<<< regresar a la portada

NUMEROS 20 de septiembre de 2004

LA PRUEBA
DEL PRESUPUESTO

Una idea persistente de la política fiscal que se aplica en México desde hace 15 años es mantener un reducido déficit (la diferencia entre los ingresos y los gastos) del gobierno, medido como proporción del producto interno bruto (PIB). Esto se ha hecho a expensas de la capacidad de gasto del sector público, comprometiendo con ello el financiamiento del desarrollo social y de la infraestructura física del país.

La verdadera prueba de la política fiscal no se ha superado, puesto que el resultado contable de las finanzas públicas no ha redundado en un aumento significativo de los ingresos del gobierno. Así, la gestión del déficit se ha convertido en una práctica árida que no contribuye con lo que debería ser su objetivo esencial, que es la promoción del crecimiento económico.

Para 2005 se ha planteado un presupuesto que indica a las claras que los ingresos caerán, con respecto a 2004, incluyendo los petroleros y los que provienen de los impuestos. El gasto cae también, pero crece marginalmente el costo de la deuda, lo que indica las restricciones financieras que se enfrentan pero, igualmente, las opciones políticas que siempre quedan plasmadas en el presupuesto.

P2PIB
La estructura del gasto para 2005 indica que la mayoría de las partidas corresponden al rubro de desarrollo social que se mantendrá esencialmente en el mismo nivel de 2004. Una cuarta parte va al capítulo de desarrollo económico y prácticamente todos los rubros registran una caída en comparación con el actual ejercicio, de manera notoria energía, comunicaciones y transportes, turismo y los llamados "temas agrarios".
se02f2
El presupuesto resulta insuficiente para reponer y garantizar cantidad y calidad de los servicios públicos para la población. Sin duda, tampoco contribuye a recrear la base material del proceso de crecimiento sostenido de la economía. Un dato ilustrativo es el muy reducido incremento del gasto en inversión en el país que, desde la caída iniciada a mediados de 2000, se ha estancado. Esta circunstancia es una de las más grandes restricciones para la expansión del PIB, la generación de empleo y el aumento de la productividad con más ingresos para los trabajadores.
P2Inv
En este contexto se advierte que las previsiones del crecimiento para 2008 que se hacen en el plan presupuestal no superan 4 por ciento en promedio anual, una tasa reducida para las necesidades de esta economía y, por cierto, muy por debajo de la expectativa de 7 por ciento. A pesar de ello, se enfatiza el tema de la estabilidad, con lo que, al parecer, seguirá la hasta ahora irreparable tensión entre ella y la expansión  §
se02f4
<<< regresar a la portada