México D.F. Domingo 15 de agosto de 2004
El proceso revocatorio, ejemplo de democracia
participativa: Eduardo Galeano
Llama la oposición por Internet a los antichavistas
a manifestarse hoy
Estado de alerta ante indicios de que sectores más
recalcitrantes preparan provocaciones
STELLA CALLONI ENVIADA
Caracas, 14 de agosto. Las reuniones que la víspera
se celebraron entre observadores internacionales del referendo revocatorio
-que este domingo definirá el destino del presidente Hugo Chávez-
con representantes del oficialismo y de la opositora Coordinadora Democrática,
se extendieron este sábado a un encuentro con los medios privados
y es-tatales de información.
Allí se evidenció la realidad de que los
medios privados venezolanos, ligados a la oposición, transmiten
al mundo información sesgada sobre Venezuela, que es aprovechada
por sectores radicales locales.
Por
Internet, dirigentes opositores están convocando a la guarimba,
es decir, a salir a las calles a manifestarse violentamente, ha-cer cortes
de rutas, atacar a policías y crear caos después de emitir
su voto por el sí.
En momentos en que transcurra la votación el país
sudamericano estará bajo estado de alerta, ante indicios de que
los grupos opositores más recalcitrantes intentarán violar
las reglas del juego electoral rechazando los resultados si les son negativos,
e intenten acciones violentas.
De alguna manera, el resultado de este domingo tiene cierto
carácter de plebiscito y para la oposición puede ser el límite
que Washington imponga -por ahora- después de los constantes fracasos
de la embestida opositora, que no ha hecho sino consolidar a Chávez
a escala popular y cambiar su imagen en buena parte del mundo.
Su papel en América Latina, y el lugar que en la
actualidad ocupa Venezuela como interlocutor en diversos foros internacionales,
produjo un cambio profundo en el antiguo esquema casi insular de esta nación
an-te la decadencia de los partidos de la alternancia política,
Acción Democrática (so-cialdemócratas) y Copei (socialcristianos).
El analista político Carlos Aníbal Hernández
advierte sobre la ausencia de democracia en los esquemas opositores, cuyas
políticas además son alentadas por los sectores más
fundamentalistas del gobierno de Estados Unidos, que ya ha reconocido la
ayuda económica que otorga a la Coordinadora Democrática.
En las proyecciones de los últimos días
que registraron algunos medios de comunicación, la gestión
presidencial podría obtener un respaldo de hasta 59.7 por ciento,
mientras que 39.3 votaría por la revocación del mandato de
Chávez.
"¿No resulta ingenuo esperar un acto noble de la
oposición, pensar que va acatar tranquilamente el resultado electoral
del 15 de agosto si no lo favorece después de todo lo que ha hecho,
o que se dedicará a trabajar, como le correspondería hacerlo
si pierde, en función de las elecciones presidenciales de 2006?",
se pregunta Hernández.
Sostiene que la oposición política cuenta
ya con un supuesto "plan B", a adoptar tras el fracaso del "plan A", que
consistió en el esfuerzo, la inversión y en las campañas
de los medios de comunicación controlados por la oposición
(más de 500) para lograr el triunfo del sí.
En el plan B las empresas periodísticas pueden
ayudar a armar un escenario local e internacional de desestabilización
política, como sucedió en el fallido golpe de Estado de abril
de 2002.
Se menciona que los líderes opositores más
beligerantes, Marcel Granier y Enrique Mendoza, quienes manifiestan abiertamente
que violarán las reglas electorales, han intentado "soliviantar
a oficiales de la armada ve-nezolana" para crear una situación de
confusión e incertidumbre que presione para adelantar las elecciones
presidenciales.
De acuerdo con consultas de este periódico, esto
no está referido a la capacidad para modificar los datos, añadir
votos y otros que alteren los resultados. Lo que aparece como vulnerable
es el sistema de co-municación, que puede llevar a retrasos y cortes
de comunicaciones o de luz, sectores en manos de esa oposición.
Mediante lo anterior se podría privilegiar la llegada
de datos favorables a la oposición, retrasando los que favorecen
al no e incluso imposibilitando la llegada de éstos.
Allí se pondría al Consejo Nacional Electoral
(CNE) en la imposibilidad de dar a conocer rápidamente las cifras
hasta solucionar los problemas, espacio de tiempo que aprovecharía
la oposición venezolana para denunciar un fraude comicial.
Aunque la verdad se impusiera finalmente, el proceso habría
quedado dañado y la violencia se instalaría en las calles
y los amigos externos demandarían medidas que golpearan al gobierno.
De hecho, están preparadas las manifestaciones y hasta se menciona
la posibilidad de actos terroristas.
Algunos funcionarios gubernamentales han denunciado la
posibilidad de complots de parte de ex empleados de la ex empresa Intesa,
contratados por Cantv, que podrían actuar en conjunto con Súmate,
organización no gubernamental clave de la oposición, que
desde ahora asegura que tendrá resultados minuto a minuto.
En todo caso, se hace necesario el alerta porque los informes
procesados revelan los peligros del momento, señalan algunos sectores
del oficialismo.
El analista Raúl Bosque recordó por es-tas
horas un informe publicado en España sobre los objetivos de la reciente
visita de William Spencer, subdirector de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA), dentro del trazado de una estrategia para sacar al presidente Chávez
del poder, bajo el argumento de supuesto apoyo al narcotráfico.
Aunque nada se explicó en Chile sobre el asunto
y la CIA guardó silencio, el tema está aquí en el
aire. Por eso, este día representantes de medios de comunicación
privados, como Alberto Salinas, de Venevisión, y Aníbal Latouf,
de Globo Visión, debieron responder las inquietudes de los ob-servadores
electorales.
El primero no toleró algunas exposiciones y se
fue. Hubo alusiones a la aparición de un corto en CNN sobre el referendo
que dejaban dudas sobre una posible salida violenta, como lo denunció
la diputada argentina Alicia Castro, y otras demandas sobre si la prensa
privada actuaría democráticamente luego de la consulta.
El referendo revocatorio posibilitó va-rios debates,
entre ellos la falta de credibilidad internacional respecto de los medios
privados venezolanos, comprometidos con el pasado golpe de Estado.
Unas horas antes Antonio Scocazo, catedrático de
derecho constitucional de la Universidad de Nápoles, estimó
que no creía que hubiera alguna anomalía en este proceso,
desde el punto de vista formal y sustancial, y que la única anomalía
que había de-tectado correspondía a los medios de comunicación
masivos que favorecen el sí, y que eso, en cualquier país,
es absolutamente intolerable en un proceso democrático.
Por su parte, José Asensi Sabater, director del
Instituto Iberoamericano, se mostró preocupado por la tensión
que se crea ante los anuncios de algunas organizaciones de que violarán
la legislación electoral.
En este clima se llega al proceso de este domingo, con
evidente efervescencia popular en las zonas más pobres y un clima
tenso en los sectores del poder económico.
Mucho es lo que se juega en Venezuela con el referendo
revocatorio.
Revalorización democrática
Representantes de los observadores internacionales, entre
los que encontraba el es-critor uruguayo Eduardo Galeano, exhortaron esta
noche a los venezolanos a culminar el proceso del referendo revocatorio,
único en el mundo, en forma democrática y ejemplar, y manifestaron
su agradecimiento por estar presentes en esta circunstancia tan im-portante
para el país.
Galeano habló en nombre de 60 observadores -que
representan a partidos políticos, ex presidentes y personajes- y
dio un pequeño testimonio personal de agradecimiento al pueblo de
Venezuela por el hondo significado que tiene esta consulta como revalorización
democrática en el mundo ac-tual, cuando la democracia está
tan desprestigiada por algunos políticos.
"Vengo de Uruguay, país amante de los plebiscitos,
el que ha hecho más consultas de ese tipo en el mundo, una nación
con vocación democrática; pero a los uruguayos no se nos
había ocurrido este modo de actuar para revocar o no un mandato
en un acto de democracia participativa", que calificó de ejemplar.
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