México D.F. Sábado 18 de septiembre de 2004
Solemnidad ante Koizumi
Descortés, hablar de temas caseros: Fox
ROSA ELVIRA VARGAS Y DAVID ZUÑIGA
El primer ministro japonés Junichiro Koizumi se había mantenido sereno y discreto, apegado a la sobriedad del protocolo.
De súbito, una pregunta sobre las perspectivas de las reformas estructurales en México pareció activarle un resorte y, con entusiasmo creciente, hizo una apología del credo neoliberal de mínima intervención del Estado en la economía, privatización de áreas estratégicas y apertura comercial.
Todo aquello que, como diría otro ferviente defensor del libre comercio, Ernesto Zedillo, sonaba como a "música para sus oídos'', en casi todos los presentes. Pasaba sin embargo inadvertido para un político que, quizás en función de las que se dice son sus aspiraciones, no tendría que haber perdido detalle.
El secretario de Gobernación, Santiago Creel, no tomó la precaución de hacerse de un aparato de traducción simultánea. Al parecer no domina el japonés, pues cuando sonaron los aplausos para Koizumi -no obstante la conferencia de prensa- el responsable de la política interior tuvo que preguntar a Eduardo Sojo y al senador Diego Fernández de Cevallos qué había dicho aquél.
Creel Miranda sí había secundado, en cambio, otro aplauso, el que dedicaron a Vicente Fox cuando rechazó una pregunta porque, dijo, resultaba descortés hablar ante el visitante japonés sobre "temas caseros".
El gobierno mexicano intentó dar a la ceremonia una imagen de magnificencia. A la solemne recepción que por la mañana el presidente Vicente Fox ofreció en el patio central de Palacio Nacional, a Junichiro Koizumi, pese a tratarse sólo de una viaje de trabajo, pues en Japón las visitas de Estado sólo las realiza el emperador, siguió una ronda de conversaciones privadas y luego, ambos políticos pasaron al Salón de la Tesorería, reservado siempre para las grandes ocasiones.
Aguardaban ya, numerosos funcionarios, empresarios y legisladores. En esta ocasión fueron invitados también dos personajes de gran peso en la política económica del priísmo en la Presidencia, los ex secretarios de Hacienda José Angel Gurría y de Comercio, Herminio Blanco.
Precisamente en la gestión de este último se iniciaron los acercamientos con Japón para negociar el acuerdo que ayer signaron Fox y Koizumi.
De hecho, en el viaje que hizo Zedillo a Japón en octubre de 1998 se dispusieron, para tal iniciativa, los primeros estudios de rigor y los contactos al más alto nivel. A la sazón, el país asiático no tenía ningún otro instrumento comercial de este tipo, y antes de concluir con México, firmó uno con Singapur.
Negociaciones complejas
La administración foxista continuó las negociaciones que resultaron difíciles y complejas; tanto que se llegaron a cruzar apuestas de que este Acuerdo de Asociación Económica entre Mexico y Japón nunca se lograría.
Y, como finalmente se alcanzó, es de suponer que en la parte mexicana el beneplácito era evidente. Se veía en todos.
El propio Herminio Blanco lo celebraba y con un dejo de orgullo propio reseñaba, para quienes le inquirían, los pasos iniciales de la negociación.
En esas estaba cuando se le acercó una mujer que portaba hojas con círculos distintivos plateados. Rauda, inquisidora, apremiante, soltó al ex secretario de Comercio.
-ƑUsted tiene invitación para almuerzo y firma o sólo para la firma?
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