Presentan montaje museográfico para ser apreciado con los ojos cerrados

En Bellas Artes las voces iluminan un laberinto de oscuridad y sensaciones

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Incursionar en el mundo de los sonidos, los olores y las texturas puede ser una experiencia que por momentos genere miedo. La información del entorno trasmitida por otros sentidos con los ojos cerrados, mientras la sensibilidad se altera, es la propuesta estética de Diálogo en la oscuridad.

La exposición, creada por el alemán Andreas Heinecke, propone un recorrido de sensaciones donde la única luz es un bastón y la voz del guía es un apoyo. Son varias las manos que buscan algo, que desean conocer aquello que la penumbra ofrece a los visitantes.

Olvidar la imagen para sentir los objetos, la brisa del mar, escuchar el viento, mientras las olas golpean el barco, ofrece otro sentido de la realidad, de lo negro que rodea al ser humano, donde el tacto proporciona sensaciones de índole especial.

Aflora la angustia en la sombra y ante lo desconocido, las manos dibujan el tronco de un árbol, las ramas y hasta un animal; los sonidos de los pájaros llenan el espacio, ese mundo oscuro que la imaginación domina, para andar a ciegas por el arte.

Sintonía entre los sentidos

Se escuchan los nombres de quienes transitan el laberinto de la oscuridad, las voces iluminan el recorrido. Las manos acarician con cuidado, los utensilios que se venden en un mercado; entre los dedos el arroz y el frijol se esconden, llega el olor de las naranjas; los ojos ahora están en la piel.

Es extraño el mundo sin visión, pero también hay belleza en las texturas y en las voces de las personas que a veces tienen miedo o están emocionadas porque han recibido una lección de superación.

La locura no existe, sólo es parte de la imaginación, reconocer que mediante el tacto se puede percibir el entorno establece una sintonía entre los sentidos.

Dejar de tocar implica caer en el abismo de la ceguera, el contacto con los diferentes ambientes del mundo de la oscuridad devela la esencia de la vida y el recuerdo del tiempo se pierde.

El lenguaje de lo imaginario es lo que cuenta, mientras la piel rescata las sensaciones del bosque, la ciudad y la experiencia de estar en un bar, donde las personas que viven en penumbras comentan que lo importante es descubrir con los sentidos el mundo exterior; aprender que el color es la forma y la comunicación verbal es fundamental para caminar entre las sombras.

Diálogo en la oscuridad tiene como objetivo despertar los sentidos y propiciar la integración del ser humano. La muestra concluirá el 17 de octubre en el Museo del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central). Reservaciones a los teléfonos 5985-3592 y 5985-3593.