México D.F. Lunes 20 de septiembre de 2004
Será objeto de reconocimiento en el FIC
y Sinaloa
Patrón de Rueda cumple 25 años de llevar
la batuta
FABIOLA PALAPA QUIJAS
Enrique Patrón de Rueda, considerado uno de los
mejores directores mexicanos, celebra este año su vigésimo
quinto aniversario de concertador de orquesta.
Relajado y después de varias horas de ensayo con
el Coro del Conservatorio Nacional de Música y la Orquesta Filarmónica
de la Ciudad de México, Patrón de Rueda conversó en
días pasados con La Jornada sobre su mayor pasión:
la música.
Sin duda, la mayor satisfacción que ha tenido el
director a lo largo de estos 25 años ha sido crear música.
''Disfruto desde el momento en que me paro a dirigir hasta
cuando realizo un proyecto que me encargan. Soy el más feliz del
mundo y el más afortunado, porque hasta este día la música
es mi hobby y lo que más me agrada.''
Coros, cantantes y orquestas han sido parte del sueño
del director artístico, originario de Mazatlán, Sinaloa,
que comenzó sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música.
Bajo
su batuta han estado la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la Compañía
Nacional de Opera, la Filarmónica del Festival Cultural Sinaloa,
así como la Sinfónica Nacional de Colombia y la Orquesta
Sinfónica de Houston.
"Empecé a celebrar desde enero, con Aída,
y está programada una gala para el día 29 de septiembre
en el contexto de los 70 años del Palacio de Bellas Artes.''
Su experiencia y talento lo hicieron acreedor a becas
otorgadas por los gobiernos de Inglaterra e Italia, especializándose
en ópera en las ciudades de Londres y Siena.
La travesía de Patrón en el mundo operístico
ha tenido sus variantes. "Problemas se me han presentado y seguirán,
como en todas las profesiones. Es una carrera llena de obstáculos,
incluso a veces de cansancio y de nervios, porque te enfrentas a situaciones
en las que debes improvisar un poquito.''
Al referirse a las presentaciones que tuvo la semana pasada
con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con motivo
del 150 aniversario del Himno Nacional, comentó: ''He pasado un
poco de angustia porque me aprendí las obras durante el ensayo.
Entonces en 10 minutos leí la partitura. Claro, esto es por la premura
con la que se ha organizado este monstruo de programa".
Sin embargo, enfatizó: ''los problemas que pude
haber tenido son mínimos comparados con las satisfacciones''.
Al hacer una reflexión sobre la música clásica
y la ópera, señaló que la situación actual
es triste, pero a su vez le llena de alegría. Como ejemplo mencionó
al Coro del Conservatorio Nacional de Música.
"Son jóvenes que estudian canto; ellos son la maravilla
y el tesoro que tiene México. Es importante ver la cantidad de cantantes
que se presentan en un escenario.''
Si bien hay inquietud entre la juventud por dedicarse
a esta profesión, indicó que cada vez hay menos apoyo para
hacer ópera en provincia y en Bellas Artes.
''No discuto que al deporte le quiten o le den recursos,
pero estoy seguro que al país le darían medallas de oro estos
jóvenes, aunque no cuenten con el apoyo necesario. Las autoridades
no se han dado cuenta de la riqueza que tiene México en este sentido.''
Subrayó el talento y la tenacidad que hay en México,
''pues a pesar de las carencias siguen, salen y triunfan en los teatros
más importantes del mundo, lo cual equivale a una medalla de oro
en las olimpiadas''.
Preocupado por el panorama musical en el país ante
la ausencia de apoyos, el director de ópera resaltó: ''Quisiera
que las autoridades culturales vean lo que tenemos. El talento de los jóvenes
haría que en México se sintieran muy orgullosos y que todo
el mundo se percatara de ello''.
Recordó que hace alguno días organizó
un concurso en Morelia, en el que participaron varios chicos; el más
joven tenía 19 años. "Este es un ejemplo para la juventud:
son muchachos que cantan ópera. Las autoridades deben constatar
que hay mucho talento que necesita proyección".
Apasionado por el canto y las emociones fuertes de la
ópera, Enrique Patrón también se arriesga y ha presentado
proyectos interesantes y novedosos, pues "cuando hay talento y creatividad
todo puede funcionar".
Para el maestro las autoridades culturales deben cambiar
la imagen de elitista que tiene la música clásica. "Hay que
llevar la ópera al Zócalo capitalino y a las delegaciones.
Es imposible que a la gente no le guste la música; simplemente no
han tenido la oportunidad de acercarse.''
Agregó: "A la gente le da miedo entrar al Palacio
de Bellas Artes, entonces porque nosotros no ir y hacer un concierto operístico
en una delegación, con oberturas y arias; las más accesibles.
Hay que sensibilizar a las personas que tienen el control de la cultura".
Como parte de las celebraciones por su cuarto de siglo
de trayectoria, Patrón de Rueda recibirá un reconocimiento
en el próximo Festival Internacional Cervantino y en su estado natal,
Sinaloa.
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