México D.F. Miércoles 1 de septiembre de 2004
"Ha hecho lo contrario de lo que planteó como plataforma económica de su gobierno"
Los compromisos de Fox se han cumplido escasamente, señalan análisis legislativos
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
Los compromisos de campaña de Vicente Fox se han cumplido escasamente, y lejos de ello la actual gestión federal "ha hecho exactamente lo contrario" de lo que en su momento incorporó como plataforma económica de su gobierno, manifiestan análisis elaborados en la Cámara de Diputados.
En el ámbito de la política económica con rostro humano, el Presidente de la República prometió estabilidad económica, crecimiento de 7 por ciento, reformas estructurales que mejoren la competitividad, revolución educativa, intervención del Estado de manera selectiva y temporal para corregir las deficiencias del mercado, y oportunidades para todos.
Al cabo de cuatro años, los objetivos generales se encuentran de la siguiente manera: la estabilidad económica se encuentra débil; el crecimiento promedio es de uno por ciento; las reformas estructurales son nulas, no se han propuesto formalmente ni la laboral ni la energética, y la fiscal se limitó a la aplicación de IVA en alimentos y medicamentos; el gasto en educación no se ha incrementado; no existe política para el mercado interno, hecho que provoca la desaparición de empresas nacionales, y el desempleo es el más alto de la historia.
Por lo que hace a la política presupuestal y de finanzas públicas, el gobierno foxista ofreció un efectivo control en el manejo del gasto público, mediante un superávit presupuestario y una reducción en el nivel de deuda. "Sin embargo, tras cuatro años de gobierno, nos podemos dar cuenta que en materia de deuda hemos alcanzado el nivel más alto de la historia; los servicios personales de burócratas absorben casi la tercera parte del gasto público; el número de plazas en el sector público es de casi 3 millones de personas, y los funcionarios de alto nivel reciben percepciones de casi 11 veces más que los empleados operativos. La deuda per cápita de los mexicanos pasó de 23 mil pesos en 2000, a 29 mil 500 en el primer trimestre de 2004", refiere el análisis.
También en el terreno de la política tributaria, financiera y bancaria de este gobierno los resultados son igualmente contradictorios, pues hay que recordar que parte de su oferta en estas materias fueron las siguientes: reforma fiscal a fondo, diversificando las fuentes de ingresos fiscales, limitando la dependencia de los impuestos derivados del petróleo, cambios en tasas impositivas, simplificando su número, incentivos al ahorro y la inversión; mejorar la progresividad y la administración tributaria; reducir la evasión, y fomentar la simplificación en el pago de impuestos.
Fox Quesada propuso tasas de interés competitivas en el ámbito nacional; un sistema bancario regulado por nuestras leyes y estrechamente supervisado por las autoridades correspondientes, y bancos sanos en sus estructuras financieras, con manejos honestos y transparentes.
Por el contrario, continúa la dependencia de los ingresos petroleros, y la reforma fiscal propuesta se centra en el IVA, se ha reducido la progresividad, continúan regímenes tributarios especiales, consolidación fiscal y los créditos fiscales irrecuperables se ubican en un monto superior a 100 mil millones de pesos.
"Actualmente el país cuenta con un sistema bancario extranjerizado, tenemos tasas de interés altas que inhiben el crédito, las altas comisiones que la banca cobra son prácticamente los únicos ingresos de los bancos, no hay créditos, la banca no presta y el Fobaproa no se ha aclarado", refirió el analista financiero Mario di Constanzo.
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