México D.F. Miércoles 8 de septiembre de 2004
Esos recursos son inferiores a los de hace 15 años, gracias a los altos petroprecios
Se debilitan esfuerzos por mejorar ingresos diferentes a la venta de crudo
En 2004 las entradas no petroleras equivalen a 16% del PIB; en 1999 eran de 18%
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La ''nueva bonanza'' de precios del petróleo está comenzando a debilitar los esfuerzos por incrementar los ingresos que obtiene el gobierno por actividades diferentes a la exportación de crudo, y que se ubican en un nivel inferior al registrado incluso hace 15 años, indicaron expertos.
En la primera mitad de este año, los ingresos petroleros sumaron 299 mil 322.8 millones de pesos, cifra que superó en 14 por ciento en términos reales a los captados en similar periodo de 2003, en una variación explicada por el incremento en los precios mundiales del energético. Este aumento en los recursos captados por la exportación de crudo, dado que los precios de la mezcla mexicana han rondado 30 dólares y la referencia empleada para la elaboración del presupuesto de 2004 fue de 20 dólares por barril, permitirá cumplir sin mayor complicación la meta de déficit fiscal planteada por el gobierno federal para este año.
Sin embargo, analistas advirtieron sobre la necesidad de que en la discusión para definir el programa económico de 2005, que comienza formalmente este miércoles cuando la Secretaría de Hacienda entregue a la Cámara de Diputados la propuesta de presupuesto de egresos, la iniciativa de ley de ingresos y los criterios generales de política económica, se plantee reforzar los ingresos que capta el sector público por actividades diferentes a la explotación del petróleo.
La fecha para la entrega del llamado ''paquete económico'' fue modificada por una reforma constitucional que entró en vigor a partir de este ejercicio. Hasta el año pasado, el Ejecutivo tenía como plazo máximo de entrega el 15 de noviembre, fecha que fue modificada al 8 de septiembre, con lo cual el Congreso dispondrá de más tiempo para la discusión.
''Una vez concluida la Convención Nacional Hacendaria -que se desarrolló entre febrero y agosto pasados- se espera que quede clara la necesidad de fortalecer los ingresos no petroleros y en particular de llevar a cabo cambios en la estructura de los impuestos directos e indirectos para aumentar la eficiencia recaudatoria, ampliar la base de contribuyentes y propiciar mayor responsabilidad en el financiamiento del gasto público por la sociedad'', opinaron Héctor Chávez y Rafael Camarena, director de análisis y analista del grupo financiero Santander Serfin.
En la última década, los ingresos petroleros representaron una tercera parte de los recursos del sector público. ''Eso no es negativo'', dijeron los analistas. ''Lo que parece desfavorable es que otras fuentes diferentes de captación de recursos distintas al petróleo no han logrado un mejor desempeño''. Esto provoca que la hacienda pública sea altamente dependiente de los movimientos del mercado internacional del energético.
''Posiblemente la coyuntura actual de precios elevados en el mercado de petróleo distraiga o posponga la necesidad de evaluar nuevamente la estructura de los ingresos públicos, ya que por ahora algunas entidades están más preocupadas por definir los mecanismos para repartir esos ingresos en lugar de mejorar las haciendas locales y modificar la estructura de las fuentes no petroleras'', añadieron.
Comparados con el tamaño de la economía, la capacidad de recaudación del gobierno federal se mantiene estancada. En 2004, los ingresos no petroleros serán equivalentes a 16 por ciento del producto interno bruto, nivel inferior al de 18 por ciento que representaban en 1990, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda.
''Parece que ahora la nueva bonanza petrolera está debilitando los esfuerzos por mejorar las fuentes de ingresos distintas de petróleo tanto en el ámbito federal, como estatal y municipal. Esperemos que no sea necesaria una caída de precios del petróleo para evaluar las posibles fuentes sustitutas de recursos'', apuntaron los analistas.
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