México D.F. Martes 17 de agosto de 2004
El referéndum, camino andado para América
Latina "que avanzará en su integración", dice
Reitera Chávez su voluntad de diálogo
con la oposición no violenta
Los incidentes en la Plaza Altamira, prueba de que había
un plan desestabilizador, sostiene
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas, 16 de agosto. Miles de venezolanos llegaron
esta tarde nuevamente ante el Palacio de Miraflores al continuar con las
celebraciones del histórico triunfo obtenido por el oficialismo,
mientras el presidente Hugo Chávez afirmó que la actitud
de algunos líderes de la oposición, que persisten en denunciar
fraude, así como los lamentables sucesos en la Plaza Altamira, donde
fue atacado a balazos un grupo de manifestantes opositores, con saldo de
varios heridos, evidencian que existía un plan desestabilizador.
El mandatario destacó que la misma Plaza Altamira
fue escenario de violencia en otros momentos que llevaron a Venezuela a
situaciones muy graves, y dijo que la seguridad ubicó a dos presuntos
responsables de los hechos y, al parecer, el automóvil que usaron.
También subrayó que durante la mañana
unas 150 personas llegaron ante la base aérea la Carlota, lo que
mostraba que una minoría cumplía, al parecer, un plan determinado,
a pesar de la contundente victoria electoral.
Chávez llamó nuevamente a la reflexión
a los medios privados de comunicación, que continúan tomando
posiciones, y que en su momento incluso llevaron al llamado golpe de abril
de 2002.
El presidente habló largamente con la prensa hoy,
después de una emocionante jornada que comenzó casi al final
de la noche de ayer, cuando ya todas las proyecciones de las últimas
horas indicaban que obtenía una victoria irreversible en el referéndum
revocatorio, que finalmente fue reafirmatorio.
Casi
6 millones de votos ratificaron la aceptación popular y dieron un
vuelco histórico a la situación local y regional.
Después de la medianoche miles de venezolanos se
concentraron en una fiesta que sólo terminó al amanecer.
El gobierno, a pesar de tener en sus manos los datos precisos, con el conteo
de 94 por ciento de las urnas, esperó pacientemente la palabra del
Consejo Nacional Electoral (CNE), que dio a conocer los resultados a las
3:42 de este lunes. Hasta entonces tanto manifestantes, como observadores,
amigos y algunos periodistas se mantuvieron en el Palacio de Miraflores
esperando el momento en que el mandatario hablara al pueblo, que bailaba
alrededor de la sede gubernamental.
Tras el anuncio del CNE Chávez se asomó
al llamado Balcón del Pueblo, el mismo desde donde saludó
después del golpe del 11 de abril de 2002, cuando fue restituido
por el pueblo.
Su aparición fue saludada con fuegos artificiales,
cánticos, aplausos y un contundente "U, O Chávez se quedó",
que acompañaron entusiastas personalidades de toda la región
y dirigentes políticos de diversos países, entre ellos líderes
centroamericanos como Rodrigo Asturias, de Guatemala; Nidia Díaz,
de El Salvador, y Antonio Navarro Wolff, de Colombia.
La emoción estaba en todos los asistentes al reconocer
que era la primera vez que un hecho de esta naturaleza, un referéndum
de estas características, se producía en América Latina
y el mundo, rescatando la democracia participativa más genuina.
Bajo una lluvia pertinaz nadie se movió hasta comenzar
el día de hoy. Luego, Chávez saludó dentro del palacio
a los asistentes y amigos. La Jornada estuvo allí en esos
momentos, y el mandatario dijo que esperaba que un mundo nuevo naciera
para todos así como había sucedido el nacimiento de la Quinta
República, y afirmó que este proceso es irreversible. "Siento
que esto es otro camino andado para América Latina y que nuestro
proyecto de integración avanzará y se profundizará,
y el mundo nos mira ya con respeto".
Recordó que antes del referéndum, prometió,
al hacer un paralelismo con el besibol, batear la pelota hasta Washington,
en referencia a que se impondría sobre la oposición que buscaba
deslojarlo. "Me han informado que la pelota cayó en el centro de
la Casa Blanca, en el mero centro de la Casa Blanca. Es un regalo para
(el presidente George W.) Bush".
A pocas horas de estas actividades y ya con el pleno reconocimiento
internacional de su triunfo, reiteró su voluntad de diálogo
con los sectores opositores que no opten por la violencia, que terminará
aislando a los dirigentes que no actúen democráticamente
cuando tienen todas las puertas abiertas.
Anoche Chávez pidió un reconocimiento para
la oposición que votó por el sí, y para los
dos bandos que se mantuvieron, en otro inédito hecho, en las mesas
de votaciones hasta que el último de los venezolanos decidido a
votar lo hiciera.
El mandatario recibió felicitaciones de distintos
gobiernos del mundo, entre ellos de los presidentes de Brasil, Luiz Inacio
Lula da Silva, y de Argentina, Néstor Kirchner; del jefe del gobierno
español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien lo invitó
a visitar Madrid, así como de China, países árabes,
caribeños y de casi todo el mundo. Pero también de cientos
de organismos populares, sociales y políticos.
Leyó las declaraciones del vocero del Departamento
de Estado estadunidense, Tom Casey, quien dijo que su gobierno apreció
un proceso revocatorio en Venezuela tranquilo y ordenado, y que Washington
ha recibido reacciones positivas de los observadores.
También manifestó su alegría por
que los precios del petróleo hubieran cedido hoy terreno en los
mercados energéticos, influenciados por su triunfo, y sostuvo que
su "gobierno garantiza el cumplimiento de los compromisos que Venezuela
tiene en materia económica. Por otro lado no hemos dejado de pagar
la deuda externa".
Por su parte el escritor Eduardo Galeano, quien participó
como observador, lamentó el no reconocimiento de algunos sectores
de la oposición de un hecho, a todas luces histórico, que
colocaba a Venezuela en un lugar destacado en el mundo, como ejemplo de
democracia participativa.
El Grupo de Amigos Sindicales de Venezuela (GASV), que
fue parte de la misión de observadores internacionales, demandó
a la dirigencia política opositora imitar la conducta que demostró
la ciudadanía durante la votación, dando un ejemplo de tolerancia
y civismo.
Para los que llegaron a observar o acompañar este
proceso, desde todo el mundo, se había vivido uno de los momentos
más emocionantes y reivindicativos para los pueblos, mostrando que
"otro mundo es posible".
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