México D.F. Domingo 3 de octubre de 2004
Obstaculiza Estados Unidos proyecto para anular
la deuda de los países más pobres
Se acepta fracaso para impulsar el desarrollo, pero
no hay propuestas
Reducir la pobreza se logrará hasta 2150, advirtió
el ministro de hacienda de Gran Bretaña
El Banco Mundial y el fondo se reúnen bajo un
estado de sitio tanto físico como intelectual
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 2 de octubre. Líderes
financieros mundiales reconocieron hoy que las iniciativas para abatir
la pobreza están fracasando y una mayor reducción de la deuda
redunda en más asistencia económica para el mundo en desarrollo,
y que la eliminación de barreras comerciales en el mundo avanzado
son esenciales, pero fallaron en tomar cualquier paso significativo hacia
esos objetivos durante la reunión anual del Banco Mundial (BM) y
el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Estados Unidos, al parecer, encabezó los esfuerzos
en la reunión de los secretarios de hacienda del Grupo de los 7
(G-7) este fin de semana para obstaculizar el financiamiento de propuestas
concretas para anular ciento por ciento de la deuda a los países
más pobres, aunque logró obtener un compromiso específico
para aliviar la deuda de Irak.
Miembros
clave del FMI y el BM acordaron, según declaraciones emitidas hoy,
estudiar propuestas para recaudar más fondos disponibles para el
desarrollo -incluida una propuesta del presidente Lula de Brasil para imponer
un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales. El comité
conjunto sobre desarrollo del FMI y el BM también giró instrucciones
al BM para revisar las controvertidas condiciones de privatización
y liberalización comercial impuestas a países en vías
de desarrollo a cambio del apoyo de estas instituciones multilaterales.
El FMI también lanzó otra advertencia -la
tercera en ese mismo número de días- sobre los efectos del
incremento de los precios de petróleo sobre el crecimiento económico
mundial. Hubo quien vinculó la advertencia de hoy con nuevos llamados
por promover la conservación energética entre los países
consumidores de petróleo y el mejoramiento de la transparencia en
el mercado petrolero entre los productores.
Pero tal como señalaron varios delegados hoy en
conversaciones breves con periodistas, hubo muchas declaraciones nuevas
y órdenes por nuevas investigaciones pero muy pocas decisiones sustantivas
de los líderes financieros internacionales sobre cómo ayudar
a los países pobres. En su 60 aniversario, las dos instituciones
realizan sus reuniones cupulares bajo un tipo de estado de sitio tanto
físico como intelectual.
Afuera, fuerzas de seguridad establecieron un perímetro
de seguridad de casi dos kilómetros (21 cuadras) en el centro de
Washington y hoy todos los que llegaban a las reuniones anuales estaban
obligados a pasar por cuatro retenes, con delegados llegando en autobuses
especiales con escolta policiaca. Este año, el sitio no era resultado
de manifestantes sino de los temores estadunidenses de que Al Qaeda u otras
fuerzas "terroristas" podrían decidir que estas reuniones eran un
blanco atractivo.
Dentro, hubo consenso en que ambas instituciones tienen
que evaluar su efectividad. Gordon Brown, secretario de hacienda de Gran
Bretaña, inauguró la primera reunión del comité
principal del FMI recordando que los líderes mundiales habían
acordado hace cuatro años reducir a la mitad la pobreza y el hambre
en el mundo para 2015. "No podremos cumplir con nuestras metas en 2015
ni aun para 2050, sino en 2150", advirtió Brown.
Parte del problema, dijo Brown, es la deuda asfixiante.
Señalo que el alivio de la deuda otorgado por la iniciativa sobre
los países pobres altamente endeudados sólo lograría
cancelar aproximadamente 50 por ciento de la deuda externa de los 40 a
50 países más pobres del planeta, y por lo tanto instó
a los países a ofrecer mayor financiamiento para esta iniciativa
y una revaluación de las reservas de oro para permitir una cancelación
de cien por ciento de la deuda y un mecanismo para otorgar fondos para
el desarrollo.
John Snow, secretario del Tesoro de Estados Unidos, se
sumó al llamado por la cancelación de cien por ciento de
la deuda de los países más pobres, pero encabezó la
resistencia a cualquier financiamiento adicional para este esfuerzo -lo
cual efectivamente lo anula-, según participantes en las reuniones.
Snow se enfocó más en los mecanismos de reforma del mercado,
la promoción de las cláusulas de acción colectiva
que México ha incluido en sus emisiones de deuda soberana y enfatizó
propuestas por México y otros por un "mecanismo de monitoreo de
políticas" y otras estructuras que en efecto pueden otorgar un endoso
del FMI a países en tiempos de volatilidad en el mercado.
Ocultan declaración de Gil Díaz
La delegación mexicana, como siempre en estas reuniones,
mantuvo un perfil bajo y, en contraste con las muestras de transparencia
de otros países, no hizo públicas las declaraciones del secretario
de Hacienda, Franciso Gil Díaz, ante el Comité Monetario
Internacional y Financiero del FMI.
Al juzgar por los extensos comunicados oficiales emitidos
hoy, las discusiones en las reuniones de hoy se enfocaron menos sobre propuestas
para ampliar las reformas estructurales y más en el problema global
de que aún con mayores reformas pocos aquí creen que se logrará
una reducción suficiente de la pobreza mundial. Propuestas de alivio
de deuda como la de Brasil sobre un impuesto sobre transacciones financieras
internacionales para generar fondos para el desarrollo fueron temas constantes
a lo largo del día, y también se expresaron nuevas demandas
de países en vías de desarrollo para incrementar el peso
de su voz y voto dentro de estas instituciones. Pero no se reportó
ningún avance concreto o sustancial.
Elogia el BM manejo de remesas
Ambas instituciones abarcaron la idea de que las remesas
pueden jugar un papel importante en el financiamiento del desarrollo, aunque
no ofrecieron un análisis público sobre las tendencias migratorias
que revelan estos flujos. El comité sobre desarrollo de estas instituciones
señalo en particular el papel de las remesas y esta noche James
Wolfensohn, presidente del BM, señaló a México como
un país que está desarrollando estrategias innovadoras para
manejar estos flujos.
"Ya el gobierno de México ha establecido un fondo
de desarrollo para las remesas", comentó Wolfensohn. Agregó
que ese fondo ya ha atraído más de un millón de dólares
y que "el gobierno mexicano está en la punta de estos esfuerzos"
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