En el olvido, la reforma a la enseñanza y el pacto por la calidad, señalan investigadores

Cuatro años de gobierno foxista: la política educativa, rotundo fracaso

La meta de articular prescolar, primaria y secundaria está lejos de cumplirse

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

A casi cuatro años de gobierno y en el inicio de un nuevo ciclo escolar, el balance sobre el desempeño de la Secretaría de Educación Pública (SEP) es negativo. La promesa de emprender una reforma educativa y el ambicioso pacto por la calidad de la educación quedaron en el olvido, y la meta de articular prescolar, primaria y secundaria está lejos de cumplirse.

Así lo señalan investigadores especializados en políticas educativas, quienes atribuyen estas deficiencias al inmovilismo y a la poca capacidad de la SEP para propiciar consensos en la implementación de las reformas pendientes; a la permanencia de la relación corporativa del sindicato magisterial con el gobierno federal, en particular al papel protagónico de la lideresa sindical Elba Esther Gordillo, y a la excesiva politización de los temas sobre enseñanza.

Los investigadores Aurora Loyo, Rodolfo Ramírez y Salvador Camacho fueron entrevistados por La Jornada y coincidieron en que hasta ahora lo más destacable del trabajo de la SEP son los proyectos de evaluación y promoción de la lectura, así como la continuidad de programas anteriores. "Finalmente, la derecha no avanzó como se temía al inicio del gobierno", afirma Loyo.

En opinión de la académica del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y autora de diversos estudios sobre políticas educativas, las iniciativas del gobierno foxista en la materia son escasas y algunas novedades, como el caso del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), ya se venían cocinando desde la administración anterior.

Rodolfo Ramírez, presidente de la asociación Educación y Cambio y ex director de Investigación de la SEP, advierte que sólo 10 por ciento de las 177 metas incluidas en el Programa Nacional de Educación se han cumplido. Por esa razón, concluye que son más de tres años "de oportunidades perdidas en educación".

Salvador Camacho Sandoval, investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes y autor del libro Educación y alternancia política en México, señala que el gobierno no ha respondido a las expectativas iniciales y se ha quedado en la operación inercial del sistema educativo.

El equipo del presidente Vicente Fox, añade, fue "ingenuo y demostró su desconocimiento" del sistema educativo al plantearse como objetivo emprender una revolución que además ya había sido eslogan en los tiempos de Jesús Reyes Heroles como secretario de Educación Pública en el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado. Eso y la escasa visión en política educativa provocó que en poco tiempo la revolución de la enseñanza quedara en el olvido, afirma.

A lo largo de esta administración, la dependencia encabezada por Reyes Tamez Guerra ha fincado sus políticas en los llamados proyectos estratégicos, entre los que se encuentran Escuelas de Calidad, el Programa Nacional de Lectura, la promoción de la evaluación educativa y el otorgamiento de becas para hacer estudios en enseñanza media y superior.

Ramírez refiere que uno de los objetivos centrales de esta administración fue articular la enseñanza básica, pero no hay visos de que esto se concrete, sobre todo cuando la reforma a la educación secundaria está detenida y aún no se aterrizan los cambios en prescolar.

Loyo explica que a dos años de haber iniciado operaciones, el INEE tiene la virtud de ser un organismo técnico, pero aún no ha logrado dar información amplia a la sociedad sobre la calidad educativa.

Camacho coincide en que "el instituto no es una obra muy original y su creación obedeció en buena medida a presiones de carácter internacional, que pugnaban por hacer eficiente la gestión escolar en México", pero reconoce un avance en la creación del organismo.

En el caso del Programa de Escuelas de Calidad (PEC), que consiste en dar incentivos económicos a aquellos planteles comprometidos con la mejora de sus resultados, Rodolfo Ramírez dice que se ha convertido en instrumento para distribuir recursos de manera inequitativa, porque sólo atiende a una mínima porción de escuelas, que no supera 8 por ciento del total.

"En Sonora, las escuelas PEC son las del tejabán, y en Zacatecas se conocen como las de las cercas de alambre, porque los recursos se usan para ese tipo de mejoras y no para atender los problemas educativos. No dudo que en algunos planteles se logre cierta movilización interna, pero los alcances del programa son muy limitados", afirma este profesor de primaria, responsable de la revista Cero en conducta.

Para el investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, lo criticable no es el PEC, sino la ausencia de otras políticas de atención al rezago educativo que sean más contundentes. "Si uno revisa los indicadores en la materia encuentra que los estados más marginados siguen siendo los mismos, y eso está relacionado con el hecho de que la SEP no ha roto círculos viciosos ni ha ofrecido más recursos a las zonas que históricamente han estado marginadas".

Mientras que el Compromiso Social por la Calidad de la Educación, signado en agosto de 2002, quedó en un "listado de buenas intenciones", el cual no se compara con los alcances del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), firmado en 1992, que dio inicio a la descentralización educativa, afirma.

El compromiso, añade Loyo, fue un intento fallido de concertación que no tuvo el efecto deseado: concitar a todos los actores sociales en favor de la educación. Sin embargo, tuvo consecuencias colaterales muy críticas, como los polémicos convenios del SNTE con la Fundación Vamos México y con la Unión Nacional de Padres de Familia, que dieron origen al libro Guía de Padres, cuestionado por sus contenidos de corte conservador.

Para Ramírez, uno de los aspectos que ha frenado el trabajo de la SEP es la alianza del presidente Fox con Elba Esther Gordillo. "El gobierno del cambio era el primero que no le debía nada al corporativismo sindical, sin embargo, Fox no logró librarse de estas ataduras."

Salvador Camacho considera que la permanencia de Gordillo en el SNTE y su alianza con el gobierno ha sido dañina para los proyectos educativos. "Es inconcebible que avance la democratización en el país y el gobierno foxista se preste a los juegos corporativos del pasado, con una lideresa que tiene rasgos del viejo sindicalismo."

El efecto positivo de los vacíos que ha dejado la SEP, agrega Loyo, es que quizás los gobierno de los estados han tenido mayor autonomía para emprender sus propios proyectos, sin embargo, es un asunto que está por analizarse.

Con este panorama inicia hoy un nuevo ciclo escolar.