Varios prefirieron aprovechar el ''2 por 1'' en cines que escuchar el Informe

Decenas de miles de capitalinos desatienden el mensaje presidencial

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Cuando el presidente Vicente Fox rendía su Informe de gobierno, la familia Almeyda Medina -padre, madre y dos hijos adolescentes- no se encontraban frente al televisor, sino de una pantalla de cine, entretenidos con las escenas de la producción hollywoodense Hombre en llamas. ''De todos modos el Informe es medio ficción, Ƒno?", comentaba uno de los jóvenes.

Como ellos, decenas de miles de capitalinos prefirieron seguir su vida normal que escuchar el recuento de Fox. "Aburrido", "tedioso", "cansado", "lleno de contradicciones", "rollo de los políticos" fueron los argumentos que esgrimieron muchos capitalinos para no ser testigos de uno de los ritos tradicionales de la política mexicana.

Un joven de traje gris camina a prisa por avenida Universidad.

-ƑY usted va a ver el Informe?

-Pues a ver si me alcanza el tiempo. No me interesa mucho, porque luego son muchas estadísticas que quién sabe si son ciertas.

No es el único escéptico. Una pareja de maestros, Hilario González y Mayra Romero, hacen fila en una de las taquillas de los cines de Plaza Universidad.

Como es miércoles, los boletos están al dos por uno, y ni pensar que por un acto del Presidente de la República ''me vaya a perder'' la oferta, dice don Hilario. Sosteniendo del brazo a su esposa, insiste en que a él no le van a venir a contar lo que vive todos los días.

Al principio la profesora Mayra se muestra conciliadora y dice que ya tendrá tiempo de leer en los periódicos lo acontencido en el Palacio Legislativo. Pero luego respalda a su esposo: ''Mire, soy ciudadana mexicana y no me tienen que repetir lo que está pasando".

El maestro Hilario recuerda que desde hace más de dos décadas, cuando José López Portillo era presidente de la República, dejó de estar atento a los informes de gobierno. "Prefiero ir al cine, tomarme un café o hacer cualquier cosa para pasar el rato agradable".

A un lado, en la hilera de los que esperan comprar boletos para el filme Matando cabos, una adolescente, Alejandrina, apenas escucha la conversación y pregunta: ''Ƒa qué hora es el Informe?''

Parece que de poco sirvieron los reiterados mensajes radiofónicos y televisivos que invitaban a enterarse de las acciones de gobierno. Para muchos mexicanos no vale la pena escuchar a los políticos.

Entre risas, la hermana de Alejandrina dice estar interesada en conocer qué ha hecho el mandatario en estos cuatro años de gobierno, aunque al final se corrige y dice que de poco sirve, porque ''Fox no ha hecho nada''.

En los centros comerciales pocos se acuerdan del Informe presidencial. De las 53 pantallas de televisión encendidas en un Carrefour, sólo una transmite las palabras del jefe del Ejecutivo.

Mientras el senador perredista Jesús Ortega aparece en televisión hablando de ''apoliticismo trasnochado'' -en el aparato con el que un demostrador de Direct Tv pretendía atraer a la clientela-, José Luis Campos, obrero de la construcción, se detiene a observar, pero no la imagen, sino una tienda de zapatos.

El tampoco va a seguir la transmisión del Informe gubernamental, aunque dice que sí va a estar atento al resumen noticioso.

-ƑPor qué no le interesa?

-Hay varias razones: la primera, por falta de tiempo; la segunda, porque es muy tedioso, y la tercera, porque no creo en los crecimientos económicos ni en que ya estamos mejor en seguridad.

Nada les creemos, secunda un expendedor de helados: "De hecho yo voté por el Presidente que está ahora, pero de todo lo que prometió no ha hecho nada''.

Dos preparatorianas, de uniforme azul marino y verde, se entretienen en la calle observando a los paseantes y cuchicheando entre ellas.

-ƑY ustedes por qué no siguen el Informe?

-Alguna vez lo intenté por hacerle caso a mis papás, pero me aburrí mucho y siento que no es verídico lo que se dice, como que no es real.

Cuando está por terminar el discurso presidencial, varios siguen formados para entrar al cine.