Gian Carlo Delgado-Ramos presentó en la Cámara libro sobre la biodiversidad

El Amazonas y la zona maya, en la mira de las trannacionales y EU: especialista

VICTOR BALLINAS

Las trannacionales y el gobierno de Estados Unidos tienen interés en dos zonas estratégicas de la biodiversidad en América Latina: la selva del Amazonas y la zona maya, que incluye Chiapas, Tabasco, Guatemala y Belice, alertó Gian Carlo Delgado-Ramos, autor del libro Biodiversidad, desarrollo sustentable y militarización. Esquemas de saqueo en Mesoamérica, que ayer fue presentado.

A las trasnacionales y al gobierno de Estados Unidos, al igual que a los de otras naciones, como Inglaterra y Japón, les interesa el saqueo de ''nuestros recursos naturales y el conocimiento indígena, para aprovecharlo y apropiárselo sin reconocimiento, mediante la biopiratería''.

Al presentar su libro en el salón Heberto Castillo, de la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados, el investigador destacó que las bases militares de Estados Unidos se ubican coincidentemente en las áreas de los corredores de la biodiversidad, como ejemplo de que a ese país le interesa saquear no sólo los conocimientos indígenas, sino también los recursos existentes en las reservas naturales.

Delgado-Ramos advirtió que con la premisa de que hay que hermanar desarrollo sustentable con biodiversidad se realizan convenios como el de la Universidad de Costa Rica, que permite a trasnacionales hacer investigaciones y patentar sus resultados.

El autor señaló que por medio del Banco Mundial, de las agencias de cooperación de Estados Unidos, de fundaciones internacionales, de organizaciones no gubernamentales, de universidades y de los propios gobiernos, Estados Unidos presiona para apoderarse del conocimiento y de las regiones de biodiversidad más importantes de la región.

Ahora que está por discutirse la Ley de Bioseguridad, es necesario que los legisladores se preocupen por que México proteja el conocimiento y las especies nativas, y que no ocurra como en el caso de la región andina, donde se firmó un convenio para la explotación de esas zonas que contienen biodiversidad, con el 0.1 por ciento de las ganancias; eso es ridículo, y no beneficia a las naciones, subrayó Delgado Ramos.

Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, discrepó al comentar el libro con algunas tesis expuestas por Delgado-Ramos.

''Algunas de las tesis de Gian Carlo requerirían una explicación que no se brinda en el texto, como las siguientes: Ƒtenían los grupos ambientalistas hoy directamente involucrados en la biopiratería un objetivo explícito de saberes y material genético, desde que iniciaron sus proyectos de protección al medio ambiente hace ya muchos años en la región (del estudio)? ƑEstuvieron instituciones financieras multilaterales involucradas desde el primer momento en vincular la agenda ambiental a la del desarrollo? ƑLos planes de militarización responden realmente a la lógica de la conservación?'', porque el libro, precisó Hernández Navarro, ''aunque no lo sostiene explícitamente, en todos los casos parece responder que sí a estas interrogantes''.

El periodista subrayó que, de no existir la privatización de seres vivos y su explotación comercial, la bioprospección permitiría sacar del aislamiento y del olvido los conocimientos indígenas, colocándolos en un plan universal que hoy sólo ocurre a manera de saqueo, privatización y descontextualización.

También comentaron el trabajo John Saxe Fernández, investigador de la UNAM, y Alejandro Alvarez Béjar, de la Facultad de Economía de esa casa de estudios, quienes coincidieron en que el libro es un aporte al debate central de la biodiversidad y su posible legislación en el país, a través de la Ley de Bioseguridad.