México D.F. Miércoles 18 de agosto de 2004
El presupuesto sería menor a los ingresos, señala estudio de la Cámara de Diputados
En 2005 habrá déficit fiscal de cero y se reducirán gasto social y productivo
ROBERTO GARDUÑO ENVIADO
Cuernavaca, Mor., 17 de agosto. La información oficial contenida en el reporte más reciente sobre las finanzas públicas determina que el gobierno federal alcanzará un déficit fiscal de cero por ciento para el año 2005, con la consecuente afectación del gasto social y productivo, revela un estudio elaborado en la Cámara de Diputados.
De acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados establece que en los Criterios de Política Económica para 2005 el nivel de inflación será de 3 por ciento y el crecimiento económico se ubicará en 3.5 por ciento.
Lo anterior ubicaría los ingresos presupuestarios en el rango de un billón 748 mil 248 millones de pesos, por lo cual, dada la condicionante de déficit cero, el gasto total del sector público tendría que ser de la misma magnitud. Sin embargo, tomando en consideración los compromisos de gasto inerciales e ineludibles del gobierno federal, necesariamente se observaría un presupuesto raquítico que afectaría el gasto social y productivo.
De esta manera, y de acuerdo con ese escenario, el gobierno federal tendría que destinar al costo financiero de la deuda, a las participaciones a los estados, al ramo 33, el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y a las aportaciones a la seguridad social la cantidad de 819 mil 942 millones de pesos, como mínimo, cifra que representa 48 por ciento del gasto total que la administración foxista tendría que ejercer para cumplir el déficit cero.
Por lo anterior, el gasto restante, 890 mil 306 millones de pesos, se distribuiría entre la Secretaría de Salud, el IMSS, el ISSSTE, el sector energético (Pemex, CFE, LFC), la Secretaría de Educación, el campo (Reforma Agraria y Agricultura) y el resto de las dependencias del Ejecutivo federal.
Así, por ejemplo, en el escenario de déficit cero, al sector energético le asignaría 361 mil 264 millones de pesos, cifra que representaría una disminución real de 2.3 por ciento respecto de 2004.
Al sector salud, incluyendo los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), le asignarían 259 mil 223 millones de pesos, con lo cual su presupuesto tendría una caída real de 2 por ciento respecto de 2004.
Por su parte, a la Secretaría de Educación Pública le destinarían un presupuesto total de 116 mil 230 millones de pesos, con lo que el gasto educativo se reduciría uno por ciento.
De esta manera, prácticamente todos los rubros del gasto programable mostrarían caídas reales que, en promedio, se reduciría en menos de 1.7 por ciento.
"Cabe señalar que el hecho de que los precios del petróleo mexicano se mantengan por encima de los 32 dólares por barril y que los precios internacionales del crudo continúen por arriba de los 40 dólares no son buenos augurios para el año próximo, en virtud de que esta situación generará presiones inflacionarias a escala mundial y, por tanto, las perspectivas de crecimiento económico, sobre todo en Estados Unidos, serán menores, por lo que en México el menor crecimiento económico necesariamente se traducirá en una menor recaudación y las presiones inflacionarias tendrán un impacto negativo en el costo financiero de la deuda", agrega el analista Mario Di Costanzo.
Necesarios, $62 mil 732 millones extras
Para que el gobierno satisficiera los requerimientos mínimos de gasto social y productivo, se requerirían al menos 62 mil 732 millones de pesos, lo cual implicaría que el gasto total del sector público tendría que ser de un billón 772 mil 980 millones de pesos que, necesariamente y ante la falta de ingresos, se traducirían en un déficit público de cuando menos 62 mil 732 millones de pesos, cifra que representa 0.84 por ciento del producto interno bruto (PIB), refiere la proyección elaborada en la Cámara de Diputados.
Lo anterior permitiría que tanto el gasto destinado al sector energético como el del sector salud mostraran crecimientos reales del orden de 3.2 por ciento.
En este escenario, tanto el gasto de la SEP como el destinado al campo y las transferencias a los estados (participaciones y ramo 33) mostrarían crecimientos reales, permitiendo incrementar el gasto social y productivo, ya que el gasto programable mostraría un crecimiento promedio de 3 por ciento en términos reales.
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