México D.F. Lunes 23 de agosto de 2004
En entredicho, la estabilidad que proyecta el
Kremlin a una semana de los comicios
Enfrentamientos en Chechenia provocan medio centenar
de muertos
Fuerzas rusas minimizan sus bajas y hablan de "exitosas
operaciones" contra rebeldes
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, 22 de agosto. A una semana de que se realice
el trámite formal para imponer al general Alu Aljanov como nuevo
gobernante pro ruso en Chechenia, mediante supuestos comicios que manipulados
desde Moscú aseguran el "triunfo" del candidato seleccionado por
el Kremlin, intensos combates registrados en los dos días recientes
en Grozny, la capital chechena, dejaron como saldo, sumadas las bajas en
ambos lados, medio centenar de muertos.
Esta cruenta realidad pone en entredicho la imagen de
cierta estabilidad que las autoridades rusas tratan de proyectar al hablar
de Chechenia y, en todo caso, son un trágico recordatorio de que
aún falta mucho para poder alcanzar un arreglo político en
esa república independentista del Cáucaso del Norte, devastada
por casi 10 años de guerra.
Sin
embargo, el Kremlin insiste en dar una versión triunfalista que
no se corresponde con los hechos. Así, en el transcurso de este
domingo los voceros oficiales cambiaron varias veces sus declaraciones
para minimizar las pérdidas federales a consecuencia del ataque
simultáneo de grupos de rebeldes contra dos comandancias militares,
dos comisarías de policía, un retén del ejército
federal y varios edificios que albergarán casillas electorales.
Los tiroteos duraron varias horas hasta bien entrada la
madrugada de hoy y el balance provisional alcanza medio centenar de muertos
entre militares federales, policías pro rusos, combatientes separatistas
y civiles.
Tras el desconcierto inicial de los voceros oficiales,
que permitió tener una idea más precisa de la magnitud de
lo ocurrido en la capital chechena, el mando militar ruso reportó
haber efectuado una "exitosa operación para detectar y aniquilar
a rebeldes que se escondían en la ciudad" de Grozny.
Según el general Ilia Shabalkin, portavoz del ejército
federal, los separatistas "tuvieron no menos de 50 bajas mortales", aunque
reconoció estar en condiciones de mostrar los cuerpos de sólo
18 guerrilleros porque "(sus compañeros) pudieron llevarse los cadáveres
de muchos".
Fugaz visita
Horas después de sufrir las fuerzas federales un
duro ataque que, por arte de magia verbal, se convirtió en "exitosa
operación" contra los rebeldes, el presidente ruso, Vladimir Putin,
hizo una fugaz aparición en el poblado checheno de Tsentoroi, a
60 kilómetros de Grozny.
Putin voló en helicóptero desde su residencia
veraniega de Sochi, en el Mar Negro y estuvo en territorio checheno el
tiempo justo para depositar una ofrenda floral ante la tumba de Ajmad Kadyrov,
el gobernante pro ruso asesinado el pasado 9 de mayo, que este lunes habría
cumplido 53 años.
"Perdimos a un hombre muy valiente, sincero y honrado",
dijo Putin al rendir homenaje a Kadyrov, quien para muchos rusos sigue
siendo el controvertido jefe de un clan que cuando era mufti de
Chechenia (líder musulmán) declaró la "guerra santa"
contra Rusia, combatió a las tropas federales y luego se cambió
de bando.
La televisión rusa difundió imágenes
en las que se pudo ver en Tsentoroi, junto a Putin, al candidato elegido
por el Kremlin para gobernar Chechenia, el general Alu Aljanov, y al hijo
de Kadyrov, Ramzán, que reclama para sí un papel protagónico
como jefe de la guardia pretoriana creada por su padre.
Como testimonio involuntario de que la situación
en Chechenia permite hacer sólo brevísimos alardes mediáticos,
Putin prefrió hablar con ellos en Sochi, llevándolos consigo
en el mismo helicóptero.
No se trató de un gesto para promover a Aljanov,
innecesario cuando el Kremlin se encargó de que su candidato no
tenga rivales enfrente el domingo siguiente, animando la inclusión
en las boletas de auténticos comparsas y anulando con un absurdo
pretexto el registro de Malik Saidulayev, el único aspirante que
se propuso derrotar en las urnas al favorito de Putin.
El mandatario ruso tenía mucho de que hablar con
Aljanov y Kadyrov, toda vez que el hijo del Héroe de Rusia, máxima
condecoración post mortem otorgada por Putin al asesinado
gobernante, empezó a hacer un peligroso juego electoral al ofrecer
su apoyo a Vaja Visayev, un asesor de su padre que fue postulado, igual
que otros cinco ilustres desconocidos, sólo para crear la apariencia
de que hay alternativas al candidato oficial.
Imposibilitado para gobernar Chechenia por incumplir el
requisito constitucional de la edad mínima, Ramzán Kadyrov
no quiere quedar fuera del reparto de beneficios económicos que
proporciona ser leal a Moscú. Con el amago de respaldar a Visayev,
sin más argumento que tener 5 mil hombres armados a sus órdenes,
Kadyrov logró ser ratificado como segundo de Aljanov.
Este parece ser el principal resultado de la reunión
de Sochi, ocasión que Putin hizo propicia para anunciar la concesión
que tanto anhelaban Aljanov y Kadyrov: las ganancias por todo el petróleo
que exporte Chechenia serán manejadas exclusiva e íntegramente
por el gobierno pro ruso de Grozny.
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