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México D.F. Domingo 29 de agosto de 2004
 Marcelo Bielsa dignifica la profesión,
dice el técnico Brindisi
Tibios festejos en Buenos Aires tras conseguir la medalla
áurea
NOTIMEX, REUTERS Y AFP
Buenos Aires, 28 de agosto. Los argentinos festejaron
tibiamente el sábado la primera medalla de oro olímpica conseguida
por la selección de futbol en los Juegos de Atenas, y apenas algunos
bocinazos rompieron el silencio del amanecer en esta capital.
 Los
bares y las discotecas, desde la medianoche del viernes, estuvieron abarrotados
de gente esperando el momento del partido y los cantos para el seleccionado
albiceleste se escucharon cuando Carlos Tévez anotó el gol
de la victoria.
Después del encuentro los autos hicieron sonar
sus bocinas y algunos simpatizantes se atrevieron a dar una vuelta por
el Obelisco, monumento histórico de Buenos Aires y lugar de concentración
de festejos populares.
La fiesta no resultó tan masiva debido a que el
partido se jugó a las cuatro de la madrugada local y seguramente
muchos argentinos que vieron el partido en sus casas, no pudieron resistir
la tentación de la cama, y tras el silbato final y un breve festejo,
se dedicaron a recuperar el sueño perdido.
La prensa también reaccionó: "Argentina
es de oro", destacó El Clarín en la portada de su
sitio de Internet, y agregó: "los muchachos de Bielsa tuvieron esa
revancha que necesitaban. Que se debía el futbol argentino para
cumplir su gran asignatura pendiente". "Futbol dorado", tituló La
Nación, mientras que Olé ponderó el "oro
para Argentina tras 52 años".
El técnico de Boca Juniors, Miguel Angel Brindisi,
se refirió al seleccionador nacional: "Marcelo Bielsa dignifica
la profesión, porque es honesto, y le suma honradez a su calidad
de trabajo". Espero que ahora la gente modifique su postura crítica
y empiece a reconocer el trabajo que hizo".
A su vez, Julio Grondona, presidente de la Asociación
del Futbol Argentino, manifestó: "Sabía que Bielsa iba a
ganar algo importante y por eso lo respaldé en su continuidad. Argentina
jugó bien y obtuvo un merecido triunfo".
En Asunción, la derrota canceló los festejos
que programaron miles de paraguayos que se reunieron en bares y centros
comerciales a mirar el encuentro por televisión, empero, todos alabaron
la obtención de la medalla de plata, hecho inédito para el
país, pues nunca había accedido a una presea en más
de 100 años de historia olímpica.
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