México D.F. Miércoles 1 de septiembre de 2004
Se estima que Herrera Beltrán ha erogado
$800 millones ante su descenso en las preferencias
Promesas desmesuradas y gastos disparados del PRI en
Veracruz
Ofreció generar 200 mil empleos, cuando el ritmo
anual es de 15 mil trabajos
GUADALUPE LOPEZ Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y
ENVIADO
Jalapa,
Ver., 31 de agosto. Su figura parece omnipresente. Fidel Herrera Beltrán,
sonriente, y su Fidelidad por Veracruz -nombre de la alianza PRI-PVEM-
aparecen por doquier. Se calcula que eso ha costado entre 600 y 800 millones
de pesos, o sea, alrededor de 20 veces los 36 millones de tope de campaña
permitidos. Nadie lo controla, nadie lo fiscaliza.
Sin embargo, la elección se cierra cada día
más, según las encuestas. Un priísmo que ha visto
caer su ventaja abrumadora del arranque de campaña, hasta mantener
precarios márgenes en el ocaso de la fase proselitista.
Quizá por eso las promesas se vuelven desmesuradas
y los gastos se disparan: crear una nueva universidad pública y
generar 200 mil empleos -cuando el ritmo anual ronda los 15 mil trabajos-
destacan entre las más criticadas.
El gobernador Miguel Alemán Velasco debió
entrar a la campaña a pregonar que el ganador de los comicios del
próximo 5 de septiembre será Herrera Beltrán, quien
no fue su candidato personal a sucederlo. Como proclama del viejo régimen,
Alemán Velasco aventuró un triunfo priísta por 150
mil votos sobre el aspirante de Unidad por Veracruz (PRD-PT-Convergencia),
Dante Delgado, y un lejano tercer sitio del panista Gerardo Buganza.
El vaticinio del gobernador para algunos es profecía
que devuelve la certeza, y para otros un delito electoral. Históricamente
priísta, Veracruz vivirá la elección más cerrada
en décadas, con un escenario de tres tercios (Fidelidad por Veracruz,
PAN y Unidad por Veracruz), y la existencia de tránsfugas convertidos
en los más ácidos críticos de Herrera Beltrán,
a quien ligan incluso con el narcotráfico.
Ex priísta recalcitrante, Miguel Angel Yunes deslizó
públicamente que el narco participa en la millonaria campaña
de Herrera Beltrán; sin embargo, nunca presentó pruebas.
El PAN retomó el tema, señalando a colaboradores del priísta
como abogados de narcotraficantes. En ese tenor se han llevado la campaña
y algunos de los ataques contra Herrera.
La respuesta priísta al PAN fue por el lado penal.
Mientras, Herrera Beltrán ofreció un examen antidoping
para mostrar su inocencia.
No paró ahí el tema de Herrera y las drogas.
La oposición reviró ridiculizando al priísta, con
el argumento de que se practicó un examen de sangre, cuando para
probar el consumo de drogas requiere uno de orina.
También se ha tratado el tema de las boyantes finanzas
de la alianza Fidelidad por Veracruz, su omnipresencia mediática
y su escaso reflejo en las encuestas. Pero el PRI mantiene su discurso
victorioso y difunde encuestas como parte central de su campaña.
-¿No teme perder las elecciones? -se le preguntó
a Herrera Beltrán alguna vez en la campaña.
-El único que temió fue Judas y ya se murió
-respondió.
En el camino hacia la elección de gobernador, así
como para renovar el Congreso local y las alcaldías, aún
no se restañan las heridas abiertas por las candidaturas, que propiciaron
renuncias en algunas ciudades importantes, como Poza Rica o Minatitlán,
donde hubo bloqueos y tomas de sedes municipales priístas. Los ofrecimientos
de Herrera Beltrán no bastaron para mitigar las inconformidades
de sus correligionarios que se sintieron desplazados y lo amenazaron con
el "voto de castigo".
El ex dirigente nacional del PRI, Gustavo Carvajal Moreno,
quien aspiró a la candidatura a la gubernatura, inconforme por la
repartición de postulaciones a alcaldías y diputaciones locales,
vaticinó una derrota a Herrera Beltrán por el "desbarajuste"
que las candidaturas provocaron.
No sólo hubo protestas en la mayoría de
los 212 municipios veracruzanos, sino también de dirigentes de sectores
y organizaciones, como la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos,
la CNC, del Organismo Estatal de Mujeres Priístas y el Movimiento
Territorial, que alzaron su voz porque el PRI y Fidel Herrera Beltrán
no los tomaron en cuenta al repartir postulaciones.
En su momento Carvajal Moreno dijo que el PRI perdería
la gubernatura. Y en la recta final de la campaña, Alemán
Velasco cierra filas con Herrera Beltrán.
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