Obra de Carballido dirigida por Raúl Quintana; se escenifica jueves y viernes

Cómo cambió la familia y, con ella, el país, tema de Fotografía en la playa

''Hemos hecho generaciones refractarias que no soportan el sufrimiento; depresión y envidia, las reacciones elementales de los jóvenes'', considera el director del montaje

CARLOS PAUL

La pérdida de la familia y la tradición, el infierno familiar como forjador del carácter, y la búsqueda de la felicidad son los tres principales temas en torno a los que gira la ''conmovedora y divertida'' puesta en escena Fotografía en la playa, de Emilio Carballido, dirigida por Raúl Quintanilla.

El montaje se estrenó el pasado fin de semana en el Palacio de Bellas Artes, como parte de la celebración por el 70 aniversario del recinto, y comenzó su temporada este viernes, en el teatro Julio Castillo.

Fotografía en la playa es una obra "cargada de nostalgia, en la que se reflejan encuentros y desencuentros de una familia mexicana, de 1962, que ya, de alguna manera, no es como las familias contemporáneas''.

Aquí se ve reflejado ''un México en el que había una cierta tradición familiar, una manera de decir las cosas y que, definitivamente, hoy es otro''.

Sin embargo, el maestro Carballido ''nos hace recordar lo que verdaderamente vale la pena en esta vida: nuestra propia tradición''.

Para Quintanilla, esta obra ''podría considerarse uno de los clásicos modernos del teatro mexicano, que retoma a un México de los años 60 con reminiscencias de los 50''.

Su vigencia, explica, radica en esa búsqueda del ser humano por la felicidad, entre otras cosas.

''Creo que el gran mal del siglo XX, herencia de los franceses de la Ilustración, es la obligación de que tenemos que ser felices, y esa búsqueda se vuelve una tortura, porque ni siquiera la sabemos reconocer, pues cuando llega, a veces muere ante su primer enemigo que es el aburrimiento.''

Mala herencia de los ilustrados

La problemática de la felicidad, continúa Quintanilla, es una constante en nuestra sociedad, en el ser humano del siglo XX, ''y en este momento es una carga terrible, porque -como se refleja en el texto de Carballido- las personas lo único que no quieren es sufrir''.

En la actualidad ''hemos hecho generaciones refractarias, que no soportan el sufrimiento, por tanto sus reacciones son elementales; tienen dos tendencias: la depresión o la envidia.

''El sufrimiento -según Quintanilla- es el elemento básico para tener el primer crecimiento en la vida. Es una forma de maduración, y he ahí lo interesante.''

Como director de escena, el trabajo implicó ''llevar la obra del costumbrismo mexicano al realismo, para darle un ritmo distinto, que fuera un poco más lenta, para no dejarnos ir por las partes graciosas del texto ni dejarnos abrumar por la parte costumbrista''.

En Fotografía en la playa se ve reflejada ''esa batalla por encontrar lo que no sabemos reconocer, esa lucha por vivir, lo que no sabemos cómo controlar, así como el hecho de que, por fortuna, estamos llenos de esperanza, aun cuando ésta sea una forma de alargar la agonía''.

Es una obra, concluye Quintanilla, que forma parte ya de la tradición teatral mexicana.

''Los jóvenes que se acerquen a ella podrán apreciar cómo era nuestro país en 1962, cómo pensaban sus habitantes, reconocer de dónde provienen, y así tener un poquito de responsabilidad sobre el peso histórico que ahora a los jóvenes contemporáneos les toca cargar sobre sus hombros.''

Regresa el teatro al inmueble marmóreo

El estreno de esta creación del maestro Carballido representó el regreso del teatro al Palacio de Bellas Artes (donde se escenificaron tres funciones), lo cual era una demanda del público y de la comunidad teatral mexicana, según dijo en fechas recientes el titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, Saúl Juárez.

De igual manera, además de inscribirse en el contexto conmemorativo por las siete décadas del recinto de mármol, significó una especie de homenaje al dramaturgo veracruzano, quien está a punto de cumplir 80 años, en reconocimiento a su labor creativa.

Fotografía en la playa cuenta con un reparto de 17 actores integrantes de la Compañía Nacional de Teatro, encabezados por Ana Ofelia Murguía, Luis Rábago, Arturo Beristain y Martha Navarro, entre otros.

Con la escenografía e iluminación de Philippe Amand, la obra de Emilio Carballido se escenifica jueves y viernes a las 20 horas; sábados a las 19, y domingos a las 18 horas, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional).