Viene predispuesto a enclaustrarse, advirtió el embajador argentino, Raúl Taleb

Maradona será recluido en un centro de salud de disciplina militar en Cuba

Familiares del Pibe pedirán al presidente Fidel Castro que no le conceda privilegios

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 7 de septiembre. Diego Armando Maradona viaja a Cuba este miércoles a un nuevo tratamiento para enfrentar su adicción a la cocaína, esta vez bajo mandamiento y vigilancia judicial y para ser recluido en un centro de salud de disciplina militar, inaccesible al público.

El embajador argentino aquí, Raúl Taleb, dijo a la prensa que el Pibe viene "predispuesto a enclaustrarse" en el Centro de Salud Mental (Censam), una clínica del Ministerio del Interior especializada en esquizofrenia, trastornos sicóticos y neuróticos, alcoholismo, enfermedades afectivas y dependencia inclusive de drogas sintéticas.

El diplomático recordó la conocida amistad de Diego con el presidente Fidel Castro, para señalar que los familiares de la ex estrella del futbol mundial pedirán al mandatario "que utilice esa relación amistosa para que se convierta en un padre riguroso de Maradona y no que éste utilice al comandante Castro para tener algún tipo de privilegio".

El Censam está ubicado en el extremo oeste de La Habana, en una área donde también se ubica la residencia del mandatario cubano, rodeada de una tupida vegetación y declarada zona militar y, por lo tanto, de circulación restringida desde su perímetro.

La clínica es conocida por su disciplina de hierro y su especialidad en casos difíciles, como el tratamiento a veteranos de misiones encubiertas de alto riesgo.

Maradona, de 43 años, podría llegar en la noche del miércoles o la madrugada del jueves en un vuelo comercial, dijo Taleb, quien explicó que el Pibe llegará acompañado de su padre Diego, su médico personal Alfredo Cahe y un amigo de éste.

"No estará en eso que lo ha perjudicado: un entorno que lo motivaba a continuar con la adicción", dijo el diplomático en alusión a versiones sobre excesos en los que habría incurrido Maradona durante sus intermitentes estancias en Cuba desde 2000, cuando fue atendido por primera vez en la clínica La Pradera, cercana al Censem, pero de ambiente más relajado.

En ese centro Diego tuvo un régimen ambulatorio y pudo salir discrecionalmente de la clínica, de la ciudad y del país. "Casi estaba en un spa", ilustró Taleb. "Tenía control médico pero poco más".

Ahora Maradona no podrá sustraerse al tratamiento en ninguna forma, estimó el embajador. "Está de por medio el prestigio de una institución. Lo que cuida Cuba es el prestigio de su medicina".

Además, "está la justicia de por medio", recordó Taleb. Aunque técnicamente no estará preso, Maradona viene bajo la tutela del juez argentino Norberto García Vedia, quien solicitó a un juzgado cubano la vigilancia del caso, llevado a los tribunales por la familia del astro.

El procedimiento se realizó a través de las cancillerías, dijo el embajador, y se basa en el supuesto de que, en un caso extremo, el ex futbolista podría ser declarado insano y su capacidad de decisión pasaría a su ex esposa Claudia y sus dos hijos.

Agregó que Maradona escogió venir a Cuba para escapar del asedio periodístico y del público en su país y porque, en el caso de una clínica suiza que también le podría ofrecer el tratamiento, no quería enfrentarse a un ambiente fuera de su idioma.

Taleb declinó comentar el caso de la joven cubana Adoney Fruto, de 20 años de edad, quien reclama estar embarazada por el Pibe y que inexplicablemente ha vivido en una habitación de La Pradera.

"No sé si tiene novia o no", dijo el embajador. "En asuntos privados no me gusta meterme".

Maradona vuelve a Cuba después de cuatro meses de internamiento en dos clínicas argentinas. Su deseo de regresar a la isla lo hizo pedir la intervención del presidente Néstor Kirchner y de reclamar ayuda a través de una dramática entrevista por televisión.

Según el embajador, viene con "una férrea voluntad por superar el problema", pero "emocionalmente quebrado".