México D.F. Martes 21 de septiembre de 2004
La crisis de Darfur, en Sudán, es genocidio,
declara EU
Funcionarios estadunidenses buscan
que una fuerza de la Unión Africana de 4 mil hombres proteja a la
población civil e investigue abusos
Desde 2003 unas 50 mil personas han muerto y un millón
200 mil fueron desplazadas
Economist Intelligence
Unit
/The
Economist
Washington. En una nueva señal de preocupación
por la crisis humanitaria en Sudán, el gobierno estadunidense declaró
por primera vez que las tropas y milicias armadas del país africano
han cometido genocidio.
En la segunda semana de septiembre el secretario de Estado,
Colin Powell, expresó a senadores que un informe del departamento
a su cargo, basado en entrevistas con mil refugiados sudaneses, concluyó
que había una ''pauta extendida y consistente de atrocidades cometidas
contra aldeanos no árabes'' en la región de Darfur.
En un campo de refugiados en Sudán, cerca de la frontera con Chad, una enfermera administra medicina contra la diarrea y la deshidratación a un bebé de 12 días FOTO AFP
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En
comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado,
Powell señaló que el gobierno sudanés y las milicias,
conocidas como janjaweed, ''tienen responsabilidad'' en las atrocidades,
y que ''es probable que el genocidio continúe''.
Grupos de derechos humanos han estado presionando por
una declaración así, con la esperanza de aumentar la presión
internacional para resolver lo que se considera la peor crisis humanitaria
en el mundo en este momento.
Naciones Unidas calcula que 50 mil negros han perecido
y 1.2 millones han sido desplazados desde que el gobierno y sus combatientes
aliados comenzaron a atacar aldea tras aldea en Darfur, a raíz del
surgimiento de una rebelión allí, a principios de 2003.
Sin embargo, las opiniones difieren en que la nueva postura
de Washington pueda dar impulso a una solución, pues muchas naciones
se oponen a la intervención internacional. En Naciones Unidas algunos
diplomáticos predijeron incluso una reacción adversa. ''Hará
las cosas más difíciles'', sostuvo el embajador paquistaní
Munir Akram, cuyo país se opone a la intervención.
Powell duda que la nueva postura de su país represente
mayor diferencia, aun cuando algunas personas ''parecen haber estado esperando
esta definición de genocidio'' para emprender alguna acción.
''De hecho, esta determinación no dicta ninguna acción nueva'',
precisó. ''Hemos hecho lo posible para que el gobierno sudanés
actúe con responsabilidad. Así pues, no nos preocupemos con
esta designación de genocidio''.
Hizo notar que Sudán forma parte de una convención
internacional contra el genocidio, que lo obliga a castigar actos de esa
naturaleza. Pero, añadió, ''para nosotros Sudán no
lo ha hecho''.
El embajador sudanés en Washington, Elfatih Mohammed
Ahmed Erwa, desdeñó la tipificación de genocidio hecha
por el gobierno estadunidense y su llamado a una investigación apoyada
por la ONU de las violaciones a los derechos humanos en Darfur.
En una declaración al Consejo de Seguridad, Erwa
afirmó que una cumbre de jefes de Estado de la Unión Africana
realizada en junio determinó que no se había cometido genocidio
en Darfur. La Liga Arabe y la Organización de la Conferencia Islámica
llegaron a la misma conclusión, añadió.
El gobierno de Bush ha tratado de acumular presión
sobre Sudán en la ONU presentando una resolución que demanda
una investigación de genocidio y propone sanciones petroleras si
Jartum no pone alto a la violencia en Darfur. También exige que
Sudán permita la expansión de la pequeña fuerza militar
regional que opera en el país. Funcionarios estadunidenses quieren
que una fuerza de la Unión Africana, integrada por entre 3 mil y
4 mil hombres, proteja a la población civil e investigue abusos.
El Consejo de Seguridad comenzó ya pláticas
sobre la resolución estadunidense. Pero ya antes de que los 15 miembros
entraran en la sala de consejos, el embajador chino insinuó que
vetaría la resolución, y el enviado de Pakistán indicó
que se abstendría si no se cambiaba el texto.
La principal objeción china se refiere a las sanciones,
las cuales considera contraproducentes. Añadir la designación
de genocidio sólo crearía confusión, señaló
el embajador Wang Guangya. ''Nuestra intención es ayudar a resolver
el problema, no complicarlo más'', subrayó.
Escolares sudaneses compran comida en las calles del campo de desplazados de Krinding, en la región de Darfur FOTO AFP
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Akram,
embajador paquistaní, dijo que el Consejo de Seguridad habría
apoyado una investigación de la ONU sobre genocidio antes que Powell
anunciara la conclusión del Departamento de Estado. ''Si uno ya
lo calificó de genocidio antes de empezar la investigación,
da la apariencia de haber prejuiciado el resultado'', manifestó.
Conclusiones en conflicto de otros grupos también
podrían complicar el asunto. El coordinador de socorro de emergencia
de la ONU, Jan Egeland, ha declarado que en Sudán se lleva a cabo
una ''limpieza étnica'', pero el secretario general Kofi Annan no
ha empleado el término ''genocidio'', pues dice que lo importante
no es la etiqueta, sino mitigar la crisis. Grupos como Human Rights Watch
y Amnistía Internacional también han evadido utilizar el
término. La Unión Europea indicó que la misión
de recopilación de datos que envió en agosto no ha encontrado
evidencia adecuada para una declaración de genocidio.
El gobierno de Bush se encuentra bajo presión de
grupos humanitarios y otros que sostienen que sus esfuerzos diplomáticos
son demasiado débiles. Los críticos hacen notar que el Consejo
de Seguridad adoptó en julio una resolución que amenaza con
sanciones, pero no hizo nada cuando venció el plazo fijado de 30
días.
El Congreso estadunidense, con la esperanza de construir
presión para la acción, emitió en julio una resolución
que considera genocidas los ataques en Darfur. Miembros del comité
del Senado ante el que compareció Powell señalaron que en
general apoyan el enfoque del gobierno, pero el presidente del órgano,
Richard G. Lugar, senador republicano por Indiana, externó inquietud.
Señaló que muchos estadunidenses temen que Washington y sus
aliados estén perdiendo el tiempo en hacer exigencias a los líderes
sudaneses, sin una amenaza creíble de recurrir a la fuerza militar.
FUENTE: EIU / INFO-E
Traducción de textos: Jorge Anaya
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