, clientelar, santificado todo por la noble causa del presente y las expectativas de acomodos selectivos del futuro. El propio López Obrador recurre a fraseologías del echeverrismo clásico al considerar que la toma de San Lázaro no es buena ni mala sino todo lo contrario, tratando de eludir o de transferir la responsabilidad de lo sucedido en la Cámara de Diputados, respuestas escurridizas frente a realidades contundentes.

ESOS TRES ARBOLES (la presidencia abdicante, el priísmo resurrecto y el perredismo desesperado) forman parte del bosque al que hoy rondan botes de gasolina y cerillos bien dispuestos.

ASTILLAS: LAS ARMAS FUTBOLISTICAS nacionales se vistieron ayer de gloria frente al poderosísimo equipo de San Vicente y las Granadinas, país cuya totalidad de habitantes cabría en el estadio Azteca. La hazaña deportiva mexicana (al momento de redactar esta nota se ignora si el presidente Fox recibirá en Los Pinos a los héroes pateadores) fue ampliamente festejada en algunas transmisiones, como la de Televisión Azteca.

Fax: 5545-0473 [email protected]