México D.F. Miércoles 1 de septiembre de 2004
Reprueba el PT planes oficiales de contrarreformas
Fox mintió; sólo ahonda el neoliberalismo:
Anaya
Justifica sus varias alianzas por cuestiones de coyuntura
RENATO DAVALOS
Entrampado en las negociaciones coyunturales que van lo
mismo con priístas que con perredistas, el Partido del Trabajo hizo
el balance del gobierno federal a partir de que el presidente Vicente Fox
"mintió" al país. "Anunció un cambio de régimen
y sólo ha profundizado el proyecto neoliberal que caracterizó
a las últimas gestiones priístas", declaró su dirigente,
Alberto Anaya Gutiérrez.
Desde su nacimiento hace casi 14 años, los petistas
han transitado con el estigma salinista. Hoy, al referirse a las alianzas
que llegan a la "promiscuidad política", pero que no han logrado
que el PT rebase 6 ciento de la preferencia electoral, Anaya aceptó
que en un "afán pragmático" todos los partidos han buscado
la conveniencia, lo que mejor les acomode y han hecho coaliciones que no
prosperan.
Dirigente
nacional prácticamente desde la fundación del petismo, Anaya
resumió los cuatro años de gobierno foxista: "En materia
política sólo se ha establecido una continuidad de los regímenes
priístas, es decir, de un proyecto neoliberal. Nunca se presentaron
los cambios prometidos y sólo se profundizó el modelo".
Anaya apreció que Fox sólo ha planteado
un paquete de contrarreformas que tienen el mismo objetivo neoliberal.
Ahí están la laboral, la fiscal, la energética, que
sólo pretenden entregar estos sectores a la iniciativa privada y
a los intereses extranjeros.
Recientemente, precisó, está la reforma
del Seguro Social, que consumó con los priístas y constituye
un atentado contra los trabajadores, que resultará muy costoso en
términos sociales.
Con esa modificación legal, prosiguió, se
demostró la pretensión foxista de entregar todos los sectores
a los empresarios. En el terreno político, las intenciones foxistas
se orientan a instaurar un modelo bipartidista y cancelar la posibilidad
de un pluralismo político en el país.
Fue en diciembre de 1990 cuando se constituyó el
Partido del Trabajo. Medio año después concurrió al
primer proceso federal y apenas alcanzó los 270 mil votos requeridos
para mantener el registro. En agosto de 1994 tuvo una votación cercana
al millón de sufragios.
Su configuración obedeció a la confluencia
de organizaciones como los comités de Defensa Popular de Chihuahua
y Durango, el Frente Popular de Lucha de Zacatecas y el Tierra y Libertad
de Monterrey, así como algunos integrantes de la Unión Nacional
de Trabajadores Agrícolas, de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala
y del movimiento magisterial independiente.
"Consideramos que Fox entró mintiéndole
al pueblo de México. Se presentó como un proyecto que implicaba
un cambio de régimen y una nueva política económica
y social. En este último ámbito sólo persiste la perspectiva
del castigo al gasto orientado a este rubro, particularmente en vivienda,
salud y educación.
"En política exterior también ha ocurrido
una profunda regresión, que ha implicado el abandono de la Doctrina
Estrada y de lo establecido en el artículo 89 constitucional. Cada
día Fox se convierte en un empleado al servicio del presidente estadunidense,
George W. Bush. Es algo que preocupa y avergüenza.
"Quizá el único acierto es que ha mantenido
una relativa estabilidad en indicadores macroeconómicos. Han crecido
las reservas internacionales, que rebasan los 53 mil millones de dólares.
Otro aspecto positivo sería acercarse al Mercosur."
-¿Aprecia una alianza PRI-PAN para aprobar las
reformas foxistas?
-No veo esa alianza porque el PRI tiene mucho miedo a
pagar una factura en las urnas. Se ve que los priístas quieren algunos
acuerdos en materia laboral, pero no van a ir más allá por
esos temores. El razonamiento priísta es pensando en 2006. Ellos
prefieren que Fox y su partido paguen las facturas y los platos rotos de
las reformas.
-¿Hay promiscuidad política entre partidos,
que les lleva a todos a alianzas impensables?
-Los partidos hemos buscado acuerdos de coyuntura pero
no necesariamente éstos se extrapolan a 2006. Esa fecha está
distante y continúa siendo impredecible. A este respecto, quiero
expresar la oposición a los intentos de desafuero contra el jefe
de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador. Será
un error. No es correcto descalificarlo con argucias legaloides cuando
lo que debe buscarse es derrotarlo en las urnas. Estamos frente a una maniobra
que pudieran cocinar priístas y panistas.
-¿Por qué el PT ha hecho alianza con el
PRI?
-Quiero decir que en algunos lugares los acuerdos no han
prosperado, y en un afán pragmático los partidos han buscado
su conveniencia, lo que mejor les acomode, y lo digo por todos. Cuestiones
de coyuntura. Se han acomodado a cada situación específica.
-¿Veremos lo mismo de aquí a 2006?
-Tenemos que buscar construir una alianza sólida
de centro izquierda para 2006. Hasta ahora los acuerdos han sido casuísticos.
Tenemos que definirnos más en nuestros partidos.
-¿En esa alianza de centro izquierda usted incluye
al PRI?
-El PRI está viviendo una transición. Este
partido ha tenido corrimientos de centro izquierda, pero las cosas no están
definidas claramente. Los priístas tienen conciencia de que el perfil
neoliberal les costó la Presidencia de la República.
-¿Pero cerraría esa posibilidad?
-Nuestro partido buscará una alianza de centro
izquierda. Vamos a esperar.
Los vínculos de juventud de Anaya con Raúl
Salinas en Monterrey despertaron sospechas en torno a la creación
de un partido que se fundó cuando uno de los Salinas era presidente
de la República.
-¿Cuál es su relación con Carlos
Salinas de Gortari?
-Son especulaciones. No hay evidencia en ese sentido.
-¿Se reunió hace poco con Salinas?
-Hay que ver a futuro, no el pasado.
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