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México D.F. Miércoles 18 de agosto de 2004
Ponen el nombre del ex rector de la UNAM Javier
Barros Sierra a un centro cibernético
Inaugura López Obrador obras en gira por 2 delegaciones
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Antes de pasar a la primera sala de cómputo, el
jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, se detuvo
un momento y dijo, al tiempo que la llamó con un ademán,
"venga, Cristina", dirigiéndose a la hija de Javier Barros Sierra,
rector de la UNAM durante el agitado movimiento estudiantil de 1968.
Pero
antes de que Cristina Barros Valero diera un paso, la multitud, formada
por personal de seguridad, funcionarios del GDF y de la delegación
Iztacalco, así como vecinos de la demarcación, se adelantaron,
forzando al mandatario capitalino a entrar.
De esta manera el gobernante inauguró el segundo
centro cibernético delegacional, que lleva el nombre del ex rector
universitario.
Ya para retirarse, después de visitar otras tres
salas, el jefe de Gobierno volvió a encontrarse con Cristina Barros,
quien miraba una fotografía de su padre en la cual aparece dirigiendo
un discurso a los estudiantes en Ciudad Universitaria. Después de
un comentario sobre la foto, López Obrador iba a contar una anécdota
de cuando Javier Barros fue funcionario de Obras del entonces Departamento
del Distrito Federal, pero las porras, las mujeres que se acercaban para
saludarlo, agradecerle o expresarle su apoyo contra el desafuero y quienes
querían tomarse a su lado la foto del recuerdo lo impidieron.
Y a pesar de que la anécdota quedó en suspenso,
Barros Valero, acompañada siempre de Marco Buenrostro, no dejaba
también de aplaudir y seguir, aunque de lejos, al mandatario capitalino,
inclusive hasta el segundo punto de la gira de trabajo por la delegación
Iztacalco, en el que reinauguró la alberca semiolímpica del
deportivo Leandro Valle. En ambos actos se congregaron unas 300 personas.
La idea de poner al centro de cómputo el nombre
Ingeniero Javier Barros Sierra, explicó Cristina Barros, fue del
jefe delegacional, Armando Quintero Martínez.
Antes, por la mañana, el jefe de Gobierno y la
secretaria de Salud, Asa Cristina Laurell, inauguraron la ampliación
del áreas de urgencias y la nueva red de gases medicinales del Hospital
de Xoco, donde se manifestaron contra la privatización de los servicios
de salud al resaltar la obligación del Estado de garantizar la gratuidad
de estos servicios a la población, como establece la Constitución.
El mandatario capitalino señaló que desde
el principio de su administración se definieron prioridades. "Dijimos:
si no podemos mejorar las condiciones de vida, cuando menos vamos a frenar
el empobrecimiento de la gente, que ya no se siga deteriorando la calidad
de vida en la ciudad, y creo que eso lo hemos logrado".
Por su parte, Laurell destacó que en los cuatro
años de la actual administración se ha acumulado una inversión
en salud por 18 mil 500 millones de pesos, y si a esto se agregaran los
programas de apoyo a personas adultas mayores y para leche Liconsa, administrados
por la dependencia, el monto suma 26 mil 600 millones de pesos, incremento
de 45 por ciento nunca antes visto en el país.
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