México D.F. Martes 17 de agosto de 2004
Anuncia austeridad
Dominicana no puede pagar deuda: el nuevo presidente
AFP, DPA Y REUTERS
Santo Domingo, 16 de agosto. Al asumir hoy por
segunda ocasión la presidencia de República Dominicana, Leonel
Fernández anunció una drástica política de
austeridad para revertir la severa crisis económica que enfrenta
el país, y si bien destacó que es obligatorio pagar la deuda
externa, advirtió que "no hay dinero" con que hacerlo.
En su discurso a la nación, Fernández, que
ya gobernó el país entre 1996 y 2000, sostuvo que aplicará
un conjunto de medidas para reducir 20 por ciento los gastos del gobierno.
Anunció la reanudación de un suspendido
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y solicitó al
Congreso Nacional que apruebe el proyecto de reforma fiscal para incrementar
los impuestos.
La reforma fiscal es un compromiso que asumió el
gobierno en 2003 con el FMI, tras el colapso de tres bancos comerciales,
lo cual ocasionó al Estado pérdidas por 3 mil 100 millones
de dólares.
Como compensación, el nuevo mandatario anunció
la aplicación del plan social Comer es primero, para proveer alimentos
a 25 mil familias pobres, además de que restructurará los
subsidios a la energía eléctrica y al gas licuado de petróleo.
También anunció medidas para encarar la
grave crisis del suministro eléctrico que provoca apagones de hasta
20 horas diarias. Entre las acciones se incluye la contratación
de una línea de crédito de 50 millones de dólares
y otras medidas, como la licitación internacional para la reventa
de las empresas estatales de distribución eléctrica.
El nuevo gobernante relevó a Hipólito Mejía
en una ceremonia a la que asistieron nueve gobernantes latinoamericanos,
el secretario general electo de la Organización de Estados Americanos,
el ex presidente de Costa Rica Miguel Angel Rodríguez, entre otros
personajes.
Fernández, quien ganó las elecciones de
mayo al frente del Partido de la Liberación Dominicana, acusó
a Mejía de haber convertido al país en un "arquetipo del
fracaso", aunque afirmó que no viene con ánimo de venganza,
y se pronunció por un gobierno de unidad nacional.
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