Cumple un año en cartelera El circo de los ratones

Una mala obra puede ahuyentar a un niño para siempre: González

ARTURO CRUZ BARCENAS

El teatro de títeres capta la atención de los niños porque les acerca un mundo muy parecido al que les rodea y sueñan: con sus colores, sensaciones, miedos y alegrías, de ficción y realidad, donde todo es posible, sin absurdos, expresó Antonio González Durán, escritor, productor, director y actor de la puesta El circo de los ratones.

La obra se presenta en el teatro Virginia Fábregas, donde la pieza cumplió el pasado fin de semana un año de representaciones, a las cuales han acudido unos 10 mil espectadores. Para González Durán es loable haber permanecido ese tiempo en cartelera sin una amplia difusión, "tan sólo con la recomendación de boca en boca".

El circo de los ratones cuenta la historia de un mago acompañado por su amigo, el ratón Sebastián, que se fija la meta de trabajar en un circo, cuyo dueño, el ratón Don Enrico, se molesta cuando lo interrumpen para pedirle chamba.

Un gato horrendo, gruñón y cabezón, Jónathan, se roba a la hija de Don Enrico, Fabiola, y pretende botaneársela. Sebastián se da a la peligrosa tarea de rescatarla y González Durán hará participar a los niños asistentes en cada función para que juntos salven a la pobre "ratoncilla".

En la función del pasado fin de semana algunos niños se dieron valor para enfrentarse al felino bigotón, que además fuma puro. La curiosidad de los infantes se hizo manifiesta: algunos se asomaron por detrás del escenario-guiñol para ver a los ratones "que hablan".

González tuvo que tratar con sumo cuidado a los chavitos, quienes son difíciles de convencer. Tiene experiencia en el teatro infantil: "He visto cosas muy malas, pobres; engañan a las autoridades de las escuelas y les dicen que les van a vender una obra. También hay algunas cosas buenas, pero finalmente se trata de hacer teatro. Eso es mejor que nada.

"En el medio teatral se sabe que este, 2004, es el peor año para el teatro en términos de apoyo. Yo también lo creo. Es una responsabilidad hacer teatro para niños porque hay que formarlos dentro del arte teatral. Una mala obra puede ahuyentarlos para siempre. ƑPara qué ir si es aburrido?, dicen.

"Un boleto de teatro no es nada barato. Ahora se opta por rentar una película y verla en casa, o comprar una pirata, que puede valer hasta siete pesos. Pero ver teatro es un asunto que alimenta el alma, el espíritu. Si la obra no es buena, la gente no la recomienda".

Teatro con cualidades terapéuticas

Para el director, aunque los más pequeños, algunos apenas mayores de un año -como la niña Barbarita, quien ni siquiera pestañeaba- no pueden decodificar todo lo que ocurre en el escenario, "les llega, a su manera, el teatro de títeres. Se entretienen, se divierten y reciben el mensaje. Este puede ayudar a resolver la vida. Los mensajes pueden estar escondidos e irse develando uno a uno".

Con más de un año en escena, El circo de los ratones ya superó las 300 escenificaciones. Existe el plan de que la historia se haga película, pero eso tardará. González resaltó el apoyo de la empresaria teatral Fela Fábregas, quien le facilitó el espacio para su puesta.

En El circo de los ratones también participa Karla Gutiérrez, quien da vida a los roedores-títeres y a un simpático changuito. En algunas funciones, pequeños con alguna discapacidad logran la interacción teatral; captan que deben ser héroes en cada empresa de la vida, sin importar que a otros les parezca pequeña cosa. El teatro deja de ser mera diversión y adquiere cualidades terapéuticas, de ayuda a las mamás y papás que buscan actividades que den un sentido diferente a sus vástagos.

Tal es el poder de la imaginación del teatro de títeres. "La obra es mi personaje; es un traje a la medida", dijo González, quien acaba sudando, pero feliz, después de cada función.

González es también autor de la obra La casa de los gatos. "La risa de los niños me motiva", añadió quien tiene 16 años de hacer este tipo de piezas para los consentidos de la casa.

El circo de los ratones se presenta los sábados y los domingos, a las 11:00 y 13:00 horas, en el teatro Virginia Fábregas, ubicado en Velázquez de León 31, colonia San Rafael. Teléfono: 5592-2142. Entrada general 100 pesos.