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México D.F. Lunes 20 de septiembre de 2004
APRENDER A MORIR
Hernán González G.
ƑMes de qué testamento?
DESDE EL AÑO PASADO algún creativo de la Secretaría de Gobernación dejó de llamar septiembre el mes de la patria y lo rebautizó como el Mes del Testamento, pero no se vaya a creer que del testamento vital o de voluntades anticipadas, šqué va!, pues en el siglo xix mexicano, aunque estemos en el xxi, lo que preocupa es asegurar el destino de posesiones materiales antes que garantizar criterios en beneficio de la dignidad humana, se tengan o no posesiones.
"AL HACER TU testamento, heredas tu patrimonio a quien designes", es la frase inicial de la vibrante campaña, en suposición alegre de que la ciudadanía de este país posee un patrimonio que heredar, mientras que el testamento vital o documento legal en el que el firmante expresa su voluntad acerca de las atenciones médicas que acepta o rechaza en caso de padecer una enfermedad irreversible o terminal, nuestro rancio orden jurídico aún no lo alcanza a imaginar.
OPTIMISTA Y DEMAGOGA la convocatoria prosigue: "No pongas en riesgo la unidad familiar por falta de tu testamento". Luego advierte satisfecha: "En septiembre los notarios públicos de todo el país darán facilidades para que puedas otorgar tu testamento", es decir, rebajarán sus honorarios en materia testamentaria. Y concluye alentadora: "Para que tu voluntad sea la que valga, haz tu testamento", aunque éste no me proteja de intimidados parientes y de Ţelo$o$ especialistas, ambos irrespetuosos de mis deseos, empeñados en prolongar artificialmente mi vida.
MAS NEOLIBERAL SE muestra la citada dependencia en el otorgamiento de permisos para difundir publicidad, independientemente de lo nocivo que resulte para la salud, de su falsedad, falta de respeto a la inteligencia o de su violación a la ley. Autorizar en los medios la atroz promoción de productos milagrosos, o de seguros de vida que garantizan que, si los adquirimos, cuando nos toque "nos podemos ir en paz" -acompañado de la foto de un sonriente difunto en el féretro, con el pulgar izquierdo levantado-, o de pastillas mágicas para adelgazar, le parece muy progresista a Gobernación.
NUESTRO INDECIBLE CONGRESO, en cambio, buen cuidado tiene de no mencionar, ni con el pétalo de una sugerencia, la posibilidad de presentar un proyecto de testamento vital para la sociedad mexicana que pueda ser revisado, ajustado y aprobado en el corto plazo. A ningún partido político le parece tema importante legislar en torno al derecho de los mexicanos a tener una muerte digna.
CON UN GUADALUPANISMO que rebasa las ideologías, ni universidades ni colegios ni institutos ni asociaciones ni comisiones de derechos humanos ni diputados ni médicos ni abogados ni secretarías de Estado, ni nadie parece interesado en proponer una legislación respecto al testamento vital o de voluntades anticipadas, reflejando una postura decimonónica en la que "atentar contra nuestra idiosincrasia" es motivo suficiente para no legislar. Por lo pronto, haga el otro testamento para que no se pierda su patrimonio ni la unidad familiar. [email protected]
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