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México D.F. Domingo 15 de agosto de 2004

Quedan en el país 62, de 270 que había en el siglo XVI

Peligra la tercera parte de las lenguas indígenas

Carlos Montemayor lamenta el encono hacia los idiomas originarios; son tan ricos como el griego y el latín, subraya

VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL

Oaxaca, Oax., 14 de agosto. Las culturas indígenas en México "son nuestro subterráneo, nuestra infraestructura, nuestra base'', sostuvo el escritor mexicano Carlos Montemayor al presentar en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca su libro La voz profunda, una antología de la literatura mexicana en lenguas indígenas.

Al referirse a los retractores de sus trabajos sobre grupos guerrilleros en México, Montemayor comentó que le aseguraban que ese tema a nadie interesaría -''eso ya acabó, eso ya pasó, a nadie le importa''-, pero ''el mundo guerrillero es la fuerza social subterránea, clandestina, sobre la cual pisamos, sobre la cual nos movemos, sobre la cual andamos, y de la cual depende la dignidad de nuestros pueblos''.

Los comentarios de esta nueva obra de Carlos Montemayor estuvieron a cargo de los escritores zapotecos Víctor de la Cruz, de Juchitán, y Francisco Castellanos, de Yojovi, comunidad de la Sierra Norte de Oaxaca. A la mesa se integró Luis Manuel Amador, un joven escritor zapoteco de la región del Istmo de Tehuantepec.

''Uno de los muchos detractores que he tenido por dedicarme a estas cosas clandestinas y subterráneas -recordó- encontró realmente la clave, pero como tenía prohibido hablar de ciertas figuras notables de la cultura mexicana, entonces nada más arreó con los que pudo y con los que tenía permiso.''

Ese detractor, añadió Montemayor, dijo: "sólo los que han estado trasnochados en el griego y en latín se han dedicado a las lenguas indígenas en México, y pone como ejemplo al padre Garibay, y va señalando cómo los que hemos estado interesados en la historia de la cultura de México tenemos en común a los griegos y a los latinos''.

En la tradición clásica

Ante un auditorio compuesto por unas 120 personas, Montemayor manifestó que no se explica ''por qué tanto encono con las lenguas indígenas''.

Detalló que gran parte de las lenguas mesoamericanas tienen una estructura más semejante y más cercana al latín y al griego clásicos que a las lenguas modernas, ''porque las lenguas mesoamericanas tienen una riqueza mayor en longitud de vocales; tiene vocales largas, vocales breves, y por tanto sílabas largas o breves, alturas tonales; tienen algunas sílabas glotales, algunas otras articulaciones vocales, elementos prácticamente sinfónicos que son irrepetibles e impensables desde la fonética, más bien sencilla y modesta, de las lenguas indoeuropeas modernas''.

Agregó que la riqueza de estas lenguas ''dificulta a los investigadores especializados, antropólogos, etnólogos, su tarea de estudiosos de estas lenguas. Entonces suelen interesarse más o privilegiar los enfoques conceptuales o descriptivos, en lugar del peso o la importancia del texto verbal''.

Comentó desconocer por qué se tiene en México la idea de que ''el indígena que no habla el castellano o no lo habla bien recibe el mote de molingüe'', pero realmente los monolingües mexicanos somos quienes hablamos castellano, ''porque los pueblos indígenas son, por lo menos, bilingües; en ocasiones trilingües, porque hablan su lengua, luego hablan su lengua vecina".

Esta riqueza lingüística, esta capacidad de imaginación y de idioma ''de nuestros pueblos indígenas, pasa desapercibida, y confundimos la castellanización con el progreso y la civilización, y durante muchas décadas, cuando las estadísticas mostraban un descenso de hablantes en lenguas indígenas, eso lo tomaban o manipulaban los gobernantes como ejemplo de que el país, durante su sexenio, había progresado''.

Carlos Montemayor también comentó que en los inicios del siglo XVI habían unas 270 lenguas en lo que ahora comprende el territorio nacional. A principios del siglo XX, en los inicios de la Revolución, había 110. En los albores del siglo XXI tenemos aproximadamente 62.

Recordó que en su libro Los pueblos indios de México escribió que alrededor de 20 de estas 62 lenguas ''ya son habladas por una población inferior a 5 mil personas, y esto implica, según experiencias y análisis de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que estas lenguas se encuentran en un proceso irreversible de extinción".

Expuso que en no menos de 15 años, máximo 20, México contará apenas con 40 lenguas.

Se cuestionó sobre quién tiene derecho a decir si un idioma ''merece seguir vivo o no, quién tiene derecho a decir si una cultura tiene derecho a sobrevivir y otra no; qué las culturas, los idiomas, son elementos de trapo que podemos borrar con gobiernos del cambio o con gobiernos de transición".

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