México D.F. Jueves 2 de septiembre de 2004
Exigen el retiro del ejército ruso de
Chechenia y la liberación de presos en Ingushetia
Irrumpe comando checheno en una escuela; al menos 300
rehenes
El líder separatista Aslan Masjadov se deslinda
de la acción y culpa a Putin de esta operación "desesperada"
Ministro del Interior viaja a Osetia del Norte; si no
hay acuerdo coordinará un eventual operativo de rescate
El Batallón Islámico de Mártires
de Riyadus-Salijin, de Shamil Basayev, se adjudica el secuestro masivo
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu,
1º de septiembre. Creciente tensión se vive en Rusia desde
que un comando armado, vinculado al sector más radical del separatismo
checheno, irrumpió en una escuela en la ciudad de Beslán,
en la república caucásica de Osetia del Norte, y retiene,
desde las 9:30 de la mañana (hora local) de este miércoles,
a centenares de rehenes, entre niños, padres de familia y maestros.
La tradicional ceremonia del comienzo de clases en el
nuevo año escolar, que reunió a medio millar de personas
en el patio de ese centro de enseñanza primaria y secundaria, se
vio abruptamente truncada por un grupo de hombres armados y, según
algunos testigos, en el que también había mujeres, entre
dos y cuatro, con cinturones de explosivos encima, semejantes a los que
usan las atacantes suicidas.
Se produjo un tiroteo con los policías que cuidaban
el recinto, en la cual habrían muerto siete personas, casi todas
por balas perdidas, y uno de los atacantes. Las autoridades reconocieron
más tarde sólo dos víctimas mortales.
Algunos escolares y adultos lograron escapar en medio
del caos inicial, pero la mayoría fueron encerrados en el gimnasio
de la escuela, sin que hasta ahora se sepa el número exacto de retenidos.
En el transcurso del día, los voceros oficiales
anunciaron cifras confusas, aunque se teme que podría haber entre
300 y 400 rehenes, principalmente niños y adolescentes, como admitió
esta noche Kazbek Dzantiev, ministro del Interior de Osetia del Norte.
Tampoco es claro cuántos miembros integran el grupo
de plagiarios, pues algunos testigos hablan de 20 y otros elevan la cifra
hasta 30. De acuerdo con la información más reciente, proporcionada
por Valeri Andreyev, jefe del FSB (antiguo KGB) en Osetia del Norte, serían
17 los secuestradores.
Durante horas el comando checheno no planteó ninguna
demanda, aunque tampoco permitió que nadie se acercara a la escuela.
Los mediadores que lo intentaron, entre ellos el mufti o máxima
autoridad musulmana de Osetia del Norte, Ruslán Valganov, desistieron
ante el riesgo de ser alcanzados por las ráfagas de fusiles automáticos
y hasta disparos de morteros con que los plagiarios reaccionan al más
mínimo movimiento en dirección al edificio.
Después, con una mujer secuestrada que dejaron
ir, enviaron a las autoridades un videocasete, en el cual formulan tres
exigencias: el retiro de las tropas rusas de Chechenia, la suspensión
inmediata ahí de cualquier tipo de acción militar y la liberación
de los detenidos en Ingushetia a raíz de los ataques del pasado
22 de junio, asumidos por un comando conjunto de rebeldes ingushes y chechenos.
Aseguran que negociarán sólo con el presidente
de Osetia del Norte, Aleksandr Dzasojov, con el presidente de Ingushetia,
Murat Ziazikov y con el reconocido pediatra Leonid Roshal, que ya ejerció
de mediador en la crisis de rehenes del Teatro Dubrovka de Moscú,
en octubre de 2002, y que no dudó en tomar el primer vuelo hacia
Osetia del Norte.
Los
secuestradores advierten que ejecutarán a 50 rehenes por cada miembro
del comando que pudiera resultar muerto por un francotirador, y a 20, por
cada uno de sus heridos.
Y amenazan con volar el edificio, cuyos accesos también
están minados, al primer intento de asalto.
Hacia las 7 de la noche, los plagiarios pidieron alimentos
y agua, que luego ellos mismos rechazaron al considerar que podrían
contener sustancias sicotrópicas. Esto coincidió con un fuerte
aguacero que provocó cortes de electricidad en Beslán, incluido
el edificio de la escuela, lo que interpretaron como preludio de una operación
de rescate y estuvieron a punto de desatar una matanza.
El Batallón Islámico de Mártires
Riyadus-Salijin, grupo fundado por Shamil Basayev, el jefe militar checheno
más buscado por Rusia, se adjudicó la autoría de la
toma masiva de rehenes.
Las autoridades rusas no tienen confirmación directa
de esto, pues la eventual participación del batallón islámico
se conoció a través del periódico The New York
Times, que asegura haber obtenido la información vía
telefónica de un hombre que habla ruso con acento checheno y se
encuentra en la escuela de Beslán.
Antes, el FSB de Osetia del Norte daba por seguro que
los secuestradores pertenecían al llamado Comando Ingush, de Doka
Umarov, líder de los ingushes en la incursión conjunta con
guerrilleros chechenos en junio pasado.
El líder de los separatistas chechenos, Aslan Masjadov,
se desvinculó de la toma de rehenes y confirmó de modo indirecto
que los miembros del comando son originarios de Chechenia.
"No existe justificación para tan inhumana acción,
igual que no hay justificación para el asesinato de 42 mil niños
chechenos de edad escolar, perpetrado por la soldadesca rusa por orden
del Kremlin", afirma en un comunicado difundido en la página web
de los separatistas.
Masjadov califica el secuestro masivo en Beslán
de "acción cometida por personas desquiciadas por las desgracias
y las pérdidas, por el cinismo, la mentira y la injusticia" y culpa
al presidente Vladimir Putin de provocar "golpes desesperados e inhumanos"
en respuesta a "los crímenes de lesa humanidad que Rusia comete
en el Cáucaso".
Putin, que al momento de la toma de rehenes estaba en
su residencia veraniega de Sochi, en el mar Negro, regresó urgentemente
a Moscú. El servicio de prensa del Kremlin emitió un breve
comunicado que da cuenta de la reunión que mantuvo a su llegada
en el aeropuerto con algunos miembros de su gabinete.
Los rusos se quedaron esperando este miércoles
un mensaje a la nación de su presidente en relación con la
ola de atentados terroristas que sacude al país desde hace una semana.
El ministro del Interior, Rashid Nurgaliyev, y el director
del FSB, Nikolai Patrushev, viajaron a Beslán para coordinar la
negociación con los secuestradores y, de fracasar ésta, una
eventual operación de rescate.
Ante la falta de avances para establecer un canal fluido
de negociación, limitada hasta ahora a contactos esporádicos
y unilaterales cuando se les ocurre a los secuestradores, aumenta la preocupación
de que esta crisis de rehenes tenga un desenlace violento.
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