México D.F. Jueves 2 de septiembre de 2004
Cada uno es responsable de sus decisiones y
debe afrontar sus consecuencias, advierte
Lo mejor está por venir, dice Fox y pide una
tregua para acuerdos
Durante su cuarto Informe el mandatario fue constantemente
interrumpido por la oposición
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
Frente al clima de confrontación política
que se vive en el país, el presidente Vicente Fox invitó
a todos los mexicanos a emprender ''una tregua para alcanzar acuerdos juntos''.
En la lectura de su cuarto Informe, el mandatario manifestó que
inicia la última etapa de su gobierno, ''y lo mejor está
por venir''; no obstante, dijo que ''no se puede responsabilizar a los
demás de nuestras acciones u omisiones''.
En
su alocución, el Ejecutivo federal fue interrumpido en 12 ocasiones
por diputados de PRI, PRD y PT, y a la hora de solicitar el compromiso
de todos omitió la frase que tenía escrita en su documento,
en el sentido de que ''es hora de asumir costos''.
Al iniciar el mensaje, y apenas leer la frase ''Honorable
Congreso de la Unión...'', el diputado perredista Gilberto Ensástiga
le gritó desde su curul: ''¡Viva López Obrador!'' La
respuesta de Fox durante toda la lectura fue que su gobierno hará
respetar la legalidad, y reiteró lo que dijo en su discurso ante
la bancada panista, en Cuernavaca: ''que nunca más una autoridad
esté por encima de la ley''.
''¡Otra, otra, otra mentira!''
Tras un recuento de lo que llamó ''los aspectos
más relevantes'', y que a cada momento eran rechazados por los priístas,
perredistas, petistas y verdes, con un coro de ''¡otra, otra,
otra, otra... otra mentira!'', Vicente Fox emitió su mensaje político.
Mencionó que las libertades ciudadanas no nacieron en forma espontánea,
sino que son producto de una lucha ardua y prolongada, porque los mexicanos,
dijo, pueden hablar, decidir, criticar, disentir y participar.
''En una sociedad de ciudadanos e instituciones, cada
quien tiene que poner su parte. Hoy, por primera vez en la historia del
país, la esfera de lo público es una responsabilidad compartida
por todos, y todos debemos asumirla en el marco de la ley. Cada uno es
responsable de sus decisiones y debe afrontar sus consecuencias. No podemos
responsabilizar a los demás de nuestras acciones u omisiones'',
sostuvo en abierta alusión a Andrés Manuel López Obrador.
En el último tramo de su discurso, y tras que en
23 ocasiones fue interrumpido -en 12 de ellas debió intervenir el
presidente de la mesa directiva, Manlio Fabio Beltrones-, Fox molesto y
con una mueca apresuró la lectura. Insistió en que sus decisiones
las asume con responsabilidad, pero de la misma forma los otros poderes
deben asumir las suyas. ''Los valores de la democracia y el respeto a la
ley son el fundamento de una sana convivencia política. Con todos
los desafíos e incertidumbres que puede entrañar, mi gobierno
ha optado siempre por el respeto irrestricto a los principios democráticos.
Hoy nuestra vida política es más abierta y más intensa
que nunca. La democracia no es ausencia de conflictos; es la libertad para
debatir sobre los problemas y el mejor medio para procesarlos. El ánimo
que debe prevalecer en los actores políticos es el de reconocer
errores y corregirlos''.
En medio del desorden en el salón de plenos, donde
los legisladores de la oposición se levantaban, conversaban, mientras
otros mostraban carteles de rechazo, el Presidente afirmó que inicia
la tercera y última etapa de su gobierno, donde ''hemos sentado
bases firmes. Tenemos la solidez y la energía para salir adelante.
¡Lo mejor está por venir!"
Recordó que tiene su gobierno la oportunidad para
consolidar el crecimiento económico, generar empleos, superar la
pobreza y mejorar condiciones para favorecer la inclusión social.
Fox Quesada elevó el tono de voz, mientras los
legisladores le reprocharon con gritos de ''¡Pinocho, Pinocho...''
Ese hecho pareció no importarle y dijo que para su gobierno el diálogo
no es una convocatoria, ''es el hilo conductor de cambios concretos que
nos han permitido crear instituciones, reformar leyes y abrir espacios
a la participación ciudadana. Continuaremos impulsando el diálogo
con los partidos y los actores políticos y sociales como guía
privilegiada para los acuerdos esenciales que demanda el país''.
La inconformidad continuaba, pero el mandatario solicitó
en su mensaje a la nación transitar de los debates a los resultados,
porque ''la sociedad exige acuerdos; escuchemos su voz, acatemos su mandato''.
Con ese tono llamó a asumir ''los grandes retos
de cara al futuro'', pero en ese punto omitió la frase de ''es hora
de asumir costos'', que incluyó en su discurso escrito. Aun así,
continuó: ''La democracia es una conquista de la conciencia y de
la inteligencia, es un patrimonio que nos ha costado mucho tiempo y esfuerzo
construir. Todos tenemos la obligación de cuidarla y fortalecerla.
Los desafíos de la democracia siempre pueden superarse con más
democracia''.
El recuento de logros y hechos le valieron al Ejecutivo
una andanada de rechiflas, gritos, interrupciones e interpelaciones poco
vistas en anteriores informes presidenciales. La crítica y la burla
de los legisladores iniciaron cuando el mandatario habló sobre los
resultados alcanzados durante este año de ejercicio, en el tema
de los homicidios contra mujeres en Ciudad Juárez.
Y se agudizó el rechazo al mencionar que no permitirá
que las mujeres sean víctimas de agresiones o discriminación.
Al tocar el tema de derechos humanos y las acciones realizadas
para vigilar que las garantías de los mexicanos se respeten en México
y el extranjero, diputados del PRD preguntaron: ''¿y las balas de
goma?"
Aseguró que su administración ha logrado
gobernabilidad a través de la regularización de las tierras
de los campesinos. ''Promoviendo acuerdos cosechamos una paz genuina y
verdadera, nacida de la aplicación de la justicia y de la buena
voluntad de las comunidades. En el último año hemos desactivado
ya más de la mitad de los focos rojos que amenazaban la paz de muchas
comunidades, provocando enfrentamientos y violencia entre hermanos. Así,
hemos resuelto conflictos ancestrales por la tierra, como el de Bernalejo
de la Sierra y el de los Chimalapas''.
El manejo de la política exterior le valió
rechiflas, porque afirmó que México ''es un líder
respetado por su contribución a la forja de un régimen basado
en los principios y normas de la convivencia y del derecho internacionales''.
Recordó la participación de México en el Consejo de
Seguridad de la ONU, en distintos organismos de cooperación multilateral,
y la ''aportación mexicana'' para lograr la paz en Colombia. No
obstante, los legisladores perredistas, a coro, le reclamaron: ''¿Y
Cuba? ¡Cuba sí, yanquis no!''
En el ramo de la economía y las finanzas, Fox refirió
que su administración ha ahorrado 55 mil millones de pesos en gastos
administrativos, cifra que se ha reorientado, según él, a
programas sociales para el desarrollo. Y recordó que ha cancelado
155 mil plazas administrativas. Luego aseguró que en este año
se incrementó el empleo formal, y que a finales de diciembre se
alcanzarán 400 mil nuevas plazas. Insistió en que el PIB
también crecerá en 4 por ciento, respecto de 2003. Cuando
tocó el tema de las reformas a la ley del IMSS, la bancada del PRD
se desbordó. Les adelantó que esa decisión ''constituye
el primer paso para asegurar la viabilidad financiera'' de la institución,
así como ''para elevar la calidad de sus servicios. Reitero mi compromiso
de respetar los derechos de los trabajadores del instituto, patrimonio
y orgullo de todos los mexicanos''. E improvisó: ''Invito a todas
las partes a que hagamos una tregua y alcancemos acuerdos juntos''.
Consideró un ''triunfo'' la conversión de
los pagarés del Fobaproa al IPAB; ponderó el apoyo a 450
mil pequeñas y medianas empresas; resaltó el crecimiento
de la infraestructura eléctrica, y el descubrimiento de un nuevo
yacimiento en el Golfo de México. Al concluir, toda la oposición
legislativa en el Congreso le dio la espalda.
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