Empleados y alumnos apoyan demandas del SNTSS

Realiza el STUNAM falta colectiva parcial

Varias facultades y bibliotecas permanecieron sin actividad

KARINA AVILES

Parecía un día normal en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los alumnos en clase, los investigadores en sus cubículos. Pero conforme pasaba el tiempo las cosas empezaron a cambiar: el nivel de la basura comenzó a subir en los botes; los autobuses conocidos como pumitas, que transportan gratis a miles de estudiantes, se esfumaron y, en su lugar, un grupo de taxistas aprovechó la ocasión para ofrecer sus servicios; la Biblioteca Nacional, al igual que la Central, aunque permanecieron abiertas quedaron desiertas.

Así fue el día de falta colectiva parcial de los integrantes del Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM) en apoyo a sus compañeros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo propósito, además, fue no dejar pasar el "mal" en terreno ajeno, ya que están conscientes de que si bien la embestida gubernamental se enfila hoy contra los empleados del sector salud, mañana podría ser contra los de educación.

Temprano, todo estaba dispuesto y limpio para empezar el día: pasillos, salones de clase, auditorios, etcétera, pero Mario Delgado, jefe de Servicios Generales de la Facultad de Filosofía y Letras, no ocultaba su preocupación.

Conocedor de que 80 por ciento de los trabajadores de intendencia del turno matutino no se presentó a trabajar, sabía que en unas horas más el panorama sería otro. "Los baños -señaló- tienen un uso intensivo".

Afuera de esa facultad, un grupo de trabajadores de la Biblioteca Central -que atiende diariamente a 11 mil usuarios- comenzó a realizar consultas extramuros. Varios estudiantes que esperaban a que abrieran las puertas, al darse cuenta de que eran las ocho y media y la entrada de la biblioteca contigua a su escuela seguía cerrada, preguntaron a los sindicalistas a qué hora empezaría el servicio.

"Hoy no hay servicio", les respondieron una y otra vez. En efecto, aunque se tuvo acceso a la planta principal del edificio, en donde están las colecciones de literatura, bellas artes y música, a partir del tercer piso y hasta el noveno no hubo servicio. La subdirectora de la biblioteca, Adriana Hernández Sánchez, estimó que la mitad de usuarios, cerca de 6 mil, no podrían realizar sus consultas.

Sin embargo, los estudiantes no expresaron su molestia, inclusive, algunos, como los de la Facultad de Ciencias, se solidarizaron con los trabajadores y tampoco acudieron a clase.

Sentada en la explanada de ese plantel, Nancy Torres vio cómo su profesor de álgebra lineal subió las escaleras para dirigirse a su salón. "Este paro no lo decidió la Facultad de Ciencias, sino los trabajadores del IMSS, y ésta es nuestra forma de apoyarlos", comentó. A su lado, su amigo Francisco dijo en voz alta: "la culpa la tenemos todos nosotros por no hacer nada. šTe suben la leche, te suben el huevo y ya, ni modo!"

En donde todos se revelaron contra ese "conformismo social" fue en la Biblioteca y la Hemeroteca Nacional. Ahí, ninguno de los trabajadores de base acudió a su puesto y hubo paro total de servicios.

Lo mismo ocurrió en el Centro de Desarrollo Infantil, que ayer quedó sin niños y sin el personal que los atiende. En otras escuelas el apoyo fue con presencia. En la Facultad de Medicina, la presidenta de la Bolsa de Trabajo, Leticia Pérez, dijo que "todos los trabajadores estamos con los compañeros del IMSS, pero aquí no se puede dejar de trabajar, porque no podemos dejar sin atención a los ratoncitos de los laboratorios".

Algunos de los trabajadores que sí llegaron a sus puestos coincidieron también con la causa, pero no con el descuento de un día de salario ni con la falta que, creyeron, les afectaría para obtener el apoyo económico del programa de calidad y eficiencia. Sin embargo, desconocían si "los que no se presentaron hoy serán afectados para obtener ese estímulo", dijo Luis Mariano García, adjunto de la Secretaría del Trabajo del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México.