México D.F. Domingo 26 de septiembre de 2004
Trabajó de informante
para ese régimen, según documentos
Prueban en España nexos de Cela con el franquismo
De acuerdo con los hallazgos de un historiador catalán,
el Nobel traicionó por su voluntad a intelectuales cercanos a él
DE LA REDACCION
El novelista español y premio Nobel de Literatura
Camilo José Cela, fallecido hace dos años, fue un informante
del régimen fascista de Francisco Franco y en los 60 traicionó
a los intelectuales cercanos a él, informó el rotativo londinense
The Guardian.
El periódico adjudica la información al
historiador catalán Pere Ysás, de la Universidad Autónoma
de Barcelona, quien encontró documentos que prueban la actividad
de Cela como delator voluntario de la dictadura; incluso ofreció
sus servicios al ministerio de Información y Turismo -encargado
en los hechos de la censura-, que entonces encabezaba Manuel Fraga, actual
presidente de la junta de Galicia.
Los
hallazgos de Ysás forman parte de las investigaciones que el autor
emprendió para su libro de edición reciente Disidencia
y subversión. La lucha del régimen franquista por
su supervivencia (1960-1975), publicado por Crítica y a la venta
desde la semana pasada.
De ese modo pudo comprobar que Cela sugirió los
nombres de algunos escritores disidentes que podrían ser ''sobornados,
domesticados y reconvertidos'' por el régimen del general Francisco
Franco, de acuerdo con un documento interno del ministerio, en el que se
consignan los señalamientos que el autor de La colmena hizo
tras participar en una reunión de escritores españoles, en
1963.
El escritor relató al gobierno que 42 de los 102
firmantes de una carta contra la represión de la huelga de mineros
de Asturias eran miembros del Partido Comunista.
Cela, que también había firmado esa carta,
señalaba que algunos de esos intelectuales eran ''recuperables si
se les estimulaba publicando sus obras o mediante sobornos''.
Recomendó al régimen franquista concentrarse
de manera particular en Pedro Laín Entralgo -después director
de la Real Academia Española-, porque era más débil
de carácter que otros intelectuales antifranquistas.
En concordancia con los consejos de Cela se propuso establecer
en el presupuesto un fondo con 20 millones de pesetas, aunque el periódico
The Guardian advierte que no hay pruebas de que finalmente se creara
para pagar tales dádivas.
José Cela, el último español que
obtuvo el máximo galardón en letras, continuó con
su trabajo de informante aun cuando sus compañeros pensaban que
se había unido al emergente bloque de escritores disidentes.
Este episodio se sumará a la leyenda del polémico
y extravagante narrador, quien fue acusado también de plagio literario
y de usar escritores fantasma (conocidos como negros) durante
su carrera.
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