México D.F. Lunes 4 de octubre de 2004
"En México la filosofía de servicio nunca arraigó en las empresas", asegura
En un entorno de improvisados, imposible profesionalizar la fiesta de toros: mercadólogo
Detrás de los operadores taurinos, todo un sistema protege su amateurismo, señala
LEONARDO PAEZ
"Cuando los aficionados fundamentalistas pretenden que la fiesta de toros en México camine por cauces de profesionalismo, competitividad, oferta atractiva de espectáculo, promoción moderna del mismo y coordinación eficaz entre las empresas taurinas de la capital y de los estados, simple y sencillamente están soñando."
Habla el director de marketing de una importante empresa y aficionado confeso a "no más de media docena de corridas anuales durante la temporada grande", quien por personales razones -"no veo el caso de mostrarme ante empresarios que decidieron mantener sus políticas taurinas, no obstante los resultados que hace años obtienen"- prefiere sumarse a la lista de entrevistados anónimos.
-ƑEs un sueño pretender que las cosas mejoren?
-Sobre todo en el caso de la función taurina, ya que por la misma índole del espectáculo, que depende de tantos sectores y factores, es ingenuo pretender que pueda sustraerse al caos más o menos organizado y "norteamericanizante" en que hoy se mueve el sector empresarial del país, principalmente tras los embates de una globalización para la que no se contó con prevenciones suficientes. En México la filosofía de servicio nunca arraigó en las empresas.
-Exigir profesionalización en la fiesta...
-Es otra gran ingenuidad -interrumpe- porque, te repito, buena parte del caos a que me refiero obedece precisamente al amateurismo que prevalece en todos los sectores del país. šPor favor!, ve a los egresados de nuestras universidades, ve la oratoria de políticos y curas, ve cómo manejan su comunicación oficial los funcionarios, ve la forma en que penetra la competencia desleal en el comercio organizado, ve la impotencia de las autoridades para castigar crímenes y secuestros, ve la impunidad de banqueros y concesionarios de medios, y así hasta el infinito. ƑSobre qué bases pretender que la fiesta de toros se profesionalice en un entorno general de improvisados?
-Entonces, el público de toros o los toma o los deja.
-Exactamente, y así ha sido siempre. Se ofrece un producto o servicio y el cliente sabe si satisface sus deseos o no. A pesar de su pasividad, el consumidor en México acusa ciertos rangos de exigencia y ya no antepone la costumbre o la tradición a la falta de correspondencia entre producto y precio, promoción y calidad del servicio, etcétera, y si a eso añades la inexistente competencia entre las dos empresas taurinas fuertes del país y el mediocre nivel de la crítica, apenas se puede creer que aún vaya gente a las plazas. Si en México hubiera asociaciones de tenedores de derecho de apartado y organizaciones no gubernamentales taurinas que presionaran a empresas, autoridades y gremios, quizá veríamos alguna reacción, pero ni los supuestamente interesados en preservar el espectáculo hacen nada por éste.
-ƑPúblico y empresas como corresponsables de la actual situación de la fiesta?
-Desde luego, y detrás de ambos un concepto raquítico de filosofía de servicio empresarial y un sistema político, económico y cultural desentendido de conciliar el cumplimiento de la ley con los negocios transparentes y profesionalmente llevados. Desde esta perspectiva, da lo mismo que sea Alfonso Gaona, un patronato taurino, Curro Leal, Rafael Herrerías o el que venga después, quien esté al frente de la Plaza México. Eso es lo de menos, no necesita ser un profesional, ya que el objetivo de la empresa no es ganar dinero mediante la oferta de espectáculo. Eso es obvio.
Con un doctorado por la Universidad de Oklahoma, el mercadólogo añade: "conmueve la candidez de los fundamentalistas taurinos, pues suponen que quemando a Herrerías en leña verde la fiesta brava de México retomará por ello el camino de la verdad y el esplendor de la época de oro. Esa improbable quema sería infructuosa ya que, repito, detrás de los operadores taurinos del país hay todo un sistema que protege su amateurismo y su despreocupada negligencia como promotores.
-ƑA preparar los funerales?
-Correcto. La fiesta brava de México, como muchas otras manifestaciones sin marco que las preserve, continuará su inevitable decadencia hasta ceder su reducido nicho de mercado a shows más de la época, del mismo modo que la Iglesia cede terreno todos los días ante la embestida de diversas sectas. No es el diablo, sino la expectativa de ver necesidades satisfechas.
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