México D.F. Sábado 14 de agosto de 2004
Desconfían partidarios de Chávez
del monopolio que transmitirá los datos de la consulta
Antichavistas darán a conocer antes del cierre
de las urnas sus cifras sobre el triunfo del sí
ARTURO CANO ENVIADO
Caracas, 13 de agosto. "Sesenta-treinta", dicen
los chavistas, al anticipar el triunfo del no este domingo en el
inédito referendo revocatorio. La oposición insiste en que
a las 14 horas dará las cifras de su triunfo. "Si el Consejo Nacional
Electoral (CNE) no da resultados, los daremos nosotros al costo que sea",
dice Enrique Mendoza, gobernador del estado de Miranda y vocero opositor.
Este
anuncio ha motivado el rechazo de la autoridad electoral y los organismos
internacionales "coadyuvantes". Pero el gobernador mirandino machaca con
que dará sus cifras, aunque no dice de dónde sacará
los datos. "No se puede decir porque aquí hay gente de la seguridad
del Estado", dice.
Mendoza resume, a sólo horas del inicio de las
votaciones, el anticipado rechazo de la oposición a los resultados
del domingo. La suma de las irregularidades denunciadas por opositores,
dice, les impide aceptar "la absoluta y total transparencia" del proceso.
Las principales objeciones opositoras tienen que ver con
el manejo unos 2 millones de boletas en papel, que usarán los electores
imposibilitados de utilizar las máquinas electrónicas; con
la participación del ejército en la vigilancia del proceso
(dificultarán el voto "de cierta forma", dice); y con el mismo uso
de un sistema electrónico para votar.
Los chavistas, por su parte, desconfían del monopolio
telefónico (Cantv) encargado de la transmisión de los datos,
pues aseguran que algunos de sus ejecutivos son partidarios de la oposición.
Han pedido la remoción de algunos empleados de la telefónica,
a pesar de que sus técnicos les aseguran que es imposible "bajar"
los datos que se transmitirán desde los centros de votación
y "subir" otros modificados.
Los dos bandos comparten la desconfianza hacia porciones
del CNE, organismo cuyo directorio tardó más de un año
en ser formado por el desacuerdo eterno entre chavistas y opositores. Finalmente,
cada una de las partes puso a dos "rectores" (el equivalente de nuestros
consejeros del Instituto Federal Electoral. El quinto, con voto de calidad
y presidente del organismo, es Francisco Ca-rrasquero, abogado del estado
Zulia que lo-gró el consenso más por su biografía
gris que por su pericia en asuntos comiciales.
Para colmo, con el proceso electoral más importante
de Venezuela sobre sus hombros, Carrasquero se postuló para ser
miembro del Tribunal Superior de Justicia, lo que la oposición interpretó
como un "premio" anticipado del chavismo a Carrasquero.
La figura más polémica del CNE es, sin embargo,
Jorge Rodríguez, profesor y si-quiatra de la Universidad Central
de Venezuela, puesto por el bando de Chávez. El padre de Rodríguez
murió en tortura en los sótanos de la policía política
en 1978, durante el primer periodo del presidente socialdemócrata
Carlos Andrés Pérez.
"Los adecos (dirigentes de Acción De-mocrática)
decían que era una garantía de que iba a trabajar contra
ellos, para nosotros garantizaba que no los favorecería", dice Samuel
Moncada, vocero del Comando Mai-santa (Madre Santa), que encabeza Chávez.
Bronca con las televisoras
Como si algún elemento de tensión faltara
en el ambiente caraqueño, las televisoras Radio Caracas Televisión,
Venevisión, Globovisión y Televen, todas antichavistas y
privadas, recibieron la inamistosa visita de funcionarios de la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) para una inspección técnica
"rutinaria".
De inmediato se encadenaron y lanzaron al aire la denuncia
de "intimidación" y "allanamiento", como tantas veces han hecho
contra el gobierno chavista. Al parecer, se-gún pudo saber La
Jornada, la orden fue dada por el director de la Conatel, sin consultar
a nadie. Cuando el ministro de Información, Jesse Chacón
supo de la medida, or-denó su suspensión. Así, los
funcionarios que estaban en Venevisión suspendieron la visita cuando
recibieron una llamada.
La medida ocurre cuando Chávez y sus colaboradores
han insistido, ante enviados de medios extranjeros y observadores internacionales,
en que en este país existe más libertad de expresión
que en ninguna parte.
El ministro Chacón se apresuró a declarar
que no había intención de intimidar y que se trataba de una
revisión necesaria debido a recientes cambios de frecuencias.
"Hay que ser bien pendejo para creer que es una visita
de rutina antes de un proceso comicial", dijo a una estación radiofónica
Ezequiel Zamora, el hombre de la oposición en la autoridad electoral
(por cierto, Zamora se llama igual y es descendiente del héroe de
la batalla de Santa Inés, ocurrida a mediados del siglo XIX, que
es invocado por Chávez en su lucha por mantenerse en el cargo).
Alberto Federico Ravell, director de Globovisión,
sintetizó la postura de las poderosas televisoras privadas: "esperamos
que el próximo gobierno de José Vicente Rangel nos trate
mejor". El jueves, en rueda de prensa, el presidente Hugo Chávez
dijo que, de perder el revocatorio, el mismo domingo 15 entregará
el poder al vicepresidente.
La cara de los opositores
Eso sucederá, dice seguro el gobernador Mendoza,
la cara más visible de la oposición en estos días,
político de aparentes pocas lu-ces pero muy eficaz como organizador,
ad-miten inclusive sus adversarios chavistas.
Mendoza encarna perfectamente lo que el chavismo llama
"jurásico de la IV República". Desde hace 20 años
no ha dejado los cargos de elección popular, pues ha sido va-rias
veces alcalde de Petare y gobernador de Miranda, entidad vecina al centro
de Caracas. Miembro del socialcristiano Copei, uno de los dos partidos
que gobernó Venezuela a lo largo de 40 años, ha formado una
nueva fuerza llamada Movimiento Trabajo, aunque no ha dejado su casa matriz
del todo.
En caso de que el presidente Chávez perdiera el
referendo, Mendoza sería el personaje de la oposición más
favorecido. Los chavistas lo toman en serio, porque suele ha-cer cosas
que lo acercan a la gente pobre, igual que el teniente coronel.
Cuentan, por ejemplo, que suele organizar espectáculos
de medios así: toca de ma-drugada en la casa de una viejita que
le pidió ayuda, la viejita le abre sorprendida y recibe la ayuda.
Todo el barrio se entera y se levanta al grito de "¡aquí está
Mendoza!"
Pero, claro, si Chávez gana, Mendoza se-rá
uno de los principales damnificados.
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