Lanzaron objetos a los cuerpos de seguridad asignados al Palacio Legislativo

Provocadores intentaron empañar la protesta del sindicalismo independiente

Frustrada pretensión de los trabajadores de cercar San Lázaro; el gobierno ya lo había hecho

Los trabajadores del Seguro Social se interpusieron entre los rijosos y la policía

Miles de trabajadores de los sindicatos del Seguro Social, Mexicano de Electricistas y de la UNAM, así como organizaciones campesinas, cercaron ayer lo que ya estaba sitiado: la Cámara de Diputados.

Nunca antes un presidente había requerido para la lectura de un Informe de gobierno que el recinto legislativo fuera aislado con más de 4 mil de policías federales, capitalinos, y hasta militares. En la víspera, los sindicatos independientes se habían propuesto rodear el recinto de San Lázaro, pero se les adelantó el gobierno.

Toda la periferia del Palacio Legislativo fue circundada con una valla metálica de tres metros de altura -similar a la usada en la pasada cumbre de Guadalajara-, y detrás de ella fueron colocados cuatro cercos policiacos en prevención de que si uno era roto pudieran contener con el resto a manifestantes que eventualmente brincaran o derribaran el cordón de seguridad. Afuera, desde la madrugada se establecieron retenes peatonales y cortes a la circulación a varios kilómetros a la redonda, con el único propósito de impedir el arribo de los manifestantes.

Todo el dispositivo de seguridad no bastó para repelerlos; sólo puso tierra de por medio entre los asistentes al cuarto Informe de gobierno y el pueblo.

Además de los sindicatos, diversas centrales campesinas también participaron en el mitin. El dirigente de la Central Campesina Cardenista, Max Correa, explicó que el apoyo a los trabajadores del IMSS es por la defensa de la soberanía y la seguridad social para todos. En las zonas rurales, dijo, hay 2.5 millones de adultos mayores que viven en la miseria, por eso, ''la seguridad social también es una exigencia del sector rural''.

Por la mañana, integrantes de El Barzón, CCC y Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas realizaron plantones en la secretaría de la Reforma Agraria y en la subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda. Exigieron la cabal aplicación del presupuesto para el campo ''ƑPor qué tenemos que venir a este rancho tan grande sólo para que nos escuchen y nos dejen igual, sin nada?'', preguntó el sonorense Francisco Martínez, de El Barzón.

Casi en calma

La manifestación había transcurrido en calma hasta poco antes de la cuatro de la tarde, cuando grupos ajenos a los trabajadores del Seguro Social empezaron a encender los ánimos, a provocar a los policías lanzándoles cohetones, palomazos, basura, líquidos y lo que tenían a mano, y a golpear con palos la valla.

Los manifestantes realizaron múltiples llamados a no caer en provocaciones; sin embargo, un grupo de supuestos anarquistas -no más de 20- comenzó las agresiones, luego de haber desfilado entre los manifestantes del IMSS.

Al filo de las cinco de la tarde, en el cruce de las calles de Congreso y Alarcón, donde había otro cerco policiaco y se habían plantado integrantes de la Central Unitaria de Trabajadores y Poder Popular, los mismos sujetos comenzaron a golpear la valla metálica con palos y tubos. Como no pudieron ni siquiera mover el armazón, utilizaron pedazos de una banqueta y comenzaron a tirar piedras y cohetones contra los policías. La refriega duró unos 10 minutos. Los manifestantes de las organizaciones sociales se replegaron y no participaron en los hechos.

Ese fue el antecedente de lo que vendría alrededor de las ocho de la noche, en la avenida Eduardo Molina, al cruce con Ignacio Zaragoza, cuando, aprovechando la oscuridad y los encendidos ánimos de los trabajadores que escuchaban el Informe del presidente Vicente Fox en un radio y coreaban consignas en su contra, el grupo de provocadores, que para entonces ya sumaba 50, arremetió con más fuerza y logró derribar una de las placas de la valla.

Esto provocó primero desconcierto, ya que ellos sí pretendían ingresar al Palacio Legislativo, pero fueron contenidos, primero por los trabajadores del IMSS, que formaron una línea para impedirlo, y después por el cerco policiaco. "šSí se pudo... sí se pudo... Vallejo...Vallejo!", fue el grito que surgió de entre el grupo, mientras se incrementó el número de cohetones contra los uniformados.

El grupo que, según señalamientos, estaba conformado por porros del CCH Vallejo, también tenía entre sus integrantes a personas de cabello muy corto y vestidos con ropa deportiva. Arremetieron incluso contra los manifestantes en su afán de ingresar por la fuerza al recinto legislativo, pero su estrategia falló, porque los trabajadores del IMSS fueron los primeros en repelerlos.

Para contenerlos, elementos de la PFP utilizaron un extintor y lanzaron un descarga que hizo pensar por un momento que se trataba de gas lacrimógeno, lo que dispersó a la multitud; hizo que el sindicato convocante alejara a su gente, se deslindara de los hechos y diera por terminada la movilización con la entonación del Himno Nacional.

Lo último que dijo un trabajador a los policías que resguardaron el Palacio Legislativo fue: ''que tengan buena noche. Espero que se la pasen bien. Lo que ocurrió aquí no fue culpa de los trabajadores''.

PATRICIA MUÑOZ, GUSTAVO CASTILLO, MATILDE PEREZ Y FABIOLA MARTINEZ