México D.F. Domingo 26 de septiembre de 2004
Plantean "tomar medidas urgentes, al tamaño de la descomposición en el partido"
Perredistas inconformes señalan disputas por el poder y los recursos en el sol azteca
RENATO DAVALOS
La "impunidad y degradación" en que se encuentra la clase política del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se deriva de la disputa por las cuotas de poder y recursos entre sus corrientes, de la entrega de candidaturas a "personajes externos" y de la impunidad de quienes han atentado en contra de sus finanzas, alejando al instituto político de los principios que le dieron vida, establece el diagnóstico de la llamada comisión de fiscalización, integrada por disidentes tras la Convención Nacional por el Rescate y la Refundación de ese partido.
Rumbo a su llamado nuevo congreso nacional, esta convención -no exenta de divisiones internas- sesionó ayer y ahí se conoció el programa de la comisión de fiscalización, que pretende recibir las denuncias de corrupción dentro del sol azteca.
Este movimiento, que inició con la concurrencia de Marco Rascón, dio a conocer el análisis de la circunstancia política que viven los perredistas. "Tomar medidas urgentes al tamaño de la descomposición que se vive en el partido", planteó.
El control partidista y de sus órganos jurisdiccionales por parte de algunos grupos o familias que a manera de "trapecistas" han saltado de un cargo a otro -con los innumerables casos de esposas y familiares-, han impedido el surgimiento de una clase política sana, indicó.
El documento, presentado por José Manuel Guerrero Ramos, denuncia la "indebida y perversa" desvinculación partidista de sus principios, programa y de la sociedad.
Para erradicar el "secuestro" del PRD por parte de los "corporativismos, corrientes o familias corruptas" se requiere, por ejemplo, que en el caso de la selección de candidatos cualquier militante pueda proponerse para alguna cartera en el partido, las legislaturas o la función pública.
También refiere los fracasos en que ha incurrido la actual directiva en las alianzas electorales en Oaxaca y Veracruz, amén del "vergonzoso y grotesco escándalo" de haber alimentado la candidatura de la esposa del gobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya.
A ello se suma, añade, el intento reciente de colocar como candidato a gobernador de Hidalgo a José Guadarrama Márquez -respaldado particularmente por Jesús Ortega-, conocido priísta "involucrado en el Pemexgate y en otros escándalos de caciquismo y represión".
El programa de trabajo contempla efectuar de manera recurrente estudios para detectar formas de corrupción en que puedan incurrir gobernantes o legisladores.
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