México D.F. Miércoles 1 de septiembre de 2004
Adolfo Sánchez Vázquez
Desconfía el pueblo de la democracia y los partidos políticos
KARINA AVILES
Hoy día, los partidos políticos hacen depender el respaldo de los ciudadanos del que pretenden obtener a través de los medios de comunicación y no del consenso que deben adquirir en la plaza pública, "con lo cual contribuyen al descrédito de la política misma, colonizada por ellos", expresó el filósofo y profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adolfo Sánchez Vázquez.
Con lo anterior, añadió, se confirma una vez más la tesis del marxismo clásico, de que para llegar a una democracia real y efectiva, que pueda liberarse de este sojuzgamiento, es necesaria una transformación radical de las condiciones de propiedad que aseguran ese monopolio.
De hecho, si no se cuestionan las relaciones de producción que condicionan justamente el carácter limitado y formal de ese sistema de gobierno no se podrá avanzar hacia una verdadera democracia, destacó.
El liberalismo asociado a una democracia limitada poco tiene que aportar: "El marxismo, si bien sigue teniendo vigencia en tanto a las soluciones que ofrece a este problema, debe pagar las consecuencias de haberse asociado con una falsa interpretación, la cual inspiró y justificó el fingido socialismo", explicó.
En el coloquio internacional sobre republicanismo, realizado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, Sánchez Vázquez insistió en que la democracia se ha reducido a su carácter formal representativo.
La escasa intervención ciudadana se ve reforzada cuando la mente y voluntad de las personas se hayan colonizadas por el poder absorbente de los medios de comunicación. De esta forma, dijo, su contribución se reduce a depositar de vez en cuando su voto en las urnas electorales.
Dicha situación lleva a la población a perder la confianza en la democracia y en los partidos políticos, quienes debieran ser precisamente los vehículos de esa actividad. Otra reacción de los ciudadanos es la apatía, que se pone de manifiesto en los altos índices de abstención electoral, lo cual no significa en modo alguno su inacción porque ésta se canaliza mediante diversos movimientos sociales, indicó.
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