Sindicatos atribuyen al gobierno federal eventual sabotaje al suministro eléctrico

Un éxito, la suspensión de actividades: líderes

F. MARTINEZ, P. MUÑOZ Y G. CASTILLO GARCIA

El paro convocado por las organizaciones independientes fue un "éxito de la fuerza laboral del país", consideraron los líderes de la Unión Nacional de los Trabajadores (UNT) y del Frente Sindical Mexicano (FSM). Advirtieron que si el gobierno federal no recapitula "se radicalizarán" las acciones de protesta y lo responsabilizaron de un posible sabotaje en el suministro de energía eléctrica.

De acuerdo con el balance de los dirigentes de esas centrales obreras, suspendieron labores entre 80 y 85 por ciento del total de trabajadores del IMSS adscritos a las unidades de medicina familiar, guarderías, velatorios, áreas administrativas, módulo central, centros de recreación y tiendas.

En los gremios solidarios, consumaron una falta colectiva más de 30 mil electricistas; pararon a partir de las 14 horas telefonistas; diversas organizaciones campesinas hicieron bloqueos intermitentes en carreteras de Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala y Michoacán; sobrecargos y personal del aeropuerto realizaron un mitin en la terminal aérea y también los tranviarios dejaron de operar trolebuses y tren ligero a partir del mediodía.

En conferencia de prensa conjunta realizada a unos dos kilómetros de la Cámara de Diputados, Rosendo Flores Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas; Eduardo Pérez, vocero del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social; Francisco Hernández Juárez, de la presidencia colegiada de la UNT; Max Correa, de la Central Campesina Cardenista, y Benito Bahena, de los traviarios, entre otros, plantearon que este gobierno está regresando al autoritarismo, lo cual se evidencia con la conversión del Congreso en búnker: "Parece que visitarán el recinto terroristas y no trabajadores."

El jefe del Ejecutivo, aseguraron, es ciego y sordo a las demandas sociales y ha caído en graves excesos, como "militarizar" el Informe de gobierno y encerrarse con sus esbirros en el "castillo de la irrealidad". Condicionaron el diálogo con la autoridad a que haya tregua en las medidas antilaborales, cese de los intentos de agresión y freno a la intimidación.

Rosendo Flores denunció que aun cuando su gremio garantizó que no habría suspensión del suministro de energía eléctrica, el gobierno mandó militares a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro, acción que puede ser vista como "un intento de sabotaje". El dirigente advirtió que la presencia del Ejército no los intimida. La lucha de los trabajadores está en el contexto de la Constitución porque no existe intención de desestabilizar al país.

Mientras el dirigente del sindicato del Seguro Social ya se encontraba en San Lázaro en su calidad de diputado federal, el secretario del exterior de este gremio, Eduardo Pérez Saucedo, calificó el paro de exitoso, ya que se rebasaron las expectativas sobre la suspensión de labores, pues de las 37 secciones que integran su organización, faltaron a laborar entre 80 y 85 por ciento de los trabajadores.

Precisó que no hubo incidentes en esta jornada, a pesar de toda la propaganda que se realizó en contra, y agregó que se logró resguardar los servicios de urgencias, atención ginecológica y hospitalización de segundo y tercer niveles. Planteó que hoy jueves los sindicalizados se presentarán a laborar en forma normal con la satisfacción de haber demostrado al presidente Vicente Fox lo que es "un día sin Seguro Social".

A su vez, Francisco Hernández Juárez opinó que la jornada cumplió su objetivo al constituirse como la movilización más importante de los años recientes, porque no sólo paró importantes sectores de la ciudad, sino que también hubo actos de protesta en los 31 estados. El líder telefonista sostuvo que si el gobierno no reconsidera su postura, se elevará el tono de la protesta, que podría llegar hasta una huelga nacional.