México D.F. Sábado 18 de septiembre de 2004
Semarnat otorgó permiso a Chevron-Texaco
para labores en Islas Coronado
Allanan el camino a trasnacional para la instalación
de planta de gas natural
Abastecer necesidades de energía de California,
la prioridad; la secretaría no detalló argumentos
ISAREAL RODRIGUEZ
El gobierno federal otorgó a la firma petrolera
trasnacional Chevron-Texaco uno de los permisos clave, con lo que allana
el camino para la construcción de una planta de procesamiento de
gas natural licuado que se ubicará a 600 metros al noroeste de las
Islas Coronado, frente a las costas de Baja California.
Aprovechando
el feriado del 15 de septiembre, la Secretaría del Medio Ambiente
y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó la autorización conocida
como Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la instalación de
la planta regasificadora a la multinacional estadunidense, pese a la oposición
de diversos grupos ambientalistas nacionales e internacionales .
Carl A. Atallah, vicepresidente en México de Chevron-Texaco,
informó este viernes a La Jornada que tras la autorización
obtenida por parte de la Semarnat sólo faltan el título de
concesión por un plazo de 25 años, que deberá otorgar
la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el permiso
de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El ejecutivo de la multinacional precisó que también
deberán obtener un permiso local que será por derecho de
vía, por medio del cual se podrá instalar el gasoducto que
correrá desde la plataforma a la costa. "Todavía estamos
evaluando por cuales municipios de Baja California podría pasar
el nuevo gasoducto".
La planta procesadora de gas natural, eventualmente, iniciará
operaciones en 2008, año en que según Chevron-Texaco prevé
una crisis originada por la escasez del gas en la costa oeste de California
y Baja California.
Atallah confió en que los líderes políticos
conozcan a profundidad el proyecto y los beneficios que tendrá para
la comunidad y para la zona norte del país, y de esta manera puedan
cambiar su percepción, inicialmente opositora.
Lucha de multinacionales
Desde hace tres años varias multinacionales de
la energía buscan construir terminales de procesamiento de gas natural
licuado en la parte norte de la península de Baja California. Su
plan es emplear esta zona estratégica para montar instalaciones
que sirvan para abastecer, principalmente, las necesidades de energía
de California.
El MIA fue entregado el miércoles pasado a un representante
de la trasnacional. La Semarnat no detalló los argumentos ni los
pormenores de dicha autorización, debido a que se requería
permiso por parte de Chevron Texaco para publicar la información
completa.
La oposición a la instalación de plantas
de procesamiento de gas natura ha sido por parte de la organización
ambientalista internacional Greenpeace, el senador Manuel Bartett (PRI),
el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas (PRD), el nuevo presidente
municipal de Tijuana, Carlos Hank Rhon, así como de grupos ecologistas
locales, como el Comité ciudadano estatal contra la instalación
de plantas regasificadoras y de energía eléctrica multinacionales
en Baja California.
Greenpeace advierte en un extenso estudio que tras los
atentados del 11 de septiembre de 2001, este tipo de instalaciones son
de alto riesgo y por ello en Estados Unidos aumentan las preocupaciones
por la seguridad de las instalaciones y los buques que transportan el combustible.
Pese a ello, las autoridades de México ven con
buenos ojos la instalación de plantas de regasificación sin
evaluar quién asumirá los gastos de dicha protección.
La organización ambientalista señala: "En
Baja California incluso se ha llegado a pensar que la responsabilidad recaerá
sobre las fuerzas armadas estadunidenses (el complejo militar más
cercano se encuentra en San Diego, la base naval Coronado, que cuenta con
una estación aérea y una base de naves anfibio), toda vez
que el principal propósito de estas instalaciones es dar servicio
a Estados Unidos".
Recordó Greenpeace que a principios de 2004, cuando
explotó una terminal de gas natural en Argelia, el informe oficial
concluyó que ese accidente había sido ocasionado por una
fuga de gas, lo que pone de manifiesto que la industria no ha resuelto
problemas de seguridad con un combustible peligroso.
El informe del Servicio de Investigaciones del Congreso
estadunidense, citado por Greenpeace, subraya un potencial ataque a las
instalaciones de gas natural como un "peligro serio", indicando que han
sido atacadas tuberías de petróleo, gas y buques de petróleo
en al menos en seis países.
Es por ello que un buen número de terminales ya
han sido rechazadas: Vallejo (California), Oxnard (California), Eureka
(California), Harpswell (Maine), Mobile (Alabama). Todos estos sitios fueron
propuestos y luego descartados cuando los residentes locales repudiaron
la construcción de instalaciones de alto riesgo en sus comunidades.
Su argumento fue simple y a la vez contundente: "La seguridad de los poblados
está seriamente comprometida".
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