México D.F. Domingo 26 de septiembre de 2004
Coinciden público, prensa y jurado en
premiar la cinta de Bahman Ghobadi
Las tortugas también vuelan se lleva
la Concha de Oro en San Sebastián
Xu Jinglei conquista el galardón en dirección;
Connie Nielsen y Ulrich Thomsen, los mejores actores Damián Alcázar,
mención especial por su trabajo en Crónicas
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
San Sebastian, 25 de septiembre. Como pocas veces,
la decisión del jurado coincidió con las preferencias de
la gran mayoría del público y la prensa, pues la cinta ganadora
de la Concha de Oro del 52 Festival Internacional de Cine de Donostia-San
Sebastián es Turtles can fly (Las tortugas también
vuelan), del director kurdo-iraní Bahman Ghobadi.
Las tortugas también vuelan es una película
bella con una historia trágica sobre unos niños kurdos iraquíes
que sobreviven en un campo de refugiados poco antes de la invasión
de Irak por parte de Estados Unidos en 2003.
"Este es el primer premio a una película sobre
los kurdos iraquíes y la primera coproducción Irán-Irak.
Brindo el premio a todos los niños que participaron en la película,
a todos los kurdos del mundo y al cine iraní. Las escenas que vemos
en esta película nunca se han difundido en ningún medio de
comunicación internacional", informó el realizador.
Quienes coincidieron con el jurado oficial en el ganador
de la Concha de Oro fue el Círculo de Escritores Cinematográficos,
que otorgó el Premio del CEC 2004 a la Mejor película a Turtles
can fly (Las tortugas también vuelan).
Clausura en el Kursaal
El anuncio se realizó la tarde de este sábado
y Ghobadi (Baneh, 1969) recibió el premio a la mejor película
por la noche, durante la ceremonia de clausura del festival en el centro
de congresos Kursaal.
El
jurado oficial, presidido por el escritor Mario Vargas Llosa, otorgó
el Premio Especial del Jurado a Sam zimske noci (Sueño
de una noche de invierno), del director serbio Goran Paskaljevic, "por
el modo en que evoca las trágicas consecuencias de un conflicto
civil a través de la relación entre un sobreviviente y una
niña autista".
La Concha de Plata a la mejor directora fue para la china
Xu Jinglei, por Yi geng mo sheng nu ren de lai xi (Carta de una
desconocida), que parte de la misiva de una mujer a un escritor del
cual siempre estuvo enamorada pero que no la recuerda.
Ulrich Thomsen recibió la Concha de Plata al mejor
actor por su trabajo en Brodre (Hermanos), cinta dirigida
por Susanne Bier y que trata de las consecuencias de la guerra de Afganistán
en un soldado danés y su familia. La categoría femenina de
este premio también fue para dicha cinta, en la persona de la actriz
Connie Nielsen.
El Premio del Jurado a la mejor fotografía fue
para Marcel Zyskind por Nine songs, dirigida por el británico
Michael Winterbottom y que recrea una historia de amor y sexo explícito
de una mujer asidua a los conciertos de rock.
Por último, el Premio del Jurado al mejor guión
fue otorgado a Guy Hibbert y Paul Greengrass por Omagh, dirigida
por Pete Travis y que reconstruye las implicaciones de un bombazo del IRA
Auténtico en ese poblado de Irlanda del Norte que causó la
muerte de 29 inocentes.
México gana de rebote
El Premio Altadis-Nuevos Directores se concedió
a la película francesa Innocence, de Lucile Hadzihalilovic,
ubicada en la sección Zabaltegi (Zona Abierta).
El Premio Montblanc al mejor guión, dentro de la
subsección Nuevos Directores, a Marc Gautron y Fanta Régina
Nacro por su trabajo de escritura de La nuit de la vérité,
dirigida por esta última.
Dotado con 18 mil euros, el Premio Horizontes, de la subsección
respectiva de la sección Horizontes Latinos, fue para Mala leche,
del chileno León Errazuriz. Destaca aquí una de las dos menciones
especiales al actor mexicano Damián Alcázar por Crónicas,
dirigida por Sebastián Cordero.
Otro reconocimiento indirecto a México, país
casi sin presencia en este festival, fue el Premio TCM del Público,
dotado con 30 mil euros para promoción, a Diarios de motocicleta,
en la que Gael García Bernal interpreta al joven Ernesto Che
Guevara.
El Premio Fipresci de esta 52 edición del festival
donostiarra le correspondió a Bombón, el perro, del
argentino Carlos Sorín.
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